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España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
10
Drama A finales del siglo XIX, la mansión Amberson es la más fastuosa de Indianápolis. Cuando su dueña, la bellísima Isabel, es humillada públicamente, aunque de forma involuntaria por su pretendiente Eugene Morgan, lo abandona y se casa con el torpe Wilbur Minafer. Su único hijo, el consentido George, crece lleno de arrogancia y prepotencia. Años más tarde, Eugene regresa a la ciudad con su hija Lucy, y George se enamora de ella. (FILMAFFINITY) [+]
19 de febrero de 2008
35 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demostrado su talento de forma sobrada y mítica en "Ciudadano Kane", Welles acometió su segunda película, un melodrama clásico acerca de la aristocrática familia de los Ambersons, quienes anquilosados en un brillante y autosuficiente pasado pierden el tren del progreso y la identidad años después en el presente y, lo que es peor, para el futuro. En medio de ello, pues, una reflexión magistral acerca de dos formas diferentes de ver el mundo, dos concepciones distintas en dos clases sociales diferentes: unos varados en lo tradicional y rancio; otros, rastreadores y patentadores de progresos (el automóvil) y riesgos. Y por estos dos espectros y micromundos, la historia de dos amores imposibles, uno maduro y el otro joven.
Película sobre la hipocresía, la vanidad cegadora que oscurece un luminoso futuro, sobre la frustración del ser humano cuando sus deseos son quimeras y se da de bruces con la esquiva e inexcusable realidad. Welles hizo con "El cuarto mandamiento" una obra maestra indiscutible y un extraordinario melodrama, una demostración de su sobresaliente capacidad sintética y creativa y fue la confirmación suprema de su divino y excesivo genio. Quizás por ello también, y tras un primer visionado que al público no le gustó, los productores masacraron el montaje previo de Welles y comenzaron así el linchamiento, a veces vejatorio e imperdonable (y dejemos a un lado las obvias y únicas excusas que pueden acusar a Welles de tipo insoportable: ¿y qué, si a cambio te regala genialidad y arte?), del posiblemente mayor talento y menos afortunado cineasta que haya parido el séptimo arte en su profusa y sobada Historia. Fue, por lo tanto, su segunda película y su segunda obra maestra, pero fue también el comienzo de un camino demasiado tortuoso. Qué pena.
kafka
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