Hancock

Creo que esta película es un poco como el propio Hancock, una incomprendida. Esta película no va de cachondeo, ni es una parodia. Además, no se hace pesada, está muy bien montada y se ve en un rato, agradablemente.

Hancock, como superhéroe, es un tío empeñado en luchar contra la violencia y el abuso y aún así, la sociedad se muestra contraria a él... porque es un borracho. Se emborracha por un amor imposible. Es el anti super héroe de las películas de Marvel o DC, con la acción desmedida final, pero desde otro punto de vista, y también recomendable. Yo la aconsejo.

Algunos superhéroes tienen su parte común con los demás seres humanos, tienen sus limitaciones: Thor, era un médico cojo, DareDevil es ciego, Ironman sufre del corazón, a Supermán le vence la Kriptonita..., pues Hancock se desahoga con el alcohol porque no puede controlar su poder. No nos quiere decir nada más que eso, es una metáfora muy bonita sobre el amor, en este caso en el que él tiene a la mujer que nunca podrá ser suya. Viene a decir que no se pueden controlar aquellos sentimientos que nos hacen sufrir; existen, están y nos oprimen aunque deseáramos vernos libres de ellos.

Hancock pues no va de héroe guaperas como van los Vengadores, ni es famoso ni rico como Los 4 Fantásticos, ni forma parte de ninguna sociedad poderosa como los XMen ... En realidad Hancock necesita ayuda, ayuda de la buena, la del calor humano, para vencer ese mal incontrolable.

Hay que defender a Hancock y a su película. Y hay que defender su historia como corresponde, como hace aquel que sabe apreciarle. Una historia trazada con mucho realismo aún dentro de la historia de un superhéroe de comic. La historia de su amor imposible... Del amor que pudo ser y no fue; y le atormenta el consabido: No puedo vivir contigo... Ni sin ti.

Sí, Will Smith vuela, pero la imaginación de los guionistas se quedó sin despegar. Creí que la historia iba a prometer (un poco, y siempre dentro de las posibilidades de una película de este tipo), un ser con super poderes al que todo el mundo odia, que ayuda porque sabe que puede, pero que no tiene esa finalidad en su vida, descarado, bruto, bebedor y pasota...¿algo nuevo? analicemos lo que ocurre, he visto tres películas:

1. Comedia: Aparece un Hancock que utiliza su fuerza bruta para solucionar lo que sea. Sus malas pulgas nos hacen reír.

2. Guía de publicidad para tontos: o cómo mejorar la imagen de alguien para que todo el mundo le quiera y todos sean felices con sus propias existencias.

3. Drama: Al final quieren que Hancock tenga sentimientos, pasado... minutos para sacar el pañuelo (¿no era esto de risa?) y final Made in América ¡ya tenemos otro superman para el recuerdo!

Veredicto: película entretenida, para pasar el rato... pero sin más pretensiones.

“Hancock” me recuerda a esos chistes de “va un inglés, un belga y un español…” pero con guionistas. La cosa sería algo así como ¿saben aquel que diú que va un guionista de comedia, un guionista de culebrones y un falso guionista y les dice un productor listillo: -“aquí tenéis pasta a cascoporro, así que ya me estáis haciendo un peli”?. Desgracidamente , si en un chiste, gracia tiene poca. Se nota que los tres guionistas en potencia no se llevaban demasiado bien y cada uno tiró por su lado sin juntarse más que al final, por necesidad, porque los intelectos de cada uno no daban más que para treinta minutos y el productor exigía noventa.

La primera media hora, la del guionista dotado para el humor, justifica hasta cierta medida el conjunto de la película. Un argumento no muy original (por más que lo quieran vender como lo nunca visto), pero que le pega bien a un tío como Will Smith y que saca un buen partido a unos efectos especiales que sin ser nada del otro mundo, sí son bastante aseados para una producción de este tipo. Además, hay dos o tres chistecillos con los que es imposible no soltar una risilla.

En el minuto treinta entra en acción el segundo guionista, el especialista en culebrones y enredos de pareja, y la cosa da un bajón espectacular: nos adentramos en el apasionante mundo de los sentimientos de Hancock, de su pasotismo y sus esperanzas, de sus expectativas y sus motivaciones, de la diferencia entre amor y cariño… vamos, lo que se dice superinteresante, si me importase lo más mínimo. Ya no hay gags, ya no hay efectos especiales, ya no hay nada… bueno, nada excepto treinta inaguantables minutos más que confirman el viejo dicho de que toda situación es susceptible de empeorar. Porque es en ese momento cuando el tercer aspirante a guionista debió decir algo así como “alto ahí, dejadme sólo” e intentó reconducir la película hasta convertirla en algo serio, en transformar a “Hancock” en un personaje de cómic de culto dotándolo de mitología, archienemigos y toda la pesca que suele habitar ese mundillo. Desgraciadamente, el muchacho no es Bryan Singer, ni Luc Besson, ni (que ya es decir) Mariano Ozores y el resultado es una patochada final como he visto pocas.

Se hace larga. Puestos a verla, recomiendo verla después de la gala de los Goya.

Que el cine actual es una autentica porquería, (y digo porquería por no poner algo más fuerte que pueda herir la sensibilidad del lector), es un hecho, pero algo que nunca entenderé por más que lo intento es como Will Smith ha llegado a ser el número uno en Hollywood. Puedo entender que sea un tipo con gracia, que cae muy bien, que es una estrella mediática y todo lo que quieran, pero señores y señoras, como artista no vale un pimiento. Dentro de nada Beckam empezará a hacer películas...
Pero bueno voy a comentar la película que es a lo que íbamos. Creo que puedo decir que esta y la de soy leyenda se disputan en título de peor película del año. Intentando aprovechar el tirón que tienen los superhéroes y que se han convertido en el filón para salvar de apuros al cine, nace esta pseudo película que cuenta con un tío alcohólico que vuela y tiene fuerza, al que todo le sale mal y no es querido por la gente. Eso sí, en esta sale Pepito Grillo convertido en asesor de imagen, para encaminarle la carrera (ya saben hay que salir guapo en la foto).Ni la guapa Theron consigue que esto tenga atractivo.
Antes de poner la puntilla a esta...cosa, quiero mandar un email al señor John Williams para avisarle de que estos han osado plagiar principio de su magnífica e inconfundible banda sonora de Superman para ponérsela a Superpayaso.
En fin, si son fan de este señor y se ríen con cualquier payasada esta es su película, si no, les aseguro que es hora y media que nunca recuperaran.

Es una soberana basura, un disparate sin igual, no tiene por donde cogerse. Argumento y guión cutre, diálogos cutres, malos y buenos cutres, en fin una lamentable película cutre.
De lo peor que he visto este año, solo se salvan un par de escenas simpáticas.
Will sigues en caída libre.