Interesante remake con sello propio por parte de Adrian Lyne, que empieza narrado con fuerza y amparado en todo momento por la presencia de una Diane Lane, con la edad y estilo perfecto para encarnar a su personaje, una mujer felizmente casada, pero estancada en una rutina que una fuerte pasión aparece para recobrar las energías.

Desafortunadamente, como muy bien advierten otras críticas en esta misma página, la cinta va perdiendo fuerza y dejándose seducir por un contexto mucho más inverosímil que del principio, salpicado de americanadas varias que terminan desembocando en un apartado más policíaco que interesa mucho menos que la trama sexual inicial.

A nivel de reparto, volviendo a destacar la impresionante capacidad de Lane para llevar a cuestas las partes menos factibles del film, afrmar que Richard Gere está en una línea correcta aunque un poco apagada, como su personaje, mientras que Olivier Martínez da presencia, aunque Lane se come con patatas a quien se ponga delante de ella. También agradable ver a Eri Per Sullivan, a quien los buenos aficionados a las series recordarán de su rol como hermano de Malcolm.

Recomendable, entrenida y olvidable... con la excepción del personaje de Lane.