Muy interesante intento de mantener la atmósfera de "Fargo", uno de los grandes hitos del cine de los hermanos Coen, en una serie que empieza de una forma adictiva. El extraño cruce de destinos entre un apocado e inofensivo vendedor de seguros (espléndido Martin Freeman) y un misterioso personaje (Billy Bob Thornton encantado de conocerse a sí mismo con un villano hecho a su medida) irá dejando un reguero de sangre entre la nieve.

Tras un planteamiento inicial fantástico, las tramas se van complicando y resultan menos viable. Si bien es muy salvable la investigación policial por el tono cotidiano y de café bajo temperaturas congeladas, el ecuador empieza a sobrepasar las fronteras de la casualidad y llevan a un final inesperado. Sin ánimo de hacer spoilers, únicamente afirmar que Las Vegas marca un Rubicón sin retorno.

Así, espléndidas adaptaciones y el sello de los célebres hermanos cineastas como aval, "Fargo" es un producto perfectamente envuelto y que entra por los ojos como un espléndido regalo. Lo es, pero siento que juega con la capacidad que tiene de ser sobre-estimada. Hay creaciones geniales y referencias religiosas de primera, aunque, entre tanto fuego de artificio, los personajes van dejando de ser reales para llegar al giro más difícil.

El ritmo de su inicio me resulta encantador. Su final me interesante, pero sin llegar nunca a embaucarme como el inicio.