Siete novias para siete hermanos

Es la película más bonita que he visto en mi vida. ¿Qué más puedo decir? Si te sientes triste, apagado, te sale todo mal y no tienes ganas de vivir, date una dosis de "Siete novias para siete hermanos", y al poco rato verás la vida de otro color. Nunca querrás que acabe, porque te introduce en un mundo colorido, de belleza visual y auditiva inigualable.
Y las razones son las siguientes:
1. Un escenario maravilloso.
2. Unos personajes maravillosos.
3. Unos números musicales maravillosos.
4. Una argumento... maravilloso.
Un espectáculo simplemente: ¡MARAVILLOSO!

Maravilloso y entrañable film en el que las canciones, los bailes, la música, e incluso el escenario forman un todo que ayuda a que el espectador pase un muy buen rato, se divierta, y se quede prendado de los poderosos Pontepee y sus encantadoras esposas.
Cine de sobremesa de la mejor calidad.

Dicho esto, parémonos a pensar en el argumento(spoiler).

En cada ocasión que tengo de ver nuevamente este musical, no deja de sorprenderme la sencillez del argumento y la belleza que transmite la historia del primer amor.(y de amores, (ya que se multiplica por siete), Aunque ciertamente hoy en día las situaciones parecen algo cursi, para unos, para otros, parece un motivo de alegria y picardía juvenil; que inspira a la imaginación y al romance.
El guón está inspirado en la leyenda de las Sabinas, vieja historia del rapto de unas doncellas romanas, que en la cinta sirve de argumento central para demostrar lo importante que es para el ser humano encontrar un amor y vivir la vida en pareja.

Recuerdo que en mi niñez, en casa existía un aparato exclusivamente mío: el vídeo VHS. Y digo que era mío porque aunque estuviera en el salón ("LUGAR DONDE NO SE DEJAN LAS COSAS DESORDENADAS"), yo era la responsable de su funcionamiento. Siempre que se quería ver una película, yo la elegía, la ponía, pasaba los trailers, la rebobinaba cuando acababa y la volvía a guardar en el armario.

Ver películas era un hecho que en mi casa se hacía en familia, los viernes/sábados por la noche, o los fines de semana después de comer. Teníamos (y tenemos) una colección inmensa.
Pues bien, una de mis favoritas (y por tanto, que más veces se visionaba) era ésta.

La verdad es que ahora la tacharía de cursi, bobalicona, con argumento simple, actuaciones mediocres e incluso algo machista.
Pero todos estos fallos no logran reducir la magia que desprende y que me sigue encantando. No sé qué será: si su banda sonora, su humor ingenuo, sus actuaciones musicales o esa candidez que desprenden los personajes.
Sea lo que sea, a mí me cautivaba. Y lo sigue haciendo.

Lo único que ahora lamento es que ya no se hagan películas como éstas (serían anacrónicas en nuestra sociedad). Y lo que lamentaba en su momento es que no existiera el DVD: durante el tiempo que tardaba en rebobinarse la cinta, ¡mi madre se dormía! Y ya no la veíamos otra vez...

Un musical, fantástico, que a día de hoy, puede resultar anticuado pero que hay que visualizarlo entendiendo los tiempos que corrían,(1954).Una película "blanca" con el propósito de alegrar, entretener y dejar un dulce sabor de boca,con una impactante puesta en escena con actores y decorados atractivos y canciones y números musicales de gran calidad. Una historia basada en el rapto de las sabinas y ambientada en las montañas de Oregón.