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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
8
Drama Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de ... [+]
28 de septiembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver "La gran belleza" muchos pensamos que Paolo Sorrentino sería una respetable persona entrada en años, un cineasta italiana de larga trayectoria que había hecho una especie de testamento maravilloso de recuerdos para el celuloide. Pero resulta que no, es un director singular y a quien le queda, por fortuna, mucho por contar. A veces, podríamos decir que su buen gusto por la estética puede llegar a provocar empacho; sin embargo, lo que asusta es la hermosura de la que reviste alguna de sus escenas.

Por ejemplo, pensemos en "La juventud", donde nos lleva a un balneario de gente muy pudiente que vive alejada del mundanal ruido. Una cura de descanso. Un idílico lugar que permite al artista explotar varias de sus obsesiones. Una de ellas es muy napolitana: Diego Armando Maradona. Aunque no se diga en el film, es fácil identificar a la oronda figura con Marx tatuado en la espalda, una especie de alter ego del genial 10 argentino. En una de las escenas, el ex futbolista está siendo tratado de sus maltrechos pies por su pareja, en un balcón mientras su cabeza se puebla de recuerdos de glorias deportivas. "¿En qué piensas?", inquiere ella. "En el futuro", responde él con la tristeza de quien es consciente de que sus mejores momentos ya han pasado.

Así hay multitud de postales de exquisito gusto. Con una pareja de oro formada por Michael Caine y Harvey Keitel, Sorrentino explora algunas de sus obsesiones, no pocas de ellas relacionadas con el envejecimiento y las pasiones que nunca mueren. Carlito Brigante dejó dicho que no cambiamos, solamente perdemos impulso. Este músico y cineasta que coinciden en el utópico balneario hubieran hecho buenas migas con el personaje interpretado por Al Pacino.

Hay que tener el paladar con hambre y sed de sabores nuevos para disfrutar "Youth" en todo lo que vale. Eso sí, si se logra, la experiencia es inmejorable.
El Libanés
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