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España España · S/C Tenerife
Voto de Yerai:
6
Thriller. Intriga Danny Ocean (George Clooney) y su banda preparan un ambicioso y arriesgado plan para robar un casino. Su único objetivo, en este caso, es defender a uno de los suyos, que ha sido engañado por Willy Bank (Al Pacino), el despiadado dueño del casino. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2007
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Steven Soderbergh vuelve a disponer de un elenco de actores para rodar una película graciosa, animada, sin mayores pretensiones que la de entretener a un público entregado y solícito que no desea poner en ebullición sus neuronas, sino dejarse seducir por la formidable estética y un guión que, aunque sea tramposo y posea un sinfín de baches lógicos por su propia naturaleza, funciona realmente bien, cumpliendo de lleno con el cometido que persigue: divertir.

Como punto débil, el papel del personaje que interpreta el siempre solvente Al Pacino que, aunque muestra unas despiadadas ansias por hacerse con el casino al principio del film, su personalidad pierde fuerza a medida que avanza el metraje, convirtiéndose en poco más que una pusilánime marioneta manejada al antojo de Ocean y compañía.

Tampoco ayuda mucho su plantilla de trabajadores, siguiendo la misma línea la servicial y leal lacaya, a la que le da vida Ellen Barkin, que lejos de ser la eficiente y astuta empleada que parecía en un principio, se deja engañar de la manera más burda, sin mostrar un atisbo de inteligencia.

Pero esto es Ocean’s Thirteen, un producto diseñado exclusivamente para el lucimiento del equipo de ladrones de guante blanco más exquisito de todos los tiempos, gobernado por un George Clooney que mantiene su habitual registro, pero más apagado que a lo que nos tiene acostumbrados; quizás porque el “ladrón” número trece de esta entrega, Andy García, brilla con luz propia, destacando por encima del resto del plantel de actores y derrochando un magnético carisma que traspasa la pantalla.

Se echa en falta la presencia femenina de Julia Roberts y Catherine Zeta-Jones, cuyas ausencias se explican en la trama con un notable “parche” en el guión, lo que le resta a la película parte del atractivo comercial que poseían las dos anteriores entregas. Carencia esta que se ha tratado de suplir, sin éxito, con la incorporación de una Ellen Barkin que, aunque realiza un notable trabajo, no posee la misma influencia sobre el público que las otras dos actrices.

En resumen, una amena película al servicio de unos actores que dejan plasmado en el film el buen ambiente del rodaje, construyendo, en conjunto, un trabajo elegante y carismático, divertido y alocado, que cierra una trilogía al menos digna de recordar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Yerai
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