Olviden los pectorales que parecen tan artificiales en las armaduras de los héroes y heroínas del universo cinematográfico DC. Tampoco atiendan a la saturación que las carteleras del globo tienen con el género superheroico. Incluso dejen de relacionar al no muy expresivo Jason Momoa más como un Conan bárbaro que el príncipe exiliado de Atlantis.

Si dejan todo eso de lado, James Wan les regalará un film que no se hace nunca pesado pese a su metraje. "Aquaman" es frenéticas, en ocasiones incluso descerebrada y saltando de un género a otro, pero si el cometido es entretener lo logra bastante mejor que predecesoras como "Liga de la Justicia". Está lejos del interés artístico que tiene la personal "Wonder Woman", si bien es más que digna comparada con otras colegas.

Un reparto estelar donde hay veteranas estrellas como Nicole Kidman, Willem Dafoe o Dolph Lundgren nos lleva a un recorrido de exóticos paisajes donde Wan se ventila una de las mejores etapas de los cómics del personaje: la del guionista Geoff Johns. Las personas fanáticas de las viñetas tendrán muchos guiños que justificarán el dinero de su butaca.

Una mezcla ecléctica (también visible en la banda sonora) y que nos arrastra a un sinsentido donde hay combates acuáticos con un pulpo tocando tambores de guerra. Si es no es la vida moderna, es imposible imaginar una metáfora mejor de esta montaña rusa sin descanso.

Al final tenemos un alegato monárquico y profecías marinas, sin embargo, se disfruta de cada secuencia con un irresponsable placer culpable.