Jamón, jamón

Cutre, antierótica, pretenciosa y deliberadamente vulgar.
La apoteosis de lo que coloquialmente se conoce, con índole obviamente negativa, como cine español. ¿Que es una crítica? Tal vez Bigas Luna pretendiese eso en vez de hacer más pseudoporno para la gran pantalla y así seguir con las bases de un cine frívolo que tiene tan mala fama (y con razón), pero yo únicamente he sentido vergüenza ajena y propia. ¿Que dio a conocer a los sobrevalorados Penélope Cruz y Javier Bardem? Si yo fuese uno de ellos lamentaría aparecer en el reparto de esta película. ¿Que "incluso" homenajea a un cuadro de Goya? Por favor. Ese duelo de jamones es el resumen perfecto de la mierda infumable que es esta película, y si Goya se levantase y cometiese el error de verla, probablemente vomitaría.
Incluso hay gente que se atreve a comparar a Bigas Luna con Almodóvar. Por favor, ¿en serio me van a comparar la dirección de Yo soy la Juani con la de Mujeres al borde de un ataque de nervios? Pobre Pedro.
Lo mejor es Penélope Cruz en su primer papel (lo cual no es que diga nada bueno de lo demás), aunque su personaje tiene la profundidad de una piscina para niños. Lo de que el chuloputas ibérico de Bardem sea torero es el súmmun, y la escena del loro y el tío cascándosela es sencillamente asquerosa. Interesante como Bigas Luna te planta 6 personajes estereotipados y no te identifiques con absolutamente ninguno, ni entiendas qué coño hacen ni por qué lo hacen.
Interpretaciones antinaturales y forzadas, un plano de los huevos del toro de Osborne, un diálogo basado en continuas alusiones sexuales, las tetas de Penélope Cruz y una trama inconexa llena de topicazo tras topicazo sin ninguna clase ni sentido.
En fin, podría seguir detallando la mierda de cine que hace Bigas Luna y que corona con este intento de película que se queda en puti culebrón ibérico, pero ya he perdido 2 horas viéndola.

A chica le atrae chico pero esta de novia con otro que se acuesta con otra, y los padres de dichos novios también tienen sus conflictos amorosos sexuales.

Melodrama o intento de, con toques de parodia y bastante estereotipo ibérico, donde lo que verdaderamente le interesa a Bigas Luna es lo de siempre, la carne, el cuerpo de Bardem y el de Cruz, entrelazados, desnudos, dándose lamidas y tocándose por todos lados, el resto de la historia aparte de mi pequeña sinopsis, es cualquier cosa, mezcla de sexo, con un lenguaje caprichosa y artificialmente soez que no le aporta nada, y todavía menos le aportan ciertas escenas patéticas para tratar de darle profundidad y valor a un film que no es más que una mezcla de culebrón con dosis de porno suave.

Estamos viviendo tiempos delicados, donde el nivel de susceptibilidad es muy elevado. He leído que una plataforma streaming ha quitado de su lista de títulos "LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ" por algo relacionado con el racismo.

A Penélope Cruz, Javier Bardem la llama jamona, un piropo que hoy podría denunciarse... ¿No atenta esta película contra la dignidad de la mujer? ¿Debería también prohibirse? Es una pregunta. A mi me gustaría que el cine conservara su independencia creativa, porque sabemos que es arte, y el arte debe ser valorado por los espectadores, que según su criterio la situarán donde merece.

La película es una telenovela corta, de alguna manera incisiva y con la frescura del momento en que se creó. Existe en ella un gran simbolismo, todo tiene explicación... o mejor dicho, una segunda mirada donde se ofrece otra respuesta a lo allí mostrado.

Exitoso drama erótico festivo dirigido por el perturbado Bigas Luna que sirvió de plataforma de lanzamiento para un trío de primerizos actores que con el tiempo se convertirían en estrellas. Trata de las maquinaciones que lleva a cabo la esposa de un rico empresario para que su hijo no se case con una joven hija de una prostituta porque piensa que ella va tras su dinero. Para ello contrata a un repartidor de una fábrica de jamones que ha protagonizado un anuncio de ropa interior para que se ligue a la chica y de esta manera rompa la relación con su hijo. A partir de ese momento se desencadenará una turbulenta historia de amores, celos y venganzas de inesperado final.

Uno de los principales atractivos de la película es un joven Javier Bardem que con a penas 23 años realizó un excelente trabajo encarnando convincentemente al prototipo de macho ibérico español. Penélope Cruz es la bella joven en disputa y también está magnífica como atormentada e ingenua muchacha con la que juegan miserablemente. Por su parte Jordi Mollá también se luce en el papel de hijo de papá pusilánime y putero dando sobradas muestras de talento. También destacaría la belleza morbosa de la actriz italiana Stefania Sandrelli como la dominante madre cuyas maquinaciones desencadenan todos los enredos de la historia. Juan Diego realiza un breve papel pero siempre es un placer verle por pequeña que sea su aparición.

La trama resulta demasiado excesiva e inverosímil pero la calidad del trabajo de sus intérpretes, la sensualidad y la buena química entre ellos y una acertada banda sonora que incluye temas de Chimo Bayo hacen de esta película una experiencia curiosa. No es una buena película, incluso aunque Bigas Luna no se corta en sus efectismos escatológicos y soeces, Jamón, jamón es una película sumamente original. Es de esas películas que sin ser buenas del todo tienen algo. Su éxito artístico y de taquilla relanzó la carrera de su irregular director que volvería a contar con Bardem para protagonizar su siguiente proyecto Huevos de oro.

Siempre que me pongo a ver una película de cine español contemporáneo, albergo la más mínima esperanza de que me diga algo o enseñe cosas sobre la vida, sentimientos o cultura en general.

Pero esto es como querer acertar cuatro números en la primitiva todas las semanas: sabes que, a lo sumo, esto pasa una o dos veces al año, de la cincuentena de veces que juegas. El cine español, salvo escasas excepciones, no tendría la "marca de la casa" si no meten a algún yonki, alguna puta, algún chuloputas, algún tugurio de carretera, algún folleteo salvaje y una sarta de gilipolleces impensable en un planeta mínimamente civilizado.

En fin, dos horas perdidas de mi vida...y lo peor de todo, es que todavía no me resigno a admitir que tengo el 95% de posibilidades de que cualquier película española que quiera ver sea una mierda absoluta.