Oculto

Irregular película de Antonio Hernández, que sabe cómo crear una atmósfera inquietante sin recurrir a elementos ajenos a la realidad cotidiana, pero que se muestra menos eficiente a la hora de concretar un argumento o una línea a la que el espectador pueda agarrarse. Interesante resulta que la película gire exclusivamente en torno a tres personajes (la mejor, Angie Cepeda, toda una revelación). Interesante el tema, los sueños como forma de conexión entre personas. Pero restan interés a la película los muchos prolegómenos que tiene antes de que podamos definir la línea argumental de la película; la irregular dirección, que tiene escenas verdaderamente bien conseguidas y otras de un efectismo barato casi intolerable; y la sensación de que es una historia un poco inverosímil, además de tener un final un tanto previsible. De todas formas, tiene sus puntos fuertes, y no desagrada del todo. Pero creo que Antonio Hernández demostró más talento con En la ciudad sin límites.

Es malilla tirando a mala... De vez en cuando entretenida... Casi siempre aburrida y larga... todo así, muy en puntos suspensivos, con ganas de que llegue el final y lo enmiende.
Diálogos forzados, plastificados, y una idea floja para mi gusto, ¿media película dándole vueltas al tema del tatuaje? que si casualidad sí o casualidad no.
Angie Cepeda me gusta como actriz, basta que tenga esa interpretación tan enérgica e intensa para que salgan los típicos comentarios de que parece de telenovela latinoamericana. (Volvemos a lo de siempre con las "españoladas". Es latinoamericana, ¿de dónde quieren que parezca? Eso es precisamente lo que le da su identidad a la hora de actuar, y me parece genial).
Lo que me ha quedado claro es que al director le apetecía verla como la trajeron al mundo, a toda costa y en cualquier momento y postura, eso sí.

Esta película es terriblemente larga para lo poco que cuenta. A la mitad de la película se desvela qué está ocurriendo, y todo lo demás es relleno.

Uno de los puntos a favor es la que la protagonista es Angie Cepeda, que conocí en la película 'Pantaleón y las visitadoras'. Hacía de joven prostituta que seducía a un funcionario de prisiones que intentaba resistirse. El morbo estaba servido. En esta película esperaba que también desplegará todos sus encantos femeninos, pero no ha sido así.

Sbaraglia hace de argentino.

Está muy competentemente realizada, los actores funcionan, la intriga atrapa... Cierto es que al repasar mentalmente la película, tras sus "explicación", hay cosas metidas con calzador, y le sobra algún efectismo, pero en general es un trabajo estimable, inhabitual por su género en el cine español.

Bueno, quizá esta crítica sirva de recomendación para NO ver esta película. Tiene dos cosas atractivas:
1) la chica que sueña
2) es un buen somnífero.
Ya a la altura del tatuaje de Laia Marull van cayendo los ojos y luego te pegas una siesta, según sea la hora, que para qué te cuento. Francamente, no terminé verla. Para mí el único buen triller español es "Tesis", y es difícil que alguna se le ponga a la altura, ésta ni de cerca.
No sabía quién era Angie Cepeda, verdad que es muy guapa, en forma directamente proporcional a lo vanidosa y antipática que resulta de tan creída, y habiendo visto el truco del primer momento ("mira qué buena estoy") como que ya deja de interesar. Sbaraglia está ridículo con su acento español, que hace agua a cada minuto por encima de su deje porteño original. Mejor sería que lo hubieran dejado hablar en rioplatense, el argumento no justifica que en la peli sea español.
Película para adolescentes que nunca hayan visto un thriller y nunca hayan oído hablar de las maravillas del inconsciente en plan telefilme. Laia Marull desperdiciadísima, una peli que debió hacer por dinero seguramente, como Sbaraglia. Una mancha para sus curriculums, y supongo que un gol para la Cepeda, después de tanto culebrón.