Soberbia comedia negra llena de descojonantes diálogos, y cientos y cientos de muecas y patochadas realizadas, como no, por el maestro de las risas y muecas Jim Carrey.
Carrey está soberbio como el supuesto instalador del cable que se dedica, debido a un transtorno obsesivo, a acosar a su último cliente, encarnado por Matthew Broderick.

Ambos hacen un dúo genial. Carrey, como el trastornado acosador y Broderick como la sumisa victima con pocas luces.

El guionista del film y Carrey deberían haber recibido un Oscar. Una descojonante escena sucede a otra.

Todo el reparto está correcto en sus interpretaciones, pero Carrey se lleva la palma. Posiblemente sea su actuación más graciosa.

IMPOSIBLE que "el del cable" no te haga reir en cuanto aparece, en especial en la escena del lavabo del restaurante, en la cuál Carrey, enmascarado con unas gafas de sol y un falso bigote, le da una pequeña "lección" de higiene a Owen Wilson, que interpreta a un "amigo" de la novia de Broderick. ¡¡¡¡¡¡QUÉ DESCOJONE!!!!!!!

No me había reido tanto desde el 23-F.

El director, Ben Stiller nos muestra en el propio filme imágenes de otros filmes que sirvieron de referencia al mismo, tales como "Escalofrío en la noche". También hay pequeñas referencias / homenajes a otros filmes tales como "Con la muerte en los talones", "Espartaco" y "El expreso de medianoche". Pero en versión cachondeo, claro.

Película IMPRESCINDIBLE para los fans de Jim Carrey. La carrera de Jim no sería la misma sin "Un loco a domicilio".

Ben Stiller debería dirigir más a menudo. Pasarán un buen rato.

NO SE LA PIERDAN.