Black Mirror: Vuelvo enseguida (TV)

Black Mirror es una serie británica de ciencia ficción, y aunque efectivamente se le nota lo segundo (lo de británica, por la ambientación, el estilo y la manera en que está rodada) no parece ni lo primero ni lo último.

No parece una serie porque en realidad no lo es. Está formada por dos temporadas de tres episodios cada una, pero los episodios son completamente independientes, no comparten ni argumento, ni personajes, tienen un todo distinto cada uno, y ni siquiera se desarrollan en un “universo” común. Realmente son como pequeñas (de unos 45 minutos de duración) películas para TV independientes entre sí.

Y no parece ciencia ficción porque aquí no hay naves espaciales, ni robots, ni viajes en el tiempo,... y sin embargo, es ciencia ficción. En general los episodios ocurren en un futuro muy cercano (te da la sensación de que los avances tecnológicos que se muestran en pantalla podrían estar disponibles a la vuelta de la esquina) e incluso algunos podrían ocurrir en el presente. Porque la CF es un género fundamentalmente de ideas, de preguntarse “¿Que pasaría si....?¿Cómo sería el mundo?¿Cómo viviríamos?

Y esto es lo que hace la serie. Realmente lo más interesante de cada episodio no es la historia que cuenta en si, sino el debate que abre o puede abrir. Porque lo que tienen en común todos los episodios es nuestra relación, un poco (o más bien bastante) enfermiza con la tecnología, con los medios de comunicación, con las redes, etc. y como por una parte somos totalmente dependientes de ellos y por otra los efectos perniciosos que pueden llegar a tener según como las usemos.

No voy a meter demasiados spoilers ni a revelar el final del episodio, pero si quiero contar que va, revelando el planteamiento inicial de su argumento, así que avisados quedáis....


Si te intersea, puedes leer más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2013/04/black-mirror-cf-de-la-buena.html

El comienzo de la segunda temporada de la magnífica miniserie de Charlie Brooker no podía ser más acorde con el espíritu crítico de la serie.

“Ahora mismo vuelvo” es un cuento futurista en el que se refuerzan las oscuras ideas sobre el efecto de la tecnología, más concretamente en lo referente a las redes sociales y las posibilidades de la inteligencia artificial. Estos aspectos, tan fríos en apariencia, ya condicionan la vida de muchas personas y no faltan los visionarios que especulan sobre sus posibilidades, tal como hace Brooker en este capítulo.

Todo el mundo quiere saber de todo el mundo en sacrificio de la propia intimidad. Es un precio que hay que pagar por vivir en la aldea global, con las ventajas que ello indudablemente trae pero también con sus desventajas. Aquí, Brooker es claro: la tecnología puede mantener viva a esa persona tan querida que has perdido gracias a la vida que él o ella ha ido recopilando en su perfil digital. Sus imágenes, sus datos, hasta su voz, son recuerdos que ayudan a paliar la soledad de su presencia, pero no tranquilizan el alma humana. La perfección tecnológica a la que va dirigiéndose la inteligencia artificial y la robótica podrán intentar simular expresiones o frases, pero seguirá siendo un monstruo de Frankenstein hecho a medida.

Este capítulo muestra el total desprecio que puedes tener por un engendro mecánico que simule perfectamente a tu pareja en apariencia, con todas las funciones fisiológicas adaptadas para que te haga sentir cómodo en todo momento. Es, en realidad, un servicio al consumidor, un negocio, y como todo negocio, se busca el lucro sin importar el sentido moral. El daño que se hace esa persona así misma (pues no olvidemos que nadie obliga a comprar nada) es problema de esa persona y de nadie más.

El guion, tan elaborado como viene siendo habitual en la serie, se acompaña con un desarrollo de la historia más lírico e íntimo de lo habitual, conformando un interesantísimo e inteligente “tour de force” tecnológico y dramático que sigue inquietando y dando que pensar acerca del futuro.

Muy recomendable.

No sé porque no puntué este capítulo la primera vez que lo vi, hará cosa de un año o quizás más porque este es de los primeros que vi de esta interesante serie.
Es de los mejores, tiene una esencia que pocas películas más largas tienen, aunque eso es común a otros capítulos.
El tema de la muerte de un ser querido y la superación del dolor es un tema que toca este capítulo con mucho acierto, con crudeza y humanidad.

Tiene similitud con la película Her que protagonizó Joaquín Phoenix en el mismo año que se estrenó este capítulo, son historias similares, los dos tratan la inteligencia artificial, pero cada proyecto va en una dirección diferente, saltándose los límites de lo conocido cada uno a su manera.

Hayley Atwell protagoniza con éxito este capítulo, una cara bonita y conocida la de esta actriz británica que ha participado en varias películas de la factoría Marvel.
Domhnall Gleeson hace un gran papel, inolvidable trabajo en el que un tipo desgarbado con el pelo rojizo, uno de los actores más reconocibles y que más recuerdo de todas las temporadas de esta serie. Hizo tan buen trabajo que dos años después protagonizo una buena película, largometraje en esta ocasión, sobre el mismo tema de la inteligencia artificial, tocado desde otro punto totalmente diferente y con un papel tan distinto que resulta paradójico si has visto antes este capítulo.

Ideal para un domingo de resaca con chuches, palomitas, mantas y toque de queda.

Los responsables de Black Mirror deberían reflexionar sobre su forma de hacer los finales de los capítulos porque si ya en el de "Tu historia completa" pierde parte del sentido, en el de este capitulo carece del mismo.

El resumen es fácil. Sumamos la película de Inteligencia Artificial de 2001 (y otras parecidas) con el episodio de Futurama del robot sexual de Lucy Liu de Fry y listo.

Fallos: se reflexiona en el proceso de duelo pero no en las fases del mismo (Negación, Ira, Negociación, Depresión, Aceptación) y la trama se centra mucho en Peggy Carter (se podría meter en el dilema ético-moral a su hermana por ejemplo y así tener varias perspectivas/opiniones del mismo)

Hubiera aprobado (seguramente un 6) este episodio pero ese final hace que lo suspenda...

Vuelve la miniserie que más rompedora de los últimos años, una de las mejores de la historia, si es posible añadir. Después de una primera temporada escalofriante, capaz de abstraer situaciones cada vez más cotidianas y llevarlas a extremos críticos que sobrecogen, tenemos la posibilidad de seguir disfrutando y reflexionando gracias a tres nuevos capítulos que aparecen este año.

Antes de nada, aconsejo ver los capítulos sabiendo lo justo sobre ellos, sorprenderán mucho más y harán que entres más en la trama y la situación que muestran.

"Be Right Back" es su último capítulo, nos hará pensar sobre cómo actuamos en la red de redes, con los móviles, con nuestra propia información personal en la cantidad de medios de comunicación que se nos ofrecen actualmente. ¿Hasta que punto estamos exponiendo nuestra persona hacia otros por un método tan ambiguo como es internet o las redes móviles? Desde un punto de vista algo futurista (similar al tercer capítulo, "The Entire History of You"), esta nueva entrega demuestra que nuestra información en "la nube" podría llegar a recopilarse llegando a un punto que asusta. Asusta mucho pensar en todo lo que dejamos sobre nosotros mismos a disposición de tantos; fotos, opiniones, maneras de actuar, bromas... cualquier cosa que hagamos en la red queda marcada, es una pequeña porción de nosotros que compartimos. Ahora bien, esas pequeñas porciones, ¿serían suficientes para definirnos, es decir, saber cómo somos realmente?

Creo que la serie consigue su principal propósito, hacernos pensar sobre cómo estamos creciendo actualmente, hacia donde puede llegar la sociedad actual y cómo nos afectan las nuevas tecnologías, cada vez más implantadas en las personas.

-CarlosDL-