Nadie

Hutch es un tipo que tiene un trabajo rutinario y una familia que al parecer no lo aprecia demasiado. Una noche una pareja de ladrones entra en su casa y él decide no defenderse para evitar problemas. Luego de la decepción de su hijo y otro motivo que dejaré sin develar, algo dormido en su interior se despierta y sale a buscar a los delincuentes, encontrando algo mucho más grande a lo que deberá enfrentarse.

El nuevo trabajo del creador de John Wick se trata de un aparente thriller de acción, que en realidad se vuelve una sátira del género, parodiando tanto a esta última como a otras películas del estilo Taken. ¡Y funciona de maravillas!

Parece llegar en el momento adecuado para Bob Odenkirk, su protagonista. El actor que hiciera explotar su fama interpretando a Saul Goodman en Breaking Bad, en ese momento era visto como alivio cómico; luego al protagonizar su propio spin-off, dotó de sensibilidad y dramatismo al mismo personaje. Por eso para este papel es el indicado, ya que el film, a pesar de transitar por la tangente del humor, está encarado muy seriamente. La búsqueda de ridiculización de este tipo de películas no pasa por la utilización de un humor absurdo, como puede ser el caso de la franquicia de Johnny English, sino que lo hace empleando recursos “fuera de lugar”. Así como la inclusión de Odenkirk, relacionado en el subconsciente del público con otro tipo de papeles, un tipo entrado en años al que las acrobacias le pasan factura a su achacado cuerpo (de nuevo, sin hacer de esto una escena clownesca), también está el soundtrack, el lugar común de las bandas gangsters y la aparición de Christopher Lloyd disparando a lo pavote. Este combo logra presentar como irracional o disparatadas a muchas situaciones, aún sin perder la verosimilitud, ya que es actuada con clara convicción y todo lo que allí sucede, se cree.

Las complejas coreografías super ajustadas y el uso del ralenti, tanto como la violencia extrema, ya son una marca de la casa y funcionan al dedillo. La trama no presenta grandes fallas, no es original pues de eso se trata, y el ritmo es ágil, lo que hace que esta hora y media se pase volando.

¿Me faltó algo? Ah, sí, este es el segundo trabajo del director, cuyo debut había sido la innovadora Hardcore Henry. No sé qué más necesitás para ir a verla.

Una historia entretenida, divertida y reflexiva por su ironía autopercibida.

Historia de una persona aparentemente normal que se toma la justicia por su mano contra los típicos y repetitivos rusos, que ya deben estar en su tierra cabreados por ser siempre los malos.
Escenas de acción buenas con un actor carismático pero poco creíble para la acción que hace con un toque de comedia y copiando algunas cosas de John Wick.
Se me ha hecho entretenida y ya, no es un peliculón y la nota que le he puesto es porque cumple su objetivo.
No aburre.

Quienquiera que recuerde al Saul Goodman de esa artesanía televisiva perfecta titulada 'Breaking bad' reconocerá inmediatamente el rostro del protagonista de 'Nadie'; solo por la carcasa, claro. No hay por ninguna parte rastro de aquel insidioso abogado, embustero y corrupto como pocos, con el que los buenos de Walter White y Jesse Pinkman tenían que lidiar. En su lugar tenemos a un padre de familia con una vida monótona y asexuada que no es más que la fachada de una auténtica bomba de relojería.
Se apoya con maña para generar más contundencia sobre sus actos en la negación de un pasado del que acaba siendo víctima (y verdugo). La doble vida de otro tiempo emerge como una bestia irrefrenable, casi suicida, para apartar con furia al hombre castrado y dar rienda al tipo que nunca adivinarías de dónde viene. Un hombre de estatura normal, complexión normal y edad madura. Un padre de familia. El vecino de al lado. Nada que haga sospechar, no en lo que se convierte, sino en lo que ya era y tan solo recupera, para expulsarlo con rabia contenida por una de esas siniestras jugadas que de vez en cuando reserva la vida. Será, como dicen, que el pasado siempre vuelve y a Hutch Mansell más que mortificarlo, lo libera.
El resultado es una transmutación sorprendente en ese reencuentro con uno mismo, ganándose un respeto que no tenía. O sencillamente, había dejado ir. Ciertamente análogo a John Wick, igual de contundente y menos estilete que aquel. La extraña forma que encuentra de depurar para encontrar la paz, es el inconfeso espejo en que más de uno se mirará. Nadie es una estupenda definición, hasta que deja de serlo.

Acción testosterónica con dosis de comedia de esas para no pensar y disfrutar con el desfile de mamporros. Un pelagatos sin sustancia resulta ser una especie de asesino a sueldo retirado después de sufrir un intento de atraco. Dicho retiro dejó en letargo sus habilidades, y ahora tiene motivos, (y ganas) de volver a usarlas.

No hay mucho más que añadir. Mucho se menciona a John Wick, pero es que viene a ser eso nada más que con familia. La acción es una sucesión de sinsentidos de las que cabe admirar algunas coreografías y el ingenio desarrollado en su resolución. Cerebro en off, por favor.

El contenido de comedia existe, pero no es tan evidente ni se hace notar tanto. Más que comedia diría esperpento. Esperpento es el personaje del padre, que parece como loco por volver a ponerse a pegar tiros. Es el mayor trasfondo de la película, la adicción de sus protagonistas por la adrenalina, el caos, romper huesos y reventar cabezas. Suena algo enfermizo. Entretiene, pero si les gusta algo con más fondo olvídenlo.

Exagerado film con trama casi imposible que se ha sobrevalorado demasiado.

La película es pretenciosa a más no poder. Destaca mucho en la violencia y un estilo muy extraño, como queriendo causar algo de gracia, pero a su vez, dando una trama extraña y turbia.
El reparto se compone de Bob Odenkirk, que el tío sostiene y hace de la película algo a destacar y tenemos varios secundarios de lujo en los 90's como Michael Ironside o el inimitable Christopher Lloyd de Regreso al Futuro, ya anciano.

Entre que no es mi estilo de película, y además se las gasta de querer ser graciosa, sin encontrar dicha gracia por ningún lado, sólo puedo valorar el esfuerzo (me ha entretenido bastante) pero ya está. Fin de este sin sentido y a otra cosa.

El que busque una especie de John Wick con comedia y trama extraña aquí tiene un ejemplar magnífico.