Los centímetros a los alude el título son los que mide el pene de Marieta (Mónica Cervera), un transexual que se prostituye y sueña (más de la cuenta, ya que padece narcolepsia) con operarse. Sin embargo, lo que no entraba en sus planes era enamorarse de un fornido repartidor (Pablo Puyol).

La película de Ramón Salazar es una atípica producción que mezcla comedia y drama, aunque destaca, sobre todo, por ser un curioso musical que usa por igual canciones de Marisol o Madonna (¡viva el eclecticismo!). Es cierto que algunos temas no están bien elegidos, que la trama se alarga aunque no dé más de sí y que a algunos personajes no se les saca provecho (por ejemplo a los de Rossy de Palma y Najwa Nimri), pero el hecho de que estemos ante una propuesta tan arriesgada y valiente hace que valga la pena su visionado.

Por momentos da la sensación de que 20 centímetros aspira a convertirse en la versión castiza de la notable Hedwig and the Angry Inch. Y, aunque se queda algo lejos de sus intenciones, el resultado final es ciertamente loable gracias tanto a sus llamativos números musicales como a la labor de Cervera, acertadísima protagonista y eje indispensable para el buen funcionamiento de la cinta.