Across the Universe es una experiencia irrepetible, una maravilla para vista y oído. La película narra de forma sencilla una historia de amor situada en los sesenta, en pleno cambio político, con la guerra de Vietnam de fondo y la psicodelia propia de la época. Jude (Jim Sturgess) es un joven inglés que viaja a los Estados Unidos en busca de su padre (Robert Clohessy), allí hará amistad con Max (Joe Anderson) y con su hermana, la dulce y bella Lucy (Evan Rachel Wood). La amistad, el amor y el valor de los ideales serán el leimotiv de la película, la cual se nutre de una impecable banda sonora formada íntegramente por canciones de The Beatles que los actores interpretan con impecable corrección. Además nuestros protagonistas irán conociendo a u nutrido grupo de personas, las más relevantes serán Prudence (T.V. Carpio), una joven bisexual, Sadie (Dana Fuchs), sosias de Janis Joplin o Jo-Jo (Martin Luther McCoy), ídem de Jimmy Hendrix.

Julie Taymor filma una obra impecable a nivel visual, con unas escenas magníficas a las que acompañan unas canciones míticas, especialmente memorables son las escenas correspondientes a I Want to Hold Your Hand, I've Just Seen a Face, Strawberry Fields Forever, Hey Jude, All You Need is Love... resumiendo, prácticamente todas. Si bien el acabado final se ve perjudicado por un guión que resulta demasiado sencillo y por una excesiva duración. Hubiese sido todo un acierto eliminar alguna escena, sería fácilmente prescindible la protagonizada por Bono, sin lugar a dudas la más floja de la película.

Los intérpretes realizan un gran trabajo, tanto a nivel vocal como interpretativo, si bien es cierto que en ocasiones da la sensación de que la película necesita un rostro conocido, un actor famoso que destaque y de carisma al conjunto, pero ello no quita para que el trabajo de los integrantes no sea merecidamente alabado. Asimismo el relato adolece en sus momentos más álgidos de la chispa necesaria que la lleve a otro nivel, al de clásico instantáneo. Ello se nota en algunas de las escenas que protagonizan Jude y Lucy, y es que aunque entre los actores hay química no es menos cierto que da la sensación de que a su historia de amor hay que insuflarle algo más de pasión, sobretodo durante el último tramo. Pero son fallos menores para una obra de arte tan estimulante para todos los sentidos que se beneficia de una dirección artística memorable como pocas.