Un reparto de buenos actores, atractivas mujeres, tiroteos, acción de la buena y excelentes diálogos es lo que compone este excelente western dirigido por el siempre eficaz Howard Hawks. Este filme podría considerarse una continuación de RIO BRAVO, aunque se hace un tanto menos pesado.

John Wayne tiene más vitalidad y energía que nunca, a pesar de que tenía 59 años y un sólo pulmón. Robert Mitchum está soberbio como el sheriff alcoholico, de nuevo acompañado por un correcto Arthur Hunnicut, encarnando a Bull, el supuesto "pistolero" con corneta y amigo de Mitchum, quien trabajaría con él 14 años atrás en "Hombres errantes". James Caan hace una interpretación más bien mediocre como el jóven "pistolero" Alan B. Trehen. Su actuación no nos llega, se nota que empezaba en el mundo de la interpretación. Suego se volvería grande con su Sonny Corleone en "El padrino".

Al argumento le falta gancho, pero gracias a la brillante dirección de Hawks y a las soberbias actuaciones de Mitchum y Wayne, el filme consigue mantenerse a flote.

Algunas escenas son de lo más surrealistas, en especial la de Mississippi haciéndose pasar por chino, así como la del mejunje.

Muy buenos diálogos y excelentes escenas de acción.

Un western IMPRESCINDIBLE.