Café irlandés

Stephen Frears es un conocido director de corte social que nos ha brindado cine proletario y reivindicativo con obras como “Mi hermosa lavandería”, “Negocios ocultos” o “La camioneta” y ha coqueteado con el cine más comercial en otras películas como son “Héroe por accidente”, “Liam” y “La reina”, sin olvidarnos de sus joyas atemporales “Los timadores”, la clásica e imperecedera “Las amistades peligrosas” y por supuesto, “Alta fidelidad” una de las favoritas de los melómanos del mundo.

Con “Café irlandés” (traducción muy nuestra del original “The Snapper”) nos regala una historia pequeña, sin grandes alardes ni pretensiones, pero con mucho alma, repleta de corazón y con momentos realmente divertidos. La reacción de una familia típicamente irlandesa ante la noticia de que su hija mayor va a ser madre soltera es el vehículo de conducción por el cual el director inglés desgrana la realidad social y cultural de toda una época en esta película para televisión.

Muy recomendable en especial por la interpretación de sus protagonistas: inmenso y colosal como siempre Colm Meaney y una más que adorable Tina Kellegher.

Cine que navega entre la difusa línea que separa (y une) el drama con la comedia, conciencia social y realidad familiar y que deja una sonrisa en la boca.

Sencilla, descarada, entrañable y divertida. Los protagonistas, es decir, la hija mayor y el padre: BRUTALES; los secundarios (el resto de la numerosa familia, los amigotes y las amiguitas del bar, los vecinos...): ACOJONANTES. Y litros de café irlandés ¡con triple de whisky!

Colm Meaney está de oscar en esta comedia soberbia de trasfondo social. Desternillante pero con un gran poso de amargura en algunos momentos. Los diálogos en el pub frente a las pintas de Guiness son geniales.

-Es una película con un ritmo ágil, mezclando la tensión de ciertos momentos con diálogos tranquilos, pensados; escenas críticas neutralizadas con la clave del humor...

-Encontramos la madurez e inmadurez en un mismo personaje(como la vida misma), necesidad de aprender y modificar pensamiento y costumbre...por amor.

-La caótica familia en la que vive Sharon, es una muestra más de la difícil tarea educativa que la espera en adelante...

De todo lo que se puede leer sobre los irlandeses siempre hay alguna cosa que nos sorprenderá de nuevo, como si fuera una caja de sorpresas que siempre que la abres recibes algo nuevo. Es una opinión, claro. En base a esa afirmación, no me sorprende que me sorprendan, que parece rebuscado pero es muy cierto, de manera que una película como "Café irlandés" me parece tan irlandesa que no es difícil acabar rendidos ante la historia de una familia tan especial como son los habitantes de esta isla.

Al primero que hay que destacar es al padre, abuelo por un infortunio, capaz de transmitir una sencillez con la que lleva a su familia por el camino correcto, el buen camino del irlandés, sabiendo como sabemos que ellos son diferentes y viven a su manera. "Café irlandés" molestará por tratar unos temas que fácilmente podrían llevar a cualquier director por la vía del drama familiar, sin embargo la película esquiva ese camino del drama y toma presuntamente la dirección de humor. Exactamente no hacen reír, es más real decir que son simpáticos, de forma estupefacta en mi caso, no acabo de creerme que sea una comedia porque me imagino a esa familia tal cual aparecen en la pantalla. Por eso es presuntamente humor. Me imagino un pub así, con padres e hijos bajo el mismo techo, hinchados a cerveza, una familia con el hijo que quiere una bici de carreras, una hija preñada, otro que vuelve del servicio militar y muestra los mismos síntomas de irlandés de pura cepa como el padre...

Gente diferente, gente especial, únicos, maravillosos. Allá donde vaya el resto les da igual, ellos van a lo suyo.