En terapia (Serie de TV)

Me cuesta ver la televisión, no hay nada que me atraiga más allá del buen cine.
Sin embargo rescataría algunas series, muy pocas, sobre todo la producción de HBO

Gran guión. Serie de diálogos inteligentes y verosímiles, de gran realismo e intimidad.

El absoluto poder de la palabra, la necesidad del conocimiento de uno mismo, y la comprensión y el control de lo que uno siente.

Solo dos personas hablando en una habitación durante 20 minutos ininterrumpidos. Un capítulo dedicado a cada paciente, y sólo cinco pacientes, se profundiza en los personajes, y el espectador se convierte en un paciente más.

Entra en el juego de la terapia la palabra, el rostro, la mirada, las manos, el sudor, la ira, el llanto, las risas, los miedos. Empatía, autocontrol, expresión de las emociones, exploración y análisis de las vivencias.

La psicología aquí mostrada es apasionante, permitiendo aprender a escuchar y analizar. Provocando la emoción de saber ayudar a alguien a recuperar el interés y el deseo de vivir, a resolver conflictos, a afrontar y entender lo que nos pasa, lo que sentimos…

Algo que la hace sublime es la psicoanalista del psicoanalista… y que se ponga en crisis hasta la propia terapia… sus métodos, los resultados…

Suelen interesarme las películas que profundizan en los personajes, que tienen algo más que ofrecer que sexo y acción. Así que motivado por las buenas críticas existente en esta web, empecé a ver está serie con gran interés. Sin embargo, después de unos 14 capítulos desistí.

Es cierto, que pretende profundizar en los problemas de los personajes pero a mí lo que les pasa me ha terminado resultando indiferente. Me daba exactamente igual lo que le pasará al piloto o la pareja, un poco de más interés me provocaban las historias de las otras dos chicas. El protagonista me resulta aburrido e insensible.

Con todo, el objeto fundamental de esta crítica no es otro que ofrecer otro punto de vista sobre tan "apreciada" serie. A mí, desde luego, me ha decepcionado y creo que a otros les podría pasar igual.

PD: No os confudais, no soy de aquellos a los que le gustan las pelis de Jean-Claude Van Damme, mi estilo es más de pelis de Woody Allen o de Adolfo Aristarain.

Me parece impresionante que alguien haya tenido el valor de producir esta serie, auténtico paradigma de lo que no debe ser la televisión actual. Parquedad en los escenarios y en los personajes, un ritmo lento, pero lento de dormirse (los capítulos ocurren a tiempo real), y unos tumbos en las secuencias (¿o debería decir en la secuencia?) impropios de un dialoguista serio.

Me parece impresionante, también, que haya más gente, aparte de mí, capaz de disfrutarla.