Black Mirror: Striking Vipers (TV)

Dos amigos se reencuentran y uno de ellos le regala la secuela de un juego que jugaban hace muchos años. Una inspección filosófica, y muy válida, del sexo: la sensación impecable de la impresión.

Si hay algo que me gusta de esta serie es la metáfora con la que construye los guiones, es la buena base que hace que todo funcione.

La homosexualidad reprimida, de esto trata este capítulo, pero lo mejor es como mezcla la ciencia ficción, los videojuegos y las posibles tecnologías del futuro.

Todo parece muy absurdo, pero a medida que te adentras en la historia, puedes ver el gran ingenio de la historia y como se describe esto que de una manera tan coloquial sucede en nuestra sociedad, la homosexualidad reprimida y de como muchas personas la llevan a cabo en la oscuridad y el silencio.

El capítulo no es de los mejores, al contrario, le cuesta entrar en acción, tiene un comienzo muy flojo, pero si hay algo bueno en el capítulo, es la metáfora que retrata una triste realidad.

Arrancamos la nueva temporada de ‘Black Mirror’ (que reduce los episodios de seis a tres) con bastante ilusión y esperanza, una vez visto este ‘Striking Vipers’ que me ha dejado un buen sabor de boca con esta rebuscada historia sobre la amistad y la homosexualidad.

Dos colegas, amigos de toda la vida y que podrían denominarse casi hermanos viven sus vidas por separado sumidos en un pequeño halo de tristeza. A pesar de que, exteriormente, da la impresión de que han triunfado, hay algo que no termina de encajar en ellos. Lo vemos en Anthony Mackie y su día a día familiar, igual que en la vida de soltero que se gasta Yahya Abdul-Mateen II.

Todo cambiará a partir de la inmersión que supone entrar en el juego Striking Vipers en su nueva y realista edición. Todo cambiará para ambos cuando decidan ir un paso más allá en su amistad, un giro muy bien estudiado por Charlie Brooker que hace generar un montón de preguntas en la cabeza del espectador: ¿Es infidelidad? ¿Es homosexual? ¿Hay amor? Y, si lo hay, ¿Cuándo comenzó?

Este nuevo capítulo de ‘Blak Mirror’ plantea una experiencias virtual que promete dar un giro a tu vida. Como siempre el espectador elige: la revolución digital tiene su lado positivo, pero también su reverso tenebroso.

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No llega a la altura de sus antecesoras. una hora se hace demasiada larga. Tal vez para un corto...
La fórmula utilizada, aunque en una versión supuestamente futurista, es demasiado clásica, las relaciones de pareja y sus posibles grietas originadas por el paso del tiempo es un tema que está bastante manido. Creo que esta primera incursión de su quinta temporada flaquea, innova poco o nada y termina por aburrir.

Buen episodio de 'Black Mirror', donde una vez más convierten al individuo en un rehén de su adicción a la tecnología. Este episodio recuerda a la película 'Días extraños', donde era posible sentir los pensamientos y sentimientos de otra persona que habían sido grabados en un disco. Aquí sientes los de un personaje virtual, pero es tres cuartos de lo mismo.

Lo aderezan con algunos dilemas morales, y perfecto. Episodio servido.