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Chanson d'amour

Romance. Drama. Musical Alain (Gérard Depardieu) es un popular cantante de salón que vive sólo para sus actuaciones. Marion (Cécile De France) es una joven de 27 años que acaba de llegar a la ciudad, trabaja como agente inmobiliaria, y es madre soltera de un niño de 5 años que tuvo con un hombre al que ni siquiera quería. A Marion la vida no sabe dónde le lleva hasta que conoce a Alain. Él, por su parte, finge que está buscando una casa sólo por pasar el tiempo con ella... (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
21 de enero de 2009
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras él canta nosotros bailamos, coqueteamos, aspiramos a una larga noche de pasiones y alegrías sensuales.

Mientras él canta nosotros envejecemos, nos quedamos dormidos bajo el ronroneo de su voz, soñamos despiertos.

Mientras él canta le adivinamos fatigado, al borde del colapso cardiaco que en realidad tuvo el sensacional actor que lo interpreta, porque está demasiado gordo, demasiado solo, demasiado inquieto por la hermosa rubia más joven, terriblemente callada con quien compartirá muchas cosas, la mayoría de las veces inapresables.

Mientras él canta e intenta redescubrir un destino a la medida de sueños que no sabía que tenía, la hermosa rubita parece deambular desnuda, aunque siempre lo haga vestida.

Chanson d´amour se titula en realidad como una de las más interesantes canciones de la película: Cuando yo era cantante... pero todo el film es una canción de amor a menudo mal realizada, incompleta, con más silencios y misterios de los apetecibles, pero también con una carga tan atractiva de sentimientos contenidos que produce emociones de una carga profundamente rica, inolvidable.

Y además está el gran Depardieu para convencernos una vez más de que aún en malas condiciones físicas, posiblemente las peores en mucho tiempo con su natural facilidad para engordar y adelgazar, sigue siendo uno de los monstruos sagrados de la interpretación mundial. Hay que verlo en los extras divirtiéndose como un niño que se sabe divo adorado por el público.

No moverse ni un ápice cuando acaba la película. Sigue en los créditos como un epílogo peculiar que despierta sonrisas y a la vez permite al director homenajear definitivamente a su estrella preferida, su vedette absoluta.
horacio
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30 de septiembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si me pusiera cursi, diría que Alain naufraga todas la noches en el Acuario, pero, además de ñoño, sería falso. Alain Moreau es un cantante un poco gordito, bastante cincuentón, que pinta canas en el sentido más literal de la palabra, y que, tal vez, está un poco aburrido de la vida. Pero es bastante más que una vieja gloria de la canción, porque sigue vivo y activo, cantando cada noche en la discoteca Acuario, que es como un refugio para los que buscan bailar, una pareja, abrazarse o conocerse. Es una labor muy importante, y social, y Alain lo sabe. Lo que pasa es que últimamente canta sus canciones de "amour" y "joie de vivre" sin pasión y sin verdad, porque no está enamorado ni se siente feliz. Hasta que una noche cualquiera aparece Marion...

Si me pusiera cursi, diría que Marion es una sirena varada en el Acuario. Tan bella como triste, distante y misteriosa. Cuando Alain la descubre, en medio de la pista, con su vestido rojo, joven y hermosa, las canciones de amor recobran su sentido. "Faut pas pleurer como ça". Y ella sonrie porque, en ese escenario, Alain es un seductor de voz tierna que dice cosas tan hermosas como irresistibles.

Pero, a la mañana siguiente, a la luz del día, a Marion le parece que Alain Moreau es un hombre gordito, bastante cincuentón, de canas teñidas, que canta canciones antiguas en una discoteca para personas mayores o solitarias. Porque Marion es tan hermosa como problemática y tiene una vida difícil y un hijo a los que atender, y Alain le parece solo un "pauvre diable" pasado de moda. Y nada que ver. A cambio de devolverle el gusto por cantar y por amar, Alain le enseña a "aimer la vie". A disfrutar del momento, a bailar, reír y olvidar los problemas, para disfrutar de la vida. Alain le enseña que se puede cantar para espantar los males, aunque sea llorando, para reírse de uno mismo y de la tristeza. Y si lo consigues para ti y para todos los que te escuchan, no eres una vieja gloria ni un simple "chanteur" sobre un escenario, por muy cutre que parezca, sino un Artista genial.

Gerard Depardieu es Alain Moreau. Y, a la luz del día o iluminado por los focos, es un artista genial. Su voz es grave, tierna, dulce, alegre, nostálgica, sabia o triste. Todo lo que quiera. ¡Y qué bonito suena el francés para arrimarse oreja contra oreja al compañero susurrando cosas que no entiendes pero sí! Lo sé, lo sé, me he puesto cursi, pero es que me encantaría tener un Acuario a la vuelta de la esquina donde hubiera un Alain Moreau para bailar los viernes de madrugada y reirme de los lunes. Y me cantara eso de "tengo mi reumatismo..." y acaba con "no comprendo muchas cosas de hoy día, pero comprendo las que amo y son las que entretienen mi vida..." Eso es tener Arte ¿o no?
paki
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25 de septiembre de 2013
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Se trata de una película romántica, con tintes de drama y comedia. En la historia, el principal protagonista y quien lleva el peso del metraje es un cantante popular de salón de bailes, Alain (Gérard Depardieu), ya de cierta edad, que mantiene el tipo y el éxito en cierto modo, gracias a una auténtica vocación, al punto de hacer toda una doctrina de su profesión (“las canciones de amor siempre dicen la verdad”). Junto a él y como segunda protagonista, Marion (Cécile De France), una joven de veintitantos, madre soltera de un hombre al que no ama, que acaba de llegar a la ciudad y trabaja como agente inmobiliaria. La joven anda perdida en la vida sin saber qué hacer ni a donde ir hasta que por azar tropieza con Alain. Ambos inician un romance con el pretexto de Alain de buscar una casa en la inmobiliaria de Marion.

Es un bello melodrama, sencillo, muy sabiamente dirigido de forma lineal y hermosa por Xavier Giannoli, y magistralmente interpretado por Gerard Depardieu que es quien realmente sostiene el peso del film pues además ¡es él quien canta!! ¡Genial!. Tampoco están mal Cécile De France y el resto de actores que constituyen el reparto. Además, el guión del propio Giannoli mantiene ese difícil equilibrio entre la seriedad y la sonrisa.

Esta película antepone el amor a la edad o al físico. Tengamos en cuenta que Depardieu es ya un hombre metido en años, grueso y de aspecto rudo, en tanto ella es una damisela joven y bonita que, empero, logra enamorarse de las muchas cualidades del cantante Alain. Y quiero resaltar que en gran medida, el guión está constituido por las mismas letras de las canciones donde Alian le va diciendo a Marion de su amor y de sus anhelos hacia ella, mientras él canta y ella, o bien le escucha o bien baila al son de su música. Por lo tanto, las letras de las preciosas canciones e incluso la espléndida música de Alexandre Desplat, lejos de ser acompañantes o anecdóticos flecos del film, son una parte medular del mismo.

En resolución: amigo, si usted no la ha visto, disfrutará de una deliciosa historia de amor y de unas también deliciosas canciones… y un de un Depardieu enorme.
Kikivall
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31 de agosto de 2016
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RESUMEN
Alain Moreau (Gérard Depardieu) es un cantante de bailes de salón y discotecas. Ha alcanzado un cierto renombre en su región. Conoce a Marion (Cécile De France), quien trabaja en una agencia inmobiliaria. Ella es una madre soltera de un niño de seis años. Sus respectivas vidas son un tanto desastradas. Pero entre los dos surge una chispa. Aparentemente.

COMENTARIOS
Podría parecer una de estas películas francesas en las que poco o nada pasa. Y, sin embargo, los personajes son muy entrañables. Alain (Gérard Depardieu) tiene aires de hortera, se mueve en salas de conciertos algo cutres. Pero es su vida. Marion (Cécile De France), deambula por la vida, sin saber cómo reconquistar el amor de su hijo de seis años.

Es un recorrido por la Francia de provincias, lejos del boato de París, de las grandes salas de concierto, del éxito. Es la vida misma. Depardieu actúa con una naturalidad pasmosa. Como el personaje, carece de atractivo físico, que se ve compensado con un enorme y discreto carisma. De France, con sus aires delicados posee una fuerza natural que llena la pantalla.

Las idas y venidas del amor, de la emoción y los sentimientos crean un entorno delicado y cercano. Sin pretensiones, pero hecho con mimo. Y Depardieu pone su voz (real) a las canciones que interpreta y que repasa muchos de los grandes temas de la canción pop francesa. Como ejemplo, este éxito de los años 60 de Sylvie Vartan, “Comme un garçon”: https://www.youtube.com/watch?v=z4VfUsARgeM . En la película, cantada por Alain Moreau / Depardieu.

Recomendable para pasar un rato agradable, triste, alegre. Es decir, auténtico.

P.S. ¿Por qué han traducido el título francés poniéndole un título… en francés? Habría tenido más sentido traducir el título original “Cuando era cantante”. En fin…
Francesca
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31 de diciembre de 2007
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demasiado lenta, demasiadas canciones, el personaje de él esta muy bien estructurado y la interpretación de Gerard Depardieu es excelente, todo lo contrario de ella, muy confuso, no se llega a saber nada de su personalidad, muy superficial y su interpretación se reduce a poner cara de misteriosa y perdida. Tampoco se profundiza en la relación entre ellos y porque no puede funcionar. Solo te queda pensar que ella esta demasiado trastornada y neurótica.
Dorothy
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