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España España · Valladolid
Voto de Teresa:
8
Drama John, un abogado sin escrúpulos, está casado con Ann, una mujer seria e introvertida. Ella, aunque muestra poco interés por el sexo, se siente segura de su matrimonio. John, en cambio, es un adicto al sexo y tiene una aventura con Cinthia, la extrovertida y desenfadada hermana de Ann. La llegada del enigmático Graham, un antiguo compañero de John en la universidad, alterará la vida de Ann. (FILMAFFINITY)
22 de enero de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corría el año 1989 y el director novel Steven Soderbergh sorprendía a los asistentes del festival de cine de Sundance y más tarde al de Cannes -donde ganaría la Palma de Oro- por su película de cine independiente Sexo, Mentiras y Cintas de Vídeo. Parece ser que revolucionó el cine independiente de la época. Yo era una enana por entonces, y la verdad, me sonaban escenas, pero poco más. Escrita en ocho días y grabada en tan solo 30, sorprende la complejidad de los personajes en contraste con la sencillez de los escenarios donde se desarrolla la trama.

Siendo sincera me ha resultado lenta, excepto las escenas donde entraba James Spader, que aquí tuvo la ocasión de cambiar los papeles que había hecho anteriormente como en La Chica de Rosa (otro clásico ochentero), dándole la oportunidad de ser un protagonista si no más bueno, sí más amable. Spader siempre ha tenido un poder de atracción inmenso para mí, y no porque fuera un chico guapo, con una sonrisa que encandila a cualquiera (incluso ahora, en Black List), sino porque su presencia llena la pantalla. Me voy dando cuenta, según repaso su filmografía, que es increíblemente camaleónico, no importa qué papel tenga, siempre terminas pegado a la pantalla. Sexo, Mentiras y Cintas de Vídeo no sería nada sin Spader. No digo que el resto trabaje mal, en absoluto, pero Andie MacDowell (Ready or Not) me da sueño siempre; Peter Gallagher (The O.C.) me gusta bastante, pero aquí no tiene fuerza y desgraciadamente, en esta ocasión, la impresionante Laura San Giacomo (Dame un Respiro), apenas llama la atención –y es una pena porque es una actriz con muchísima fuerza- pero no es culpa de ellos, es que Spader es una apisonadora de la gran pantalla y es difícil competir con esa energía y ese poder. MacDowell tiene una muy buena escena en la que demuestra lo que podría ser si fuera así de apasionada más a menudo.

Indudablemente el tema es muy atractivo, sobre todo la manera tan elegante en que lo trata. Sin escenas de más, sin diálogo de más, sin nada de más. Spader clava el papel más complicado, pues de entre todos los mentirosos él logra ese contrapunto que hace que nos deshagamos a pesar de que él mismo confiesa que no siempre fue una buena persona. El resto de personajes «bailan a su alrededor» como pueden. No va a ser la última vez que Spider consiga este objetivo, lo hace también en Secretary, en Black List o en Lobo.

Soderbergh lanzó a la fama a estos cuatro actores, que después han tenido una carrera discreta pero imparable.
Teresa
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