Most Beautiful Island

Ana Asensio está simplemente arrolladora en su triple faceta de actriz, guionista y directora. El argumento contiene algún elemento autobiográfico. Como productora independiente tardó diez años desde que empezó a escribir la historia hasta que finalmente se pudo estrenar la película, rodada en inglés. En España se proyectó sin doblar. Por fortuna el esfuerzo y la tenacidad se vieron recompensados al ser merecidamente premiada la obra. El film es algo más que un drama social, donde se plasma la dureza del mundo laboral en EE.UU para los sin papeles. Además, hay una interesante trama asociada, propia del cine negro clásico. Algunos escenarios recuerdan a "Eyes Wide Shut" de Kubrick (1999), aquí en versión mafiosa de bajos fondos. Con esta producción la realizadora se sitúa a nivel de lo mejor del cine español actual. Muy recomendable.

Luciana es una española que malvive en Nueva York mientras trata de recuperarse de un hecho traumático. Un día accede a la invitación de su amiga Olga y se presenta en una fiesta donde nada saldrá como espera.

Ana Asensio dirige, escribe y protagoniza una película original y atractiva, rodada con escasos medios, con cámara en mano. Lo que empieza como un drama acerca de las dificultades de ganarse el pan en “La Gran Manzana”, de tono naturalista, deriva luego en un viaje al lado oscuro de la ciudad, se transforma en un thriller psicológico de aspiraciones humildes, pero tremendamente efectivo.

Así, asistimos a una pesadilla, un descenso a los infiernos en toda regla, áspero, crudo, perturbador, cimentado en una atmósfera malsana, sazonado de una visión pesimista, concentrado en unas escasas horas: apenas un día en la vida de una inmigrante. Un film muy disfrutable con un impactante último tramo.

"Most beautiful island" guarda todas sus cartas para cierta escena de alta tensión, que como tal, cumple. Pero hay dos problemas: uno, es previsible desde bien pronto que la historia va a tirar por que la protagonista se meta en un lío del estilo; y dos, todo el desarrollo previo se siente forzado, con interpretaciones y situaciones poco naturales que más que sumar, restan. Por lo tanto, inviertes tu tiempo para, total, no llegar a empatizar con el personaje y que sencillamente te importe bien poco lo que le pase.

A pesar de que le falte oficio en todos los aspectos, es una película honesta, que trata un tema peliagudo y puede ofrecer algo distinto al resto de la cartelera.

Se vende como thriller, pero por quince minutos de tensión tenemos una hora de insulso drama social, una nueva ración de acostumbrado victimismo infundado, recurso que en los últimos años supone una auténtica mina de oro para el cine independiente. Lo de siempre, mucha pobreza y poco guión (de momento, como pretexto parece funcionar, la crítica está de su parte), y tensión, concretamente muy poca.

De hecho lo poco bueno que tiene es robado de películas más efectivas en su género, como por ejemplo 'Would you rather' (2012), cinta que escenificaba el encierro de un grupo de personas por parte de unos anfitriones cuya diversión consistía en un siniestro juego que tenía como mecanismo hacer que todos los participantes acabasen muertos menos uno, el cual se llevaría una cuantiosa suma de dinero (no sin antes haber dado el agradecimientos correspondiente a los organizadores) y se iría por la puerta. Puestos a copiar, ya podrían haber incorporado al menos la mitad del carisma que desprendían los personajes de aquella película (en especial, los aterradores anfitriones), pero ni mucho menos es el caso.

Hay que aplaudir la opera prima de Ana Asensio por varias razones: la primera y fundamental porque es una buena película. Su fotografía (en 16mm) es excelente (con grano, nerviosa), y aporta, desde su técnica visual, el complemento perfecto a lo que quieren contarnos. Pocos diálogos y pocos personajes: el principal, Luciana, interpretado y autodirigido por la propia Asensio, se erige prácticamente en protagonista único, y lo acompañamos sin descanso durante toda la historia. Con un estilo docurrealista, el film empieza mostrándonos las interioridades de un NY hostil para con los inmigrantes, así como las penurias por las que atraviesa Luciana y cómo tiene que ganarse la vida (genial la escena con los niños). Apenas hay desarrollo, no hay tiempo; pasamos de conocer y acompañar a Luciana en su dura cotidianidad a adentrarnos en lo que viene después. Un larguísimo acto final (casi media película) con tensión de thriller in crescendo que no defrauda. Por poner un par de peros, echo en falta algo más de desarrollo, y más cuidado en abrir subtramas con más peso específico. Se nota que adolece de una estructura básica de guión (dirigir, producir, interpretar, escribir… todo no puede salir perfecto). La segunda razón por la que hay que aplaudir (y apoyar) la peli de Asensio es por cómo se ha llevado a cabo. Ella se ha buscado la financiación y los apoyos, en EEUU, claro. Lo intentó en España pero no lo consiguió (qué raro). Lo logró al otro lado del charco, la rodó en inglés, la película ha sido multipremiada y aquí, tiempo después, solo ha llegado a circuitos reducidos de VO. Así está el cine patrio.