Haz click aquí para copiar la URL

Concursante

Drama. Comedia Ácida sátira de la sociedad actual. Martín Circo Martín, el afortunado ganador del mayor concurso de la historia de la televisión, recibe un premio valorado en tres millones de euros. Sin embargo, el golpe de suerte de Martín dará un vuelco a su vida convirtiéndola en una auténtica pesadilla. “Un golpe de suerte… puede arruinar tu vida”. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 10 20 >>
Críticas 100
Críticas ordenadas por utilidad
19 de octubre de 2007
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cabeza de turco, sudar como un cerdo, hambre canina, perro verde, verde de envidia, envidia sana, loor de multitudes. Todas ellas expresiones, giros y frases hechas que, en algún momento del viaje, han perdido su significado original y han visto cómo se subvierte el espíritu original.

"Concursante" tiene como arranque un supuesto interesante: cómo un golpe de suerte puede ser lo peor que te sucede en la vida. Con esta paradoja como punto de partida se nos presenta una película entretenida que conjuga de manera acertada terrenos tan lejanos como la comedia o el drama.

Un diseño de producción arriesgado, videoclipero y, por qué no decirlo, "moderno", más propio de una peli de acción o una de miedo de nuevo cuño no logra ensombrecer un guión acertado, soportado sobre las interpretaciones (y abdominales) de Leonardo Sbaraglia y Chete Lera, correctísimo el primero y sobrio en su magnitud el segundo.

La película es entretenida por ágil, aguda y didáctica, ya que funciona cuanto menos convencional se vuelve el discurso narrativo, a pesar de lo comentado sobre el videoclipismo. Interesante, en cualquier caso.

"Concursante". Regalo envenenado.
Lobech
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de mayo de 2011
31 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me gusta el cine videoclipero en el que la forma domina sobre el fondo y en el que se suele relegar a un segundo plano un sugerente (presuntuoso) y original (ridículo) argumento del que se pretende disimular sus carencias (estupideces) a través de recursos técnicos (molones) que desvíen la atención del espectador (adolescente erecto).

Desde el minuto uno es posible intuir que esta película va por ese camino. El agravante es que no se limita solamente a ser efectista, sino que además se cree inteligente por tratar temas de economía en plan rompedor y por soltar diálogos como éste:

- ¿Profesor, por qué estudiamos a Keynes si era un incompetente?
- Buena pregunta. A la calle todo el mundo y a vivir aventuras, se acabó la clase.
- Pero si falta media hora.
- Pues se come usted un Donut.

Y la cosa no acaba ahí, no, porque hay mucha variedad dónde elegir:

Frases supuestamente filosóficas que no hay por donde cogerlas:
-Mis recuerdos tienen el orden que tiene mi vida, y ese es el orden que sigue un niño al vestirse.

Juegos de palabras que se creen ingeniosos y elegantes:
-Estaré allí como un clavo.
-Como una espina, señor Circo, como una espina.

Chascarrillos que se ven venir de lejos:
-¿Tienes miedo a volar?
-No, tengo miedo a estrellarme.

Y, por supuesto, frases molonas para poner en el Twitter:
-El pobre cree que el dinero da felicidad, el rico lo sabe.

Vamos, que diálogos y frases ridículas hay a patadas, y todas tienen una única pretensión: molar mazo. Y eso a mí me resulta artificial y repugnante a partes iguales.

Lo único positivo que le pude encontrar a la historia era su forma de satirizar la economía actual, al menos en su primera mitad, pero la película no tarda demasiado en creerse demasiado inteligente y molona como para acabar tratándome como si yo fuera estúpido. Y por mucho que Rodrigo Cortés pretenda distraerme utilizando todos los tipos de travellings y panorámicas que existen, congelando y acelerando planos sin parar y mezclando secuencias como si de un videoclip se tratara, yo no voy a tolerar que me tome por estúpido una película que se cree inteligente cuando realmente es ella la que es estúpida.

Porque ahí está el viejo...
El viejo mola: fuma mucho, no contesta al teléfono nunca, y es muy duro. El viejo te habla a susurros: te aguanta la mirada sin pestañear y te da lecciones de economía para tontos aunque tú seas profesor de historia económica. Por eso el viejo mola, porque el viejo te muestra la verdad, te inspira, te alecciona... el viejo te suelta frases como “Cállese. Usted se muere de sed y yo le ofrezco agua, así que cállese y escuche. Ahora comienza su verdadero concurso, señor Circo, concurse, ha llegado su momento, es la hora de concursar de verdad”.

¡Luchemos contra el sistema señores!

Ups...
... perdón...
... me emocioné...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nelder Nei
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de octubre de 2010
20 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
De la película, se puede decir muchas cosas. Pero no lo voy a hacer. Dejo que lo descubran por ustedes mismos y sientan las sacudidas en primicia. Baste con mencionar que "Concursante" es una montaña rusa en la que sobra algún experimento visual pero no falta tensión, indignación y cierta empatía entre víctimas de las paradojas del sistema, que somos...casi todos.

El caso es que "Concursante" está en estos momentos entrando a formar parte de la Historia del cine (no del Cine) por una razón particular que la convierte en una toda una precursora del nuevo terror patrio. "Concursante" llega en el 2007, en el fragor del Euribor, de los créditos salvajes y de las hipotecas a 250 años. "Concursante", en definitiva, llega en el mejor momento para difundir su propuesta y tres años después, en plena crisis, encaja como un guante en el angst capitalista. ¿Estamos puestos en antecedentes? Supongo que sí. Continuemos.

En "Concursante" hay una sola escena que pone en terrorífico jaque a zombies, vampiros, hombres-lobo y niñas poseídas: una escena cuyo nivel desquiciante no tiene parangón en ninguna de las artes conocidas. Si antes de "Concursante", nada se concebía más malsano que un sectario con capucha que declamaba "Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn", después de "Concursante", el terror toma nueva forma: la de un amable empleado de banco que pronuncia:

(por favor, aseguren la cordura de sus ojos)


(cierren las ventanas)


(no estén solos en casa)


(¿preparados?)


"Lo común: tipo fijo. Un plazo de amortización de 36 meses con un TAE operativo del 6,7%, sistema francés, cuota constante de pago.

Poco más de tres millones...al mes"
Neathara
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de junio de 2009
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé cómo es posible que Concursante no optara a más Goyas que el de Mejor canción original. Hay quien dice que el cine español está estancado, que es siempre lo mismo, que sólo se producen dramas sobre la Guerra Civil y cine social tipo Fernando León, pero no es verdad. De vez en cuando surgen películas como Concursante, y surgen tipos como Rodrigo Cortés. Cortés viene a ser, tal y como he escrito en el título, el Tony Scott español. Su narrativa es fragmentada, original, asfixiante en algunos momentos, desternillante en otros. La fotografía es monocromática, extraña, responsable del halo de irrealidad que baña esta historia tan real y tan actual hoy en día, que presenta mejor que cualquier telediario las trampas de la banca y la economía, además de la televisión, claro está. el montaje es salvaje, anárquico, videoclipero, servidor de un estilo a la hora de rodar francamente innovador en España y entroncado con Scott o el mismísimo Scorsese.
Además, Cortés tuvo el buen ojo de escoger como protagonista a un Leonardo Sbaraglia en estado de gracia permanente, entregado a su desgraciado personaje desde el minuto uno, y comiéndose la pantalla en cada escena. Más concretamente, el recital adrenalítico y frenético que ofrece en los últimos quince minutos de película es para enmarcarlo. El resto de actores cumple eficazmente con su labor, pero sus personajes tienen tan poca enjundia que poco pueden hacer para destacar entre la extraordinaria voz en off y el terremoto interpretativo de Sbaraglia. Y así, contra todo pronóstico, un debutante del que nadie sabía nada crea la película española más original e inteligente en años. Sorpresas te da la vida.

Lo mejor: La dirección y el guión de Cortés, Leonardo Sbaraglia y el montaje (imperdonable que no estuviera nominado al Goya).
Lo peor: El único personaje que importa es el de Martín Circo. Todos los demás, con la posible excepción del de Chete Lera, son meros comparsas del protagonista que tan sólo aparecen porque la película no podía quedarse con un único papel y para ilustrar cómo el premio millonario arruina toda la vida del protagonista.
Sibila de Delfos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de noviembre de 2010
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que decía Matías Prats...

Admitamos que la historia puede pecar de maniquea en exceso y de ocultar datos acerca de lo que debe ser la realidad financiera y económica en toda su significación. Peeeeeeeeeero, oye, que es española; que tiene un ritmo endiabladamente entretenido; que posee aciertos visuales a tutiplén; que las actuaciones son totalmente convincentes; que hay momentos descojonantes; que hace pensar, por mucho que dicho pensamiento pueda venir encauzado de alguna manera por el guión, que, por otro lado, también es notable; que alguna vez habrá que reconocerle a un joven director español el haber hecho un trabajo digno, no sólo porque así lo determine la secta de los Goya o más de un lameculos ensalzado, digo yo; que por una vez está bien dejarse llevar y, si te da la gana, cascarle un 7 a Concursante, una obra que no deja indiferente, según llevo leyendo en las críticas aquí expuestas.

Por mí que sigan por los mismos derroteros. Por muy nobles que sean en realidad bancos y poderes superiores del Estado. Ya...
José (FullPush)
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 20 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow