Satngiago Segura no duda en afirmar que le gusta el humor inteligente y repleto de sutileza... pero como no sabe, realiza películas como Torrente. Ciertamente, su escatología y el gusto por lo soez, en una mezcla del esperpento con americanadas varias, no van a brindarnos películas que nos cambien la vida o nos hagan reflexionar.

Sin embargo, a las obras también hay que medirlas por sus objetivos y si películas como Torrente 2 solamente buscan entretener y la carcajada fácil, lo hace muy bien. Casi parece que estuviéramos ante una serie de Seth McFarlane, sucesión de gags, en ocasiones brillantes, llevado cn desparpajo.

Aunque se podría echar de menos a Javier Cámara, Segura se acompaña nada menos que de Gabino Diego, que compone un verdadero personaje de los que no se olvidan, absolutamente datesco como era de esperar en la saga. Y sí, el malo es José Luis Moreno, pero, ¿acaso no han sido también peculiares los villanos de James Bond y produce estrenos en cartelera a patadas?

Nuevamente los cameos a la orden del día, en ésta, con un exceso que raya en lo cansino, pero algunos como los de Galiardo, el gran José Luis López Vázquez o Juanito Navarro, están verdaderamente conseguidos. A fin de cuentas, si cuando lo hacen en Estados Unidos arrasan este tipo de películas, ¿por qué no va a poder hacerlo este tipo peculiar, un pícaro que salva el presupuesto invitando a sus amiguetes?

Y un duende malicioso me invita a pensar que no fue casualidad ni ese look ni elegir Marbella antes de que pasase lo que pasó...