No es una gran película en general ni en particular. Dentro de su género no destaca en nada. Sin embargo, tiene tres cosas por las que merece la pena verla. Una, sus grandes paisajes y ese color tan bonito que desprende; dos, la química que emanan su pareja de actores; y, tres, una escena con una canción de Sabina que sale muy bien aprovechada. Por lo demás, no es gran cosa, pero quien se pone a ver este tipo de película no pretende grandes argumentos ni giros argumentales inesperados que te lleven a un negativo final. A mi me dejó un buen sabor de boca.

Sumamente entretenida y decente continuación de Karate Kid. Lo que me llama la atención es la absoluta credibilidad que presenta la evolución de los dos antagonistas. Me esperaba una patética historia para poder retomar el éxito de la primera película y lo que me encuentro es un auténtico reboot de la historia del típico adolescente acosado que encuentra en el kárate una salida al bullying contada en las películas de los 80,s decenas de veces, pero en el contexto actual de móviles y tecnología en la que vivimos.
Prescinde del típico maniqueísmo y presente a los dos protagonistas en igualdad de condiciones, sin que prevalezca uno sobre otro y sin que uno sea bueno y el otro malo.
La verdad es que me ha sorprendido en cuanto a lo entretenida y coherente que es, entendiendo que carece de la calidad que tienen las series hoy en día.

Una especie de Bonnie and Clyde que son contratados para robar bancos u oficinas postales por una especie de mafioso. Él, parece que era broker en Wall Street, y ella, quizás, bailarina.En los dos trabajos que realizan para aquél se encuentra un chófer, de notables cualidades automovilísticas, que provoca la muerte de nuestra Bonnie en sus continuas meteduras de pata. Enfurecido, nuestro protagonista empieza una persecución para dar cazar al Chófer... Con un desenlace inesperado... O convencional, según se mire...

No es que sea peor o mejor, incluso yo diría que está a la altura de la primera, y es más divertida e irónica que ésta, con una serie de cameos muy acertados. El único problema que le veo es que ya no me sorprende como la primera y pierde ese efecto sorpresa y encima mete algún personaje prescindible como el de Channing Tatum, que no entiendo para que lo hace una estrella, no le veo en un personaje tan absurdo y con tan poca enjundia como el que hace. Para éso no se contrata una estrella.
Dura más de dos horas, pero se hacen cortas y es tan sumamente absurda y cruel que te lo pasas muy bien. Genial, para mi, objeto cumplido.

El principio de la película es interesante porque todavía no sabes por donde van los tiros. Una vez que se desvela el quid de la cuestión, se desinfla y queda en un pufo.
Vivir sólo está prohibido y cuando te quedas viudo es obligatorio encontrar nueva pareja dentro de un plazo establecido. Al margen de estas reglas están los solteros que viven en el bosque como proscritos. El problema es que tampoco son tolerantes porque no admiten que puedas vivir en pareja. En medio de esta premisa se enamoran, por una parte, un individuo viudo que tiene que encontrar pareja y, por otra, una insurgente soltera. Una especie de Romeo y Julieta, un amor prohibido o algo parecido.
La idea en si no está mal, me atrajo al leer el argumento, pero a medida que pasa el metraje me aburre por completo. La interpretaciones son robóticas y lo sentimientos y empatías que deberían desprender los personajes no aparecen por ningún lado y la línea argumental es absolutamente bochornosa.
Quizás no la haya entendido, pero para mí es aburrida y una auténtica payasada. Y digo yo, ¿langosta? ¿tiene algún significado? Y por favor, si lo tiene, que sea coherente. Que yo sepa, es un alimento para una minoría, supongo que como la película...
Ah, si, una cosa más, supongo que es una crítica al comunismo, a la falta de libertad, al control del Estado... Jajajaja. No me gusta despreciar, pero vuelvo a repetir... Es una payasada.