Si un día antes, quizás una semana o fuera un mes antes de ver este largometraje, decidiéramos disfrutar de obras maestras y homónimas como Casino, Uno de los nuestros o el Padrino I / II.
Nos daríamos cuenta que el éxito asegurado al repetir la misma fórmula es algo que no siempre funciona.Este es el caso.
La película tiene todo para ser una más de ese gran grupo pero se tuerce de manera deprimente al intentar de manera nostálgica emular lo que hicieron esos mismos renombrados actores, de tal forma que los desfigura incluso haciendo que parezcan más jóvenes, artificiales y fuera de lo que les hizo triunfar: su naturalidad y su manera de ser para plasmar en personajes su gran personalidad.
Aún así Scorsese puede dormir tranquilo, pero solo pensando que si no fuese por todo lo que dirigió al frente de ellos, esta sería la película que le llevaría al ostracismo más severo que solo los más torpes caerían en volver a confiar en él. Lo único positivo es darnos cuenta que la expresión cría cuervos y échate a dormir funciona muy bien en este mundo pretencioso.