La tierra de la gran promesa

Es una película magnifica que se desarrolla en el siglo 19th en el inicio de la revolución industrial se muestra la avaricia, el poder, y la injusticia que se dio en ese tiempo, la música de Kilar es digna se mencionar, la fotografía es de calidad y la dirección de Andzeg Wajda's es estupenda, la recomiendo ampliamente, es un filme que se quedará en como un clásico del cine.

Bringas Alberto. México D, F. 31- Agosto- 2006.

Película que probablemente gustará sobre todo a los polacos y eslavos. Sin duda es una buena obra que describe la industrialización en Polonia a costa del sudor, el esclavismo y la sangre de la gente humilde u obrera en ese país tan "católicamente" desigual.

Para mí, lo mejor es la larga, social y dinámica escena del teatro repleto de clase adinerada, burgueses, clase alta, todos ellos asistiendo a la representación artística que se ofrece en el escenario pero a la par con los ojos atentos a los palcos y a sus ocupantes, además de los cuchicheos y lo oídos puestos en qué se dice por la izquierda o por la derecha; también el descanso entre actos, con los intentos de aproximación entre unos y otros asistentes, de flirteos, de negocios, etc. Realmente reluciente y genial este trozo de la película.

Película muy interesante. Aunque menos mal que vi la versión reducida de 2 horas y poco.

Lo bueno: la música. Lo malo: que no está bien puesta en su sitio. Es como si la música de 2001 la pusieran cuando se está duchando el protagonista.... como que no pega, no? Pues aquí pasa mucho.

Lo malo (que no tiene culpa la película) es el doblaje. Bastante pésimo, no por las voces, si no por los descuadres que se marcan.

Lo bueno: pues la historia que nos cuenta sobre la crueldad de los empresarios (fíjate tú que casi no hay diferencia a día de hoy, aunque sí que hay un avance importante, la crueldad sigue estando patente). Y también ver a un Daniel Olbrychski bastante potable y que al menos alegra la vista cuando enseña carne.

Lo malo: es que el ritmo es bastante malo. La continuidad y se pierde interés, aunque la misma historia hace que no la pierdas del todo.