Stephen Frears es un conocido director de corte social que nos ha brindado cine proletario y reivindicativo con obras como “Mi hermosa lavandería”, “Negocios ocultos” o “La camioneta” y ha coqueteado con el cine más comercial en otras películas como son “Héroe por accidente”, “Liam” y “La reina”, sin olvidarnos de sus joyas atemporales “Los timadores”, la clásica e imperecedera “Las amistades peligrosas” y por supuesto, “Alta fidelidad” una de las favoritas de los melómanos del mundo.

Con “Café irlandés” (traducción muy nuestra del original “The Snapper”) nos regala una historia pequeña, sin grandes alardes ni pretensiones, pero con mucho alma, repleta de corazón y con momentos realmente divertidos. La reacción de una familia típicamente irlandesa ante la noticia de que su hija mayor va a ser madre soltera es el vehículo de conducción por el cual el director inglés desgrana la realidad social y cultural de toda una época en esta película para televisión.

Muy recomendable en especial por la interpretación de sus protagonistas: inmenso y colosal como siempre Colm Meaney y una más que adorable Tina Kellegher.

Cine que navega entre la difusa línea que separa (y une) el drama con la comedia, conciencia social y realidad familiar y que deja una sonrisa en la boca.