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Historias de terror

Terror. Thriller. Intriga Tres historias de terror basadas en tres relatos de Edgar Allan Poe (1809-1849). Vincent Price es el protagonista de los tres episodios. En "Morella" interpreta a un hombre obsesionado por la idea de que su hija es la responsable de la muerte de su esposa. En "El Gato Negro", una pareja de amantes adúlteros son enterrados vivos por un esposo celoso. Y en "El Caso del señor Valdemar", a un brujo que condena a un inocente a sufrir un ... [+]
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Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
4 de agosto de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La vigilia, el estado perfecto para convertirse en el espectador de ciertas historias, historias de traición, culpa, muerte, terror en estado puro.
Cuando ya no sentimos el frío más que en los rincones de nuestra inconsciencia, es el momento en que el terror se adueña de nuestro espíritu y posee nuestros sueños..."

La muerte, presente, palpable y cercana, nunca lo estuvo tanto en la filmografía de Roger Corman como en su saga "poeniana", que infatigable proseguía por su cuarto asalto retomando al genial Richard Matheson y a Price como líder del reparto tras el paréntesis en ciertos términos que significó la por desgracia poco reconocida "El Entierro Prematuro". Se va a tomar el dúo creativo una licencia más en este ciclo, y es la de llevar a la pantalla no un cuento del autor de Massachusetts, sino varios, abrazando, como de costumbre, la libre adaptación.
Un castillo en su apogeo de putrefacción a orillas de un mar agitado y siendo visitado por un viajero anónimo vuelve sobre el escenario y la situación más conocidos de dicha saga, con el actor encarnando a otro aristócrata hundido en su tormento y rodeado de opresión. Corta recreación de "Morella" dejando el protagonismo a aquel bebé nacido del moribundo cuerpo de la mujer que daba título al texto, llamado Lenora (mencionada en "The Raven" y "Eleonora", viéndose ambos personajes resignados ante la llegada de la muerte). El cadáver descompuesto de la esposa, símbolo de culpa; la belleza de la joven, símbolo de la traición...

Por primera vez, como irá ocurriendo, los espíritus no germinan de la perturbación de la mente en esta atmósfera de registros escalofriantes y ambiente tétrico modelados con aguda elegancia por el maestro Daniel Haller, sino que se personan y su venganza es parte esencial de la tragedia; oscuro melodrama, confusión de identidades, fallecimiento prematuro, el hundimiento de otra casa. Corto pero intenso y por encima de la teatralidad de Price destaca la visceralidad de la ex-"Miss EE.UU." Mary Leona Gage; pero lo más destacado es lo que acontece justo después...
La reimaginación de "The Black Cat" de Matheson resulta un auténtico chasco; Peter Lorre en su faceta más desagradable y repulsiva, tanto como el cuento en que se inspira el guionista (uno de los más desagradables y repulsivos del autor y el género de terror), que decide enlazar a "The Cask of Amontillado". Curioso cómo estos dos relatos, donde la culpa, el tormento, el sufrimiento y la muerte se muestran terribles, acaban escorados hacia el humor, pérfido y negro, con el que Corman disfruta experimentando, así como con una inventiva visual dinámica y fresca; se cruzan los personajes de Montresor y el narrador anónimo del primer texto y Fortunato y Luchesi, ambos pertenecientes al segundo.

Tal vez resulta conveniente que se opte por una desviación cómica, pues si algo consigue Matheson es capturar la manera maliciosamente divertida con que Montresor narra al anónimo receptor el asesinato de un hombre, aquí interpretado por un Price que, como Lorre, se autoparodia sin vergüenza alguna, logrando ambos una encarnación delirante y una química sin igual. No obstante esta segunda parte comete el error de ser la más extensa de la antología, y su ritmo, aun amparado en el humor y la intriga, se estanca en el tedio de una trama incómoda por su exposición repugnante del maltrato (conyugal y animal), el alcoholismo y la psicopatía sin justificación (de borracho a homicida hay un puente, y se cruza como si nada).
El tramo último, impactante y surrealista, la salva de la quema pero no del mal sabor que deja (el protagonista jamás sentirá remordimiento por sus crímenes...). Por suerte un último cuento recupera el tono serio de la saga, versión algo más elaborada de "The Case of M. Valdemar", extraña obra donde Poe jugó con la realidad científica, la metafísica, la tan controvertida hipnosis, la enfermedad y la capacidad de comunicarse con el espíritu en plena consciencia aun ya separado del cuerpo, en un relato de prosa cruda y macabra.

El clásico narrador anónimo que practica la hipnosis y controla la mente de Valdemar con motivos científicos se torna en desquiciante antagonista, enfrentándose los veteranos Basil Rathbone y Price en uno de sus mejores papeles, si bien no muy distinto de los previos; pero aquí la muerte no es motivo de paranoia o locura, más bien se acepta de un modo apacible y resignado. El enemigo es el científico-hipnotizador, llamado Carmichael, que ejerce su fuerza y su conocimiento para aprisionar el alma del pobre enfermo, a quienes se unen dos secundarios conocidos que toman el lugar del espectador: una esposa torturada (Helene) y un sensato doctor (James).
Vuelve la atmósfera que desafía la capacidad respiratoria y las pulsaciones: una concentración ominosa de odio, ambición, cinismo y demencia entre esas paredes que son las que guardan con celo el cadáver del muerto/no-muerto; un monstruo de apariencia humana que juega a ser Dios manteniendo el espíritu en una zona recóndita entre el reino de los vivos y los muertos; mientras tanto se perfilan los ribetes, aunque leves, de una intriga romántico-trágica cuadrangular de la que sólo se puede esperar una resolución fatal y un clímax violento.

De hecho éste, dotado de la irrupción de lo paranormal y una terrible venganza de ultratumba, llega a convertirse en uno de los momentos más memorables no sólo de este film, del ciclo "poeniano" o de la carrera de Price (brinda una actuación magistral) sino de todo el cine de terror de la década (y de cualquier década, si me apuro).
Pero "Historias de Terror" no causó el mismo impacto en la crítica que sus predecesoras, y eso que tuvo una increíble recepción de taquilla y quedaría entre los títulos más conocidos de la serie; la culpa recae por entero en su segundo relato, sin despreciar el trabajo de Price y Lorre (explotado así en la posterior "El Cuervo").
Chris Jiménez
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21 de agosto de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La trama de este film está dividida en tres relatos de Edgar Allan Poe.

El primer relato "Morella" son apenas 4/5 escenas en las que se nos presenta a los personajes y el conflicto de una forma muy directa. Es decir, en la segunda escena ya nos encontramos en el clímax del arco de los personajes y de su conflicto, esto con apenas diez minutos de metraje.
Aún así la adaptación es efectiva (ya que se entiende a la perfección y no deja cabos sueltos) y todos los departamentos juegan lo mejor que saben teniendo en cuenta que Roger Corman trabajaba casi siempre con presupuestos bajos. Para mi de los mejores relatos ya que los personajes femeninos no tienen un papel pasional.

En la segunda historia nos encontramos con "El Gato Negro", mezclada con otro relato de Poe "El barril de Amontillado". Creo que Peter Lorre hace un papel magnífico y muy complicado (ya que interpretar a un alcohólico que siempre va borracho durante 50 minutos de metraje y que sea creíble no me parece tarea fácil).
Por otra parte a Vincent Price se le ve demasiado cargado como catador de vinos, pero pienso que Corman quería llevar al personaje a la caricatura al igual que lo hacía con los demás personajes franceses.
El ritmo en este segundo relato se diferencia tanto del primero (a nivel de METRAJE) que descoloca al espectador y hace que a veces la película se vuelva pesada.
Por otra parte, chapó a los efectos de montaje y transiciones por mantener la línea temporal intradiegética de la historia a un nivel dinámico y no hacerla más pesada de lo que podría llegar a ser.

Por último tenemos el relato de "La verdad sobre el caso del señor Valdemar" quizá el relato favorito de los fanáticos de Corman, ya que esta vez si que narra la historia a su forma sin cortes abruptos en la adaptación.
Este relato se ve enriquecido por la cantidad de personajes que tiene y su profundidad. A parte que Edgar Allan Poe nos deja algún que otro plot twist sorprendente.

En general todos los departamentos están trabajados a la perfección según el presupuesto. La dirección es magnífica al igual que los intérpretes.

Creo que el fallo de esta película se encuentra en que las historias son muy diferentes no solo a nivel de trama si no de duración real y de ritmo.
Si estuvieran estructuradas cada una con una duración de 45 minutos (por ejemplo) el espectador no se despistaría tanto y no tendría la sensación de que "esto a veces se me hace corto porque realmente es corto y esto se me hace largo porque lo otro es demasiado corto".
Aunque estén realizadas con un guión casi perfecto y que sean buenas, no podría decir que esto es una película sino un mix de historias con unas pautas muy exigentes y concretas por parte de la productora. ´

Creo que tanto Corman como todo el equipo se vieron obligados a adaptarse a un encargo muy exigente, y aún así, lo defendieron muy bien.
Ricard
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27 de febrero de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con cuánto cariño evoca uno el nombre de Vincent Price. Sentí miedo en su momento con estos Cuentos de Terror. Recuerdo bien esa noche, hace ya tantos años. No sólo sensaciones sino imágenes me han quedado grabadas en la memoria: castillos en llamas, un sobrecogedor gato negro, las visiones tétricas de un demente alcohólico, su cabeza yendo y viniendo como una pelota, un cadáver viviente irguiéndose lívido en busca de su derecho a morir... Poe, Price, Corman, nombres y tiempos que no volverán, pero quedarán sin embargo para siempre.
Danivtar
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13 de marzo de 2023
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Una fascinante antología de la literatura de Edgar Allan Poe, pero que no deja de ser uno de los peculiares filmes de Roger Corman. A diferencia de las películas anteriores de Corman, este tiene una cierta elegancia que sirvió de conducto para que Corman pudiera traer a la pantalla otras adaptaciones de Poe que tienen un buen encanto. Sin duda lo mejor que esta película tiene es Vicent Price que cumple su rol como icono del terror de la época. Bueno, el maquillaje de Price en el último segmento es demasiado obvio, al igual que los demás efectos que se usaron en la película, pero bueno, no existía mejores efectos en aquel momento. Por más que la película está bien y es decente, la forma en los relatos fueron adaptados hacen que difieran un poco de los textos originales, especialmente el de El Gato Negro, ya que tiene una historia muy diferente a la del texto y es más una comedia de humor negro que una historia de suspenso. La película no cumple muy exactamente su rol como película de terror por como se ejecutó, pero el film disfrutable para los que aman las películas viejas o para aquellos que son fans de Roger Corman o Vincent Price. Una película que vale la pena ver en ese aspecto y por eso la califico con un 8/10.
Elvis Del Valle
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2 de septiembre de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nostalgia de otro tiempo.

Vincent Price, ese rostro diablesco, afilándose el bigote, sorbiendo de la cuchara de plata.

La escena de la cuchara de plata, se me quedó grabada en la memoria. Es una de las imágenes icónicas que el cine dejó grabada en mi materia gris. ¿Por qué será?

De pequeño, hasta los 9 o 10 años, este cine era lo más, para mí. Con qué poco se abastecía la imaginación.

Las historias de Poe, un referente primerísimo. Varios cuentos en un metraje, era como 3 por el precio de uno.

En el cuento de Valdemar, esa máquina de colores, su enigmático giro… todo tan sencillo, y tan sugerente… me atrae más ese pequeño artilugio giratorio antes que el entramado tecnológico entero de toda la saga de la guerra de las galaxias.

Por aquel entonces, uno se tapaba los ojos para no ver alguna terrible escena que estaba por acontecer. Y es entonces que uno se perdía media película, jajajaja.

Había también por entonces un cierto machismo incrustado, algo que daba cierta “casposidad” a algunas escenas compartidas por ambos sexos, era la ideología institucional instaurada… al igual que hoy día han instaurado otra, otra ideología institucional.

La mente de un niño, presta para quedarse con lo más valioso: El dibujo creativo e imaginativo del mundo de Poe, tan seductor, tan misterioso.

Las telarañas, los ruidos, los gestos extraños. Todo te ensimismaba, te arrastraba por los terrenos de lo inquietante y desconocido.


Y ahora, lo vuelves a ver, sin resquicios apenas de aquella mente infantil. Ves el cartón piedra. Los dibujos gastados. El maquillaje barato. El anzuelo de la chica guapa. La araña de plástico. Algunas interpretaciones amateur.

Por lo que una vez me dio y no me volverá a dar; por rescatar a Poe; por su falta de pretensiones; en realidad… por nostalgia. Un 5.
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