Un arquitecto de color (Snipes) felizmente casado inicia una relación con su secretaria, una blanca italo-americana (Sciorra) de inferior clase social. El hipervalorado Lee en una de sus películas más aguantables y menos pretenciosas en la que su habitual narcisismo verborreico solo molesta en muy contadas ocasiones (y esto vuelve a lastrar el resultado final, pese a todo) haciendo de "Fiebre salvaje" una película que plantea moderadamente bien el problema interracial ahora desde un punto de vista sexual y desde una óptica generalmente nueva: ahora los negros son los "seres superiores", de mayor categoría social y son los intransigentes (los blancos obviamente también) a la hora de mezclar su sangre.
Eficazmente interpretada volvemos a estar ante una película sobrevalorada pero cuando menos de lo mejor de Lee, el más famoso militante del "black power" en el Séptimo Arte.