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España España · L'Olleria ( Valencia )
Críticas de Grijander
Críticas 1.060
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
24 de noviembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tomorrowland es una película de ciencia ficción para toda la familia que lleva el sello Disney al lugar de magia y fantasía que por tradición le corresponde.

Brad Bird dirige este enérgico viaje a través de dimensiones paralelas, mundos alternativos y pasados y futuros relativos. Bird hace un buen trabajo en general, aunque es cierto que la verborrea del último tramo de la película puede resultar demasiado densa para el sector infantil, que también forma parte del "para toda la familia" al que se destina la película. A nivel visual, es una maravilla de color, trabajo con ordenadores y puesta en escena y, teniendo en cuenta que gran parte de la película discurre a gran velocidad, obviando incluso la profundidad del relato, el aspecto visual cobra muchísima fuerza y se convierte en un bien de primera necesidad. Los personajes, como la historia, tampoco van muy allá y quedan metidos en el saco que se les atribuye al principio, pero se mueven con tanta agilidad a través de la pantalla que nos olvidamos de que no ofrecen demasiado por sí mismos. Y el gran acierto de Brad Bird es hacer que eso no nos importe en absoluto.


George Clooney no tiene que esforzarse demasiado. Los personajes, como ya he dicho, dependen más de su velocidad que de la densidad de sus capas y un tipo con las tablas que tiene el amigo George, sale airoso de eso con suma facilidad. Junto a él, a lo largo de la película, está Britt Robertson, que encaja como un guante en el papel que se le asigna y que consigue dejar destellos de actriz cumplidora. Raffey Cassidy, la chica de los enormes ojos, completa el reparto adaptándose a la humanidad mecánica que requiere su personaje. Hugh Laurie solventa la papeleta con tranquilidad, sin sudar demasiado para dejar fe de su buen hacer.

Resumiendo: Tomorrowland es una película de las que deberían haber más. Trae cierta nostalgia al cine familiar de los 80 y los 90, una historia dinámica y vistosa, añade unos personajes que van de frente y culmina con una resolución que, pese a meterse en un embrollo innecesario, acaba por ser satisfactoria.
Grijander
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3
24 de noviembre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Focus es una película de género indefinido que oscila entre el thriller y la comedia para no decantarse al final por ningún camino claro.

Glenn Ficarra y John Requa dirigen Focus y lo que hacen es, básicamente, convertir toda la película en un enredo. O, para ser más exactos, en un engaño. El guion, que ellos mismos escriben, no tiene demasiado que ofrecer y, además de nacer ya estancado, deja a la vista muchas flaquezas. Ficarra y Requa aburren durante un altísimo porcentaje de la duración de la película, pensando en un final que en sus mentes debió quedar muy espectacular pero que en la realidad se resume en una palabra: trampa. Hay mucha trampa en Focus y, hasta cuando no está pasando nada (que como digo es durante casi todo el rato), lo que ocurre es que la atención de los directores está en mentir al espectador. Los magos distraen con una mano y hacen el truco con otra, como los estafadores, y Ficarra y Requa tratan de hacer magia pero nos cuelan una estafa de la leche a base de situaciones que, analizadas cuando se ha visto el final de la película, carecen de sentido más allá del hecho de engañar al espectador de forma descarada. Ficarra y Requa no son sinceros y, al menos en este caso, demuestran poca inteligencia a la hora de esconder su gran truco, ya que éste aparece bajo una serie de escenas amañadas en la que no es que se nos oculte información, sino que directamente se nos dan datos que no se corresponden con la verdad. Ese es un tema que me quema mucho, personalmente. Solamente queda, en el plano positivo, la originalidad del truco en el estadio de fútbol americano. Nada más. Absolutamente nada.

Will Smith y Margot Robbie protagonizan la película y sobre ellos recae la parte cómica que tanto peso tiene (y tan mal metido está) en la película. Will Smith, que hace el papel que lleva años interpretando, está bastante correcto. Margot Robbie queda un poco pegote en ocasiones, pero cuando se junta con el Príncipe de Bel-Air, la cosa mejora, aunque cuando más luce es en las escenas que protagoniza junto a Adrian Martinez, que hace mejorar la película con sus apariciones y hace lucir sus escenas cómicas más como sketches que como partes de un todo. BD Wong está memorable en la mejor escena de la película, Rodrigo Santoro muestra un nivel muy bajo y Gerald McRaney se muestra solvente pese a la absurdidad que rodea a su personaje.

Resumiendo: Focus miente al espectador a la cara y trata de dejar un final de capa sobre capa en el que todos queden sorprendidos, lo cual resulta incluso ofensivo en vista de la escasa inteligencia mostrada por sus directores en esta ocasión y el poco respeto que muestran al público, que con dos dedos de frente y medio minuto para pensar, es capaz de encontrar las vergüenzas de esta atronadora estafa.
Grijander
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5
16 de noviembre de 2015
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Musarañas es una de esas películas del nuevo cine español, el que ya no se atasca en los semáforos de siempre. Un producto bastante comercial con mezcla de géneros que trata de hacer pasar un mal rato divertido.

Juanfer Andrés y Esteban Roel debutan en el largometraje con una película que produce Pokeepsie Films, productora propiedad de Álex de la Iglesia y Carolina Bang. Aunque el dato parezca de pedante sabiondo, es necesario decir eso para entender hasta qué punto el universo de Álex de la Iglesia está presente en la película. No me cabe ninguna duda de que el productor dejó campar a sus anchas a sus dos nuevos padawans, como tampoco dudo en ningún momento de que el gusto de las dos partes es bastante similar y los que aquí dirigen querían agradar a su padrino. Es por eso por lo que en Musarañas vemos mucho momento que podría encajar en El día de la bestia o en Balada triste de trompeta, por poner un par de ejemplos. Andrés y Roel tienen calidad y parecen inteligentes a la hora de contar su película, pero se topan con el inesperado muro formado por su propio planteamiento que acaba siendo un camino de entrada en el que la salida ha sido tomada ya muchas veces. La película cae pronto en la repetición y en la previsibilidad y no por mucho repetir el mensaje acaba calando más hondo en el espectador. Más bien nos cansa. Hay que destacar un apartado de maquillaje y peluquería soberbio y un gran trabajo con los decorados, así como la habilidad de Andrés y Roel para que en cámara todo se funda de forma trabajada.

Macarena Gómez hace el que probablemente sea su mejor trabajo. Cuesta no temer la desquiciada mente de quien no vive en el mundo real y ella lo expresa con una habilidad impresionante a pesar de que su personaje acabe cayendo en bucle. Nadia de Santiago está también a un nivel muy alto y, aunque perdería en una hipotética comparación, acaba siendo un buen contrapeso cuando une fuerzas con Hugo Silva, que sin brillar de forma escandalosa, cumple con lo que se le pide. Las apariciones del gran Luis Tosar y la enorme Gracia Olayo completan el reparto.

Resumiendo: Musarañas es un intenso pero irregular ejercicio de tensión que acaba por perder fuerza a causa de su constante intento de demostrarla. Se repite y lo hace en abundancia, pero la dependencia que tiene la película sobre los hombros de una brillante Macarena Gómez resulta ser un afluente positivo para encauzar las aguas que se duermen a mitad del río.
Grijander
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4
15 de noviembre de 2015
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Horns es una película sobre la venganza revestida con un traje de humor y fantasía y maquillada con polvos de thriller. Adapta una novela de Joe Hill.

Alexandre Aja no puede evitar eso que lleva dentro y que le lleva a querer gustar a todo el mundo. En Horns vuelve a intentar ser magnífico en cada tramo de la película, sea éste del género que sea, y acaba cayendo en una singular monotonía que aleja a la película del dinamismo de su historia. Aja nos lo da todo metido en bucle y convierte los segundos en minutos en algunos momentos, sobre todo a partir de la mitad de la película. Aunque empieza bien y aprovecha el efecto sorpresa de la propuesta, no tarda en desmoronarse ante una preocupante falta de ideas que acaba sepultando el producto bajo el peso de la rutina, por muy sobrenatural que ésta sea. Aja funciona medianamente bien en el decorado de thriller que monta para su historia, pero no lo hace tanto para preservar los secretos de la misma y eso acaba dejando ese apartado, tal vez el que más a la vista está de todos, en un resultado regulero.

Daniel Radcliffe hace uno de sus mejores trabajos, o tal vez el mejor, en este mundillo que es el cine. No significa que sea bueno, pues el actor inglés no puede evitar esa mueca de apretar los dientes y mover compulsivamente las cejas en cada escena, pero al menos está mejor que en la mayoría de sus apariciones. El elenco de secundarios lo componen Kelli Garner, muy acertada aportando cosas a su personaje, Max Minghella, que se muestra bastante indiferente, Joe Anderson, con buen trabajo en las escenas que capitanea y Juno Temple, que mejora la película cuando aparece aunque su personaje tenga más importancia implícita que en el escarate. Nombres como David Morse o James Remar completan el barco con unos trabajos notables.

Resumiendo: Horns es casi un aprobado en la mayoría de facetas que toca, siendo algo más en algunos momentos (como el principio del thriller) y algo menos en otros (como la insoportable comedia). Alexandre Aja da en Horns otra muestra de que no tiene el nivel que algunos le atribuían en el (para mí infumable) exitoso remake de Las colinas tienen ojos.
Grijander
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6
13 de noviembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Machete Kills es la segunda película sobre ese hombre que fue agente federal y acabó convirtiéndose en leyenda llamado Machete.

Robert Rodríguez dirige (esta vez en solitario) este segundo viaje por el mundo de Machete y lo hace llevando las gamberradas y el surrealismo a un nuevo nivel. Si el tráiler que nos mete antes de empezar la película puede parecer una locura, Rodríguez lo convierte en realidad con una historia que empieza desde abajo y va subiendo escalones hasta colocarse en pleno viaje al espacio. El guion de Kyle Ward, que sustituye en ese apartado a Robert y Álvaro Rodríguez, nos trae un desarrollo en el que nada tiene sentido pero en el que, mejor o peor, todo encaja y acaba teniendo al menos una razón de ser. Lo que sorprende de Machete Kills es que el momento en el que un mexicano que va con un machete repartiendo mandobles acaba con armas futuristas yendo al espacio resulta estar muy bien traído. La locura tiene sus reglas en Machete Kills y eso es algo muy elogiable puesto que estamos acostumbrados a ver intentos de crear normas propias que acaban siendo víctimas de las trampas de sus creadores, habituados a saltárselas. Rodríguez, con el guion en la mano, lo que hace es dar sangre, mamporros, tiros, machetazos y violencia gratuita y divertida a raudales.

Danny Trejo sigue haciendo de Danny Trejo y eso, obviamente, se le da de putísima madre. Michelle Rodríguez y Jessica Alba siguen con dos trabajos muy flojos, pero lejos de dar la vergüenza que darían en otro tipo de producciones, aquí encajan como anillo al dedo, lo que podría aplicarse también a Amber Heard. Mel Gibson se mete unos cuantos billetes en el bolsillo y se lo pasa bien haciendo de malo absurdo con el don de ver el futuro y consigue que nos divirtamos con él. Sofía Vergara también disfruta y trae vitamina pa' los pollos en cada escena para todo hombre que asista al espectáculo. El reparto se completa con las divertidas (aunque unas más afortunadas que otras) apariciones de Antonio Banderas, Cuba Gooding Jr., Lady Gaga, Charlie Sheen o Tom Savini entre otros. El trabajo de Demian Bichir, para concluir, es una auténtica maravilla.

Resumiendo: Machete Kills está ahí para divertir a los que se divierten con ella. La saga Machete es el frenesí liberado de Robert Rodríguez y será una mierda para aquellos a los que no guste este tipo de barbaridades, pero para los que disfrutamos de las atrocidades sin sentido conscientes de sí mismas y destinadas a hacer reír, tenemos aquí un caramelito.
Grijander
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