Sexo fácil, películas tristes

La verdadera luz de la película es Marta Etura (que ya dio rienda suelta de su capacidad para poner tonto a cualquier tipo normal en la genial “La vida de nadie” con José Coronado). La historia es curiosa y tiene puntos fuertes. Pero lo mejor es la parte escrita estilo guion de peli por Ernesto Alterio, donde los protagonistas son Quim Gutiérrez y la Etura (mujer capaz de enamorar hasta a un malsano demonio), y su historia de amor. Hacen una bonita pareja y al final, queda muy bien todo, pero claro, es una historia dentro de la historia principal que es la de Alterio y la chava argentina que hace de su mujer. Carlos Areces da un contrapunto muy bueno con su forma de actuar tan peculiar. La peli no es tanta cosa, pero si eres algo adicto a las historias de amor te va a gustar muy probablemente.

Tuve que verla con interrupciones, y perdí parte de su magia por ello, pero bueh!, no estuvo mal. La verdad es que esperaba ver una matraca infumable (que, la verdad, es lo que suele presentar el cine español siempre, pero no, me he encontrado con esa mierda habitual del cine patrio). La cinta presenta una historia potable y si bien deja algún cabo suelto (como lo que pasa con la chica de aspecto raro que se mete en las dos historias detrás de las dos figuras masculinas protagonistas), es bastante buena. Un 6!

De todos modos, la mitad de la peli es el encanto y el cuerpo trabajado de una Etura muy guapa. Si te gustan las mujeres con cierto trabajo de gimnasio en el cuerpo y talante amable en las historias ficcionadas saldrás encantado (fetiches que tiene uno)… ¡Já!

El recientemente galardonado con el premio a mejor actor en el Festival de Málaga, el hispano argentino Ernesto Alterio, protagoniza una comedia romántica acerca de un escritor/guionista en horas bajas que trata de confeccionar un guion de cine para una comedia romántica. La película, dirigida por el novel director argentino Alejo Flah (autor del cortometraje ‘Vivir de negro’ en 2010), aborda temas como las relaciones de pareja, la crisis matrimonial a los cuarenta sin dejar de lado una crítica hacia la complicada y precaria situación del cine argentino hoy en día. ‘Sexo fácil, películas tristes’ no será una película que sorprenda por lo que cuenta ni por sus personajes sino que será una película levemente distraída que no pasará a la historia y que cuenta con un interesante reparto aunque irregular en ciertas ocasiones.

La película narra paralelamente la vida de Pablo (Ernesto Alterio), guionista argentino de prestigio que no está pasando un buen momento tanto profesional como personal, al cual le encargan la confección de un guion romántico. La crisis matrimonial y económica que está atravesando le complica la frescura e ingenio necesario para su realización, y todo ello a pesar de tener la intención de confeccionar una historia muy estándar y que cumpliera con los cánones más comunes del género. La película desarrolla paralelamente tanto la vida de Pablo -su relación con el productor del film, y sus problemas personales- como la historia que va escribiendo. Dicho guion se desarrolla en Madrid y cuenta la relación amorosa que entablan Marina (Marta Etura) y Víctor (Quim Gutiérrez), dos jóvenes solteros que no han encontrado hasta el momento el amor de su vida y que tienen dos curiosos amigos (Carlos Areces y Bárbara Santacruz).

La película parodia ciertamente el cine de género romántico aunque en realidad se argumenta en torno él, así como a sus circunstancias y tópicos. Interesa sustancialmente mucho más toda la vida del escritor, principalmente por las -mucho más convincentes- interpretaciones de sus actores. Se disfruta y se siente mucho más real la relación que el escritor mantiene con su amigo productor (Luis Luque), su mujer (Julieta Cardinali) y su antigua amiga de juventud (Mónica Antonopulos), que todo lo relacionado con la historia de amor entre Víctor y Marina, y todo ello a pesar de que las mejores escenas del film -o al menos las más divertidas- se produzcan entre los amigos haciendo footing en el Retiro (Quim Gutiérrez-Carlos Areces).

Quim Gutiérrez está estupendo en su papel, aunque está empezando a correr el riesgo de encasillarse en esos papeles cómicos/acelerados con facilidad al llanto, y Marta Etura revela una facilidad para la danza clásica muy interesante, aunque sin embargo flojee interpretativamente a la hora de mostrar su lado más sentimental o dramático, algo quizás motivado por una mala dirección de actores del inexperto Alejo Flah. Mención merece la destacada banda sonora de Julio de la Rosa, muy de comedia romántica de situación y que desarrolla de una manera inteligente.

La película va claramente de más a menos, terminando por provocar el desinterés del espectador, siendo generado por la menor originalidad de su último tercio. Levemente distraída y con un reparto destacado pero que no generará admiración.

Lo mejor: Ernesto Alterio y en general el reparto argentino. La extraña pero atractiva indumentaria de una espectacularmente guapa Marta Etura.
Lo peor: No innova ni emociona.

Valoración:
Banda sonora: 6,5
Fotografía: 6
Interpretación: 6
Dirección: 5,5
Guion: 6,25
Satisfacción: 6
NOTA FINAL: 6

@hilodeseda - www.habladecine.com

La tercera vez de estos dos grandes actores se hace de rogar sólo un año tras Los últimos días, y llega diez después de la enorme AzulOscuroCasiNegro. Con ellos, el divertido Carlos Areces, la guapa Bárbara Santa-Cruz y el maestro Ernesto Alterio la peli no podía decepcionar. Cumple con creces, entretiene y deja buen sabor de boca. Muy recomendable.

Estupenda comedia dramática, donde se cuentan varias historias, además de hacer un guiño al cine dentro del cine. Huyendo de los tópicos, sus estupendos actores (donde destaca Ernesto Alterio), elaboran una muy entretenida trama, o lo hace un director a quien seguir la pista, donde tres historias de amor son contadas de diferente manera. El punto cómico lo pone un Carlos Areces, al que sólo le hace falta soltar una palabra para provocar la risa instantánea. Muy recomendable.

Leo las críticas de los medios y me encuentro que casi todos los de derechas, tienen algo que objetar a una película entrañable, apolítica y de muy buena factura. Son dos películas en una ( una española y una argentina) fundidas magistralmente por un un director y guionista talentoso.
Parece que las reseñas que ponen pegas a la película están pasando factura a un colectivo siempre arisco con las derechas institucionales. De otra forma no se entiende que esta comedia romántica dulzona, con un humor delicado y unas excelentes actuaciones reciban las objeciones de los medios más retrógrados y derechosos. Sólo El País ha sido, no sólo condescendiente, sino hasta entusiasta de este trabajo que recomiendo.
Una pega tiene sí, y es que a los que no están acostumbrados al deje argentino, y a un sonido mejorable, encontrarán arduo comprender algunos pasajes. Por lo demás: ¡Chapeau!