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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
8
Drama Frederick Manion (Ben Gazzara), un teniente del ejército, asesina fríamente al presunto violador de su mujer (Lee Remick). Ella contrata como abogado defensor a Paul Biegler (James Stewart), un honrado hombre de leyes. Durante el juicio se reflejarán todo tipo de emociones y pasiones, desde los celos a la rabia. Uno de los dramas judiciales más famosos de la historia del cine. (FILMAFFINITY)
19 de julio de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Anatomía de un asesinato" es una de las mejores películas de un gran cineasta, Otto Preminger, quien acaso tal vez haya sido muchas veces subestimado. Su trayectoria fue excelente en el séptimo arte y esta cinta de juicios lo demuestra. El día a día de un caso morboso que altera la tranquila vida de un pueblo donde, de repente, todos tienen que meterse en el juego de la abogacía, el vecino con el que hablas de beisbol puede convertirse en un terrible fiscal acusador.

Una atractiva mujer (Lee Remick), es la caja de Pandora que desata un juicio contra su arisco esposo, antiguo militar, encarnado por Ben Gazzara. La duda es si la buena señora le fue infiel o por el contrario fue forzada, lo cual excusaría a su esposo, en parte, de su desmedida reacción contra un conciudadano. Sorprende el rigor de los conocimientos jurídicos que refleja el guión de la obra.

Para salvaguardarse, la pareja se confía en el bueno de James Stewart, quien encarna aquí un personaje que le aleja de otros bondadosos benefactores que muchas veces ha caracterizado. Aquí sigue siendo un paladín de causas perdidas, pero es también más cínico, memorable en sus conversaciones con el gran Arthur O´Connell, a la par que socarrón... Con todo, los espectadores de hoy en día no se escandalizarán como lo hizo el público norteamericano de aquellos días por la utilización de la palabra "braga" (aunque visto el conservadurismo que aún tienen alguno todavía tendrá un soponcio).

Preminger narra con una fluidez y un estilo innegable, como muy bien apuntan críticas previas en esta misma página, hay un bonito homenaje al jazz durante esta fina diserción que recuerda por momentos a lo que luego será "La duda". Estamos ante una compleja red de araña donde todos tienen sus motivos y nadie es el malo de su historia.

Tal vez el desenlace, como le ocurre a otro magnífico exponente del género, "Testigo de cargo", no cuaje todas nuestras expectativas, pero estamos ante un visionado casi de obligada referencia para los amantes de este tipo de filmes.

¿Veredicto? Muy buena.
El Libanés
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