Zoolander: Un descerebrado de moda

Esto es más malo que un día sin sexo. Te ríes alguna vez, sí, pero no sabes muy bien si te ríes de los absurdos gags o de lo malo que es todo. Dicen por ahí que es humor del malo pero bueno. Yo creo que es humor del malo que quiere hacerse pasar por humor del bueno.

Podría haberle puesto menos estrellas, pero decidí darle tantas estrellas como veces me reí. Al menos, Stiller juega con una socarronería alejada de ese humor chabacano y escatológico que acompaña hoy en día a muchas comedias.

Me pregunto que pasó con el director de “Reality Bites” para que se decantara por un cambio de registro lleno de humor absurdo y simplón. Porque en este registro cabe todo lo que le echen sin preocuparse de cómo quede: actuaciones exageradas, fallos garrafales de raccord, guiones simples o purpurina a doquier.

Despiértenme antes de que se vaya Ben Stiller, no me priven de ver sus películas.
Con un reparto grandioso en la élite más casposa y con los tópicos más análogos al bodrio hollywoodiense, este genio logra entregarnos una comedia simplona, sin ambiciones, sin nada interesante. Pero te ríes.
Y eso es todo lo que necesita una comedia, otra cosa sería buscar una maravilla cinematográfica. Pero busca algo y lo consigue.

Por parte de Ben Stiller y de Owen Wilson, nada que objetar, los papeles eran así de malos. Genial el guiño a 2001, muy bien logrado y muy bien transitado. Milla Jovovich se encarga de chafar un poco el cartel, pero el resto bien.

En cuanto a la puesta en escena, muy "chachi", con imágenes envolventes, colores y luces tal y como se espera, no puedes criticar algo sin copiarlo.

Y los diálogos, bueno, me duele, porque son vacíos y sin pretensión de emoción, pero es verdad que en ciertos puntos el guión es muy fresco, muy gracioso, delirante. Resumo los mejores en spoiler:

Seguramente Zoolander no deje indiferente a nadie. O te ríes con ella o te parece una absoluta gilipollez. A mí me parece una absoluta gilipollez con la que me río. No sé, pero no creo que haya nada malo en ello.

Ben Stiller se encarga de practicamente todo en esta película, salvo de hacer la comida (supongo). El guión no tiene misterio. Se desarrolla casi por inercia. Lo fuerte del guión es la construcción de los personajes, a cuál más pintoresco. La dirección de Stiller aprovecha los constantes cameos para crear situaciones de lo más agradables para el espectador. Además, crea situaciones hilarantes aprovechando la química que tiene en pantalla con su amigo Owen Wilson. El fuerte de la película es su obvia y tonta critica al mundo de la moda, construida desde su personaje princpal, un 'Derek Zoolander' tremendamente carismático y descacharrantemente patético.

Ben Stiller está genial. Su absurdo personaje está interpretando multiplicando de manera exponencial los tópicos sobre el mundo de la moda. Owen Wilson es más de lo mismo pero desde un enfoque bastante diferente. Fabuloso también Wilson en este papel, como siempre que se mueve en personajes de este estilo. La guapa Christine Taylor, muy bien también en un personaje más o menos serio, aunque con un par de escenas en las que debe demostrar que tiene más de un registro y lo hace. El siempre pintoresco Will Ferrell alcanza aquí su máxima expresión y lo hace con su habitual humor tan "made in Saturday Nighy Live" que gusta a unos y provoca odio en otros. Yo soy de los primeros, aunque no sea de mis cómicos favoritos. Una Milla Jovovich casi irreconocible está también muy correcta en su desesperado personaje, rodeado de ineptos.

Resumiendo, que es gerundio: puede que un 7 sea mucho para esta película si se valora como "cine", pero las comedias pretenden hacer reír, y yo intento juzgarlas desde ahí. A mí me gusta Zoolander y me río bastante con ella, con lo que la profundidad, fuerza y complejidad, me importan lo que viene siendo una puta mierda.

Un amigo me propuso ver esta peli, en plan reto, y decidí aceptar no sé por qué. Y tengo que admitir que no me ha decepcionado mucho la cosa.

Derek Zoolander es un modelo pringado que ha perdido el premio al mejor modelo masculino del año. Decepcionado, acepta trabajar una última vez para Mugatu, un rico diseñador que quiere de él más de lo que parece... Con este extraño argumento, Ben Stiller decide mostrar al mundo una historia un tanto incoherente, unos personajes tópicos pero adecuados, y unas miradas totalmente exageradas acompañadas de buenos golpes de risa, todo ello ambientado en un mundo de la moda, que no me gusta demasiado. 6 sobre 10.

Y ahora... ¡¡SPOILERS!!

El tema es que el dúo Stiller-Wilson nos cae bastante bien a casi todos por carecer de prepotencia y pretenciosidad; por ofrecer un humor transparente sin ínfulas de inteligencia.
Pero la peli es mala: tiene escasos momentos graciosos, y dado que sus intenciones se reducían a hacer reir (ni siquiera creo que se intentase hacer una crítica al mundo de la moda, y menos aún al materialismo), pues se queda en dos caretos y un buen par de gags absurdos... el resto es goma de mascar.