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El último exorcismo 2

Terror A Nell Sweetzer (Ashley Bell) la hallan, aterrorizada y sola, en una zona rural de Luisiana. Instalada en Nueva Orleáns, la chica se percata de que no puede recordar casi nada de lo ocurrido en los últimos meses; solo que es la única superviviente de su familia. Mientras intenta a duras penas rehacer su vida, el maléfico poder que la poseyó le tiene reservado un plan tan aterrador que su primer exorcismo no será más que un pálido ensayo ... [+]
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Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
11 de enero de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anteriormente comenté la que me pareció una sorprendente y genuina película de terror poco usual, como es 'El último exorcismo'. Por ello, mucho me esperaba de la secuela, que llegó en 2013 a las pantallas de todo el mundo: 'El último exorcismo 2' (titulada 'The last exorcism. Part II' en idioma original), la continuación de la sorprendente cinta que hacía algunos años nos había llegado a los cines.

Lamentablemente, 'El último exorcismo 2' resulta ser una completamente nefasta e innecesaria secuela del buen producto que fue la primera entrega.

Intentando aprovecharse de las buenas opiniones de 'El último exorcismo', esta 'Parte II' convierte todos los conceptos de la primera entrega en pura bazofia, que termina por convertirse en un intragable amago de película de terror con aires de "sorprender más que su predecesora".

Como si de 'Exorcista II: El hereje' se tratase, 'El último exorcismo 2' resulta ser una completamente innecesaria y bizarra continuación del gran film que fue la primera entrega. Y es que el terror ofrecido en esta secuela se queda corto ante todo lo que nos ofreció el film anterior, a pesar de que el intento de sorprender de nuevo es bastante notorio.

'El último exorcismo 2' parece ser una película hecha sin ganas. Quien sabe si Ed Gass-Donnelly decidió elevar el espectáculo de la primera entrega, o si hizo un mal producto a propósito, porque así lo parece.

Esta segunda entrega es un horrendo intento de continuar una historia que, al igual que la mayoría de productos del terror, habría quedado bastante bien con solo una entrega.

Ashley Bell vuelve en un papel que llega a ser repetitivo, y que parece que la mayoría de gestos que la actriz interpreta aquí hayan sido copiados uno por uno de 'El último exorcismo', porque el personaje se hace todavía más plano de lo que lo fue en la primera cinta.
No Soy Tolkien
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9 de noviembre de 2013
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Nueva entrega de la serie ideada por Eli Roth que pretendía revitalizar el género de los exorcismos aunque definitivamente han acabado por hundir la franquicia y el género mismo en un molesto lodazal sin personalidad. Se nota que en “El último exorcismo 2” hay dinero y algo de talento pero su cansino guión no consigue atrapar nunca al espectador. “El último exorcismo 2” es una recatada secuela que tiene la virtud de huir del falso documental del original pero está lastrada por la lacra de tomarse demasiado tiempo para brindarnos unos sustos que no siempre son efectivos. Es como cuando gastamos semanas y semanas en seducir a alguien que deseamos y cuando lo logramos solo conseguimos un breve beso en la comisura de los labios antes de despedirnos para siempre Las expectativas superan los resultados. En “El último exorcismo 2” da la impresión que nunca sucede nada, está bien rodada pero avanza con tal lentitud y escasez de ideas que uno se plantea si era necesaria una secuela tan lenta y desconectada del original. Respecto a los actores, cumplen con más pena que gloria demostrando que otro de los errores de esta franquicia es su actriz principal: puede que Ashely Bell sea en el futuro una gran actriz pero aun no lo es como para soportar toda la carga dramática de una película de este estilo. “El último exorcismo 2” tiene momentos realmente notables hacia el final de la película pero tenemos que esperar demasiado y la tensión es impostada, falta veracidad y falta nervio. Y lo peor de todo, nunca sabemos si esto es un drama, una película de exorcismos, de brujerías, una comedia o un documental sobre Nueva Orleans hay tanto cruce de géneros que por momentos funciona (la novedad) pero que acaba aburriendo. No es una maravilla pero satisfará a los seguidores y entretendrá moderadamente al resto. Y es que después de ver esta secuela uno añora que realmente la primera “El ultimo exorcismo” no hiciese justicia a su titulo y fuese realmente el último.
El Criticón
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9 de noviembre de 2013
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Y una vez más, con Nueva Orleans topamos. La más decadente, vieja, hundida, húmeda (en todos los sentidos) machacada, farrera y, por supuesto, bella joya de los Estados Unidos. Pregunten a cualquiera -yankee o no- sobre cuál es la mejor ruta para atravesar, de costa a costa, dicho país. Por mucho que el tópico nos lleve a pensar en el número ''66'', la famosa ruta tiene un error garrafal: optar por el norte. Pasar por alto los encantos sureños. Imperdonable. La duda está, pues, entre Chicago y la joya de la corona de Louisiana. Dilema a priori es incómoda; ciertamente peliagudo, pero de nuevo, pregunten a cualquiera, y si tienen suerte de no recibir un escupitajo (o algo más contundente) por tal ofensa, ya pueden ir consultando su brújula, fijarse en su aguja... y correr en dirección contraria. Garantía total de éxito, pues NOLA es algo más que una ciudad de la que guardar un grato recuerdo, es seguramente uno de los pocos sitos del mundo donde la fuerza espiritual late con la misma fuera de los viejos tiempos.

Teniendo esto en mente, la única buena noticia apriorística con la que se presenta 'El último exorcismo 2', aparte de la de volver a contar con la inquietante Ashley Bell como protagonista, es su localización. En la desembocadura del Mississippi han confluido, a lo largo de los siglos, algunas de las culturas más influyentes de la historia de la humanidad, siendo su legado claramente visible en la arquitectura, la nomenclatura de sus enclaves más importantes, en la música, en el inconfundible deje fonético que tienen sus habitantes a la hora de hablar el inglés, el francés, el castellano... o la lengua que se preste en aquel momento. El sentimiento religioso responde también, como no podía ser de otra manera, a la mezcla que ha propiciado la reunión más extraña imaginable de dioses, supersticiones y, claro está, demonios.

Todo cabe en Nueva Orleans; todo entra en su maravilloso caos, incluso (más bien ''sobre todo'') una adolescente que muestra claros signos de desorientación, amnesia y violencia (tanto propiciada como sufrida). Nell Sweetzer, una de las víctimas (?) predilectas del Diablo cuyo despertar hormonal se convirtió en una de las sorpresas más agradables que nos ha deparado el género en los últimos años, vuelve de entre los muertos para darnos más caña y para intentar, por segunda vez, que el ritmo cardíaco registrado en el patio de butacas se pare en seco. Dirigiendo el espectáculo ya no está el talentoso Daniel Stamm, sino Ed Gass-Donnelly, cuyo segundo y más ''conocido'' (es un decir) largometraje podría dar a entender que es el hombre indicado para moverse en el terreno predispuesto para esta nueva crónica satánica.

La irregular pero sugerente 'Small Town Murder Songs' era algo más que el enésimo título sugerente para esconder el enésimo relato criminal. Era la esencia del noir clásico, primero bañada con un poco de american gothic moderno y luego transportada a un profundísimo agujero donde lo terrenal aspiraba a convertirse en algo más trascendente, incluso divino. El estado de ánimo que desprendía aquella extraña cinta no dista demasiado de la propuesta que teóricamente debían tener en mente los responsables de 'El último exorcismo 2' (y que conste que a partir de aquí, cualquier teoría que se aleje del afán recaudatorio entra directamente en el marco del ''mucho-suponer''). Esto es, llevar la que ya puede considerarse como franquicia a unas latitudes que propicien el mínimo exigible a cualquier secuela: ''Más de lo mismo''... y si es mejor, todavía mejor, nunca mejor dicho.

Y ahí está Nueva Orleans, con todo a favor para que se produzca la buena nueva... y con un historial reciente cinematográfico que da miedo. En el peor de los sentidos. Una vez más, el terror parece embriagarse demasiado del ambiente que se respira en tan ilustres mecas de la embriaguez como Bourbon Street, y se queda, en el mejor de los casos, en una promesa incumplida. En la segunda entrega de 'El último exorcismo', desaparece el found footage... y también todas las buenas sensaciones del primer antecedente. No sólo se desvanecen, sino que además parece que lo que realmente se quiere es que caigan en el olvido. La atractiva e inteligente mezcla de terror y comedia mostrada por parte de Stamm se disuelve aquí en el más insípido y monocorde convencionalismo. Puede que el título de la película (incoherente donde los haya, ¿o es que acaso ha cambiado la definición de ''último''?) se solape con el recuerdo de muchos otros... y la ciudad donde se da la acción... y el uso de todos los recursos.

No es una sospecha, es un déjà vu como una catedral. Es la -insoportable- seguridad de comprobar cómo, por enésima vez, se ha pervertido un género que ahora mismo estaría perdido de no ser porque de vez en cuando no fuera rescatado por genios como, por ejemplo, Drew Goddard y Joss Whedon, quienes además de compartir cartel con el filme ahora comentado (para mayor carambola celestial... y para mayor vergüenza de Gass-Donnelly y compañía), dejan claro que determinadas producciones (ejem, ejem...) han cargado tanto el aire de las horror movies (a base de acomodarse en tópicos, clichés, lugares comunes...), que éste se ha vuelto totalmente irrespirable. Lo mismo acostumbra a pasar, sobre todo cuando ataca la humedad (es decir, casi siempre), en Nueva Orleans, cuyo potencial, más allá de algún pequeño oasis de inspiración (véase el desenlace inmediato del exorcismo de marras), y para no desentonar con la tónica de los últimos tiempos, queda acallado por subidas de volumen que buscan desesperadamente el efímero sobresalto de la audiencia, por imágenes prestadas y por brotes de comedia involuntaria.
reporter
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11 de noviembre de 2013
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Mediocre secuela de "El último exorcismo" que algunos han comparado con la subvalorada "Blair Withch 2: Libro de sombras". En ambos casos se abandona el estilo de found-footage de la primera parte para pasar en las secuelas a un estilo de filmar convencional. Sin embargo, a mí Blair Witch 2 sí me gustaba, allí lograron, al menos para mi gusto, hacer algo interesante para continuar el original apartándose de él y consiguieron un filme con personalidad propia que muchos despreciaron ya que por lo visto la peña se esperaba más de lo mismo o que se mantuviera el estilo de falso documental del original y que en aquel momento, eso es cierto, supuso toda una novedad dentro del género terrorífico. En el caso de "El último exorcismo" sin embargo estábamos ante una enésima muestra de ese estilo que de todas formas, y gracias a su efectividad, logró una recaudación más que aceptable. Así pues Eli Roth (responsable de los "Hostel" y de la reciente "The Green inferno") que ya produjo la primera parte, decidió acometer esta secuela. Es normal, pero al contrario que en el caso de la secuela de la Bruja de Blair aquí me veo incapaz de encontrar nada que justifique, más allá de lo meramente monetario, esta continuación. La película empieza bien, con una escena muy inquietante a la que por cierto ya no se vuelve a hacer referencia pero pronto pasa a centrarse en la figura de la chica que fue exorcizada en la cinta anterior y a la que, como vemos, no le va a resultar tan fácil escapar de las fuerzas demoníacas. El desconocido director acumula muchos sustos en el camino pero la historia no consigue inquietar en momento alguno. Al final la chica conseguirá ayuda en la figura de un grupo de exorcistas que a la postre se revelarán como bastante torpes y todo desemboca en un momento final muy impactante casi al estilo "Ojos de fuego" pero al llegar a ese punto la sensación de timo ya queda patente en el sufrido espectador. Lo más divertido del asunto es la publicidad que le han montado al filme, con la distribuidora asegurando que habían invitado al estreno a Monseñor Rouco Varela y su grupo de exorcistas (Varela dijo desconocer dicha invitación) así como también el hecho de invitar gratis a verla, mediante entrada sacada por internet, a todos aquellos sacerdotes interesados en temas de exorcismos ya que la película es muy ilustrativa de ese tema. Perdón que me ría pero será mejor que los sacerdotes interesado en el tema revisen "El exorcista" o en su defecto que la descubran o incluso la cinta predecesora de ésta. Poco van a encontrar que les sirva en tan baldía secuela, aunque eso sí, a caballo regalado...
hellraiser39
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14 de noviembre de 2013
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“El ultimo exorcismo: parte II” es una continuación directa de la que a mi parecer es una sobrevalorada primera parte, es cierto que su estética found footage (simulación de grabación real) le daba un toque especial y alguna escena que otra llamaba la atención (parte final) pero aparte de todo esto no era una película especialmente brillante y esta segunda tampoco lo es aunque a mí particularmente me gusta más esta que su predecesora.

Empieza justo donde termina la otra con una escena bastante impactante pero después de esto solo vemos una sucesión de hechos (algunos mejor que otros) que da la sensación que solo ocurren para rellenar una historia con un planteamiento inicial algo pobre y simple.
Algo que me molesta bastante es el abuso del efecto de intentar asustar por medios de golpes fuertes de sonido, algo muy usado en las películas de terror pero que aquí es abusivo y termina cansando, una historia un tanto vacía y en la que en alguna ocasión me preguntaba como nadie investiga o pregunta sobre los hechos ocurridos en la primera parte ya que se suponen estarían todos grabados y serian bastante graves pero que en esta es como si nada hubiera ocurrido por lo que no se profundiza mucho en la historia y sobre todo se centra en la protagonista que eso si hay que reconocerla que lo hace muy bien y es muy expresiva ( en un momento desborda inocencia y al momento siguiente trasmite rabia y odio) y en la cual recae casi toda la película.

Una pena ya que seguramente si se hubiera reforzado el guion y la historia (prueba de ello es sus solo 80 minutos de metraje) estaríamos ante una gran película de terror pero bueno gracias a su final abierto tendrán una nueva oportunidad en una tercera parte.
Deividsan
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