"True Detective 3" vino obsesionada con la mala acogida de su predecesora. Probablemente, había sido una secuela que habría pasado con toda dignidad de no haber tenido un listón tan alto por el origen. Nic Pizzolatto y su equipo intentan aquí asemejarse, en ocasiones en exceso, a la atmósfera que convirtió el inicio de esta saga en un objeto de culto.

En esa corrección formal hay muchos guiños al pasado, además de tres tramas temporales que convergen. Quizás una filigrana excesiva. Aunque esté bien narrada, hay momentos de confusión que, además, no parecen aportar mayor gloria artística a sus diseñadores.

Sea como fuere, la investigación de los Purcell engancha por el buen hacer de los actores Mahershala Ali y Stephen Dorff, especialmente en los momentos más crepusculares. Poco acogida en el espacio televisivo, son pocas las ocasiones en las que los personajes protagonistas son de la tercera edad y muestran su día a día.

Con todo, es Carmen Ejogo la auténtica aparición en el juego, componiendo a una profesora-escritora cautivadora de principio a fin. Con personalidad y artistas, su mirada será muchas veces la más lúcida sobre el caso, si bien tampoco se libra del gris moral que acompaña a este micro-cosmos.

Pizzolatto y cía parecen haberse encargado de conseguir garantizar una cuarta entrega, si bien a costa de evitar cualquier experimentación.