Los excéntricos Tenenbaums

Cuando se cultiva la genialidad de un niño prodigioso, se desconoce hasta qué punto podrá llegar a triunfar. Por lo general, la mayoría de ellos acaban siendo juguetes rotos, caen en desgracia incluso mucho antes de madurar.
Algo parecido les ocurre a los tres hijos del excéntrico Royal Tenenbaum. El padre abandona a sus hijos años atrás. Tras hacer una evaluación de su vida, ya en el ocaso, finge una enfermedad para recuperar a su familia. Todos sus hijos se hayan metidos en un vacío existencial por el fracaso que han resultado sus vidas; pasaron de ser genios a entes desdichados. El uno está lleno de rencor por el alejamiento del patriarca, la otra odia el compromiso y el otro sufre por amor. Los tres hijos acaban volviendo al hogar materno para tratar de autoencontrarse.
Aparentemente la historia necesita de un tono dramático, si se tienen en cuenta estas premisas. Eso en el mundo andersoniano no es cien por cien posible. Anderson imprime a sus películas de esa sempiterna aura absurda e irracional que las hace casi inclasificables, gracias al colorido visual y a la estructuración por capítulos, como si de un cuento se tratase. Y por ello se entremezclan momentos cómico-delirantes junto con otros más amargos. Lo más destacable es la concepción de los personajes a cada cuál más estrambótico, en apariencia, porque en esencia son tristones y cualquiera se puede ver, en cierto modo, reflejado en ellos.
En definitiva, una tragicomedia no apta para aquellos que anden buscando unos personajes convencionales.

Lo de este hombre es realmente sorprendente...O atrae los más grandes elogios o las más descarnadas críticas. Yo me adscribo al segundo grupo. Sus películas son pretendidas comedias extravangantes, originales, alocadas e inteligentes. Eso es lo que Wes parece creer, pero la realidad es que no se sontienen por ningún lado. Ésta en concreto es la historia de una familia desestruturada llena de personajes excéntricos, cargantes y poco creíbles con los que nunca llegas a identificarte y que no tienen ni pizca de gracia. Por mucho que uno intente cogerle la gracia a la peli, no hay manera...No te crees nada, todo es exagerado, falso y ridículo...Si lo que se quería era retratar la incomunicación de la sociedad contemporánea había mil formas más interesantes de hacerlo.
Lo malo es Wes seguirá a lo suyo avalado por su legión de fans...Que le aguenten ellos, yo ya he visto tres de sus pelis y todas me parecen igual de insoportables, y eso que suele contar con actores de mucha categoría, aunque al que no soportaba era al chaval repelente protagonista de Academia Rushmore...Algunos dicen que es un director para frikis, que es un humor peculiar y transgesor... pero yo me considero friki en algunos aspectos (me gusta la peli Freaks) y a este hombre no le veo el talento ni de coña..

Es miserable la concepción de genialidad que tiene Holliwood, eso aprendí de esta película. Y es que si yo no supiera que existió un DaVinci, un Rafael Santi, un Miguel Angel, un Balzac, un Goethe, un Tomás de Aquino, un Mozart, un Bach..etc, etc, yo quizás podría tragarme la patraña de que estos parásitos sociales son geniales, pero desgraciadamente no es así...y me doy cuenta de que la película es una tediosa oda al egocentrismo yanki, una celebración de la mediocridad humana.

Durante el tiempo que dura la película, usted será agobiado con las trivialidades de la vida de una familia conflictuada como tantas otras, con la diferencia de que son millonarios y les parece que los sosos talentos que tienen son exageradamente admirables. Habrá algún amor controversial, pero no mucho, no vaya a ser que sea vulgar...imagino que eso pensaron...algún trastorno de personalidad, pero no tan fuerte...porque los locos no son cool...y en síntesis el largometraje se desarrolla lento, superficial, petulante, como dándonos una lección de...¿lo geniales que son?; una experiencia solo comparable a sentarse a hablar con un adolescente endrogado con delirios de grandeza.

Lenta, aburrida, incluso tediosa. Personajes vacíos, sentido del humor que al menos yo no comparto... El director Wes Andreson intenta hacer un tipo de cine basado en el absurdo y en la ironía que para mí es un fracaso absoluto. Eso sí, curiosa factura (obsesión por los planos simétricos) y gran plantel de actores, pero igual que en el Gran Hotel Budapest, resultado flojísimo.

Normalmente, tanto en el cine como en la literatura, la mayoría de los trabajos que pretenden contar una historia responden al patrón clásico de estructura tripartita compuesta de presentación, nudo y desenlace. Pues bien, "Los Tenenbaums" de Wes Anderson carecen casi por completo de la parte central, esto es, el nudo, siendo además su cierre un final soso e insustancial.

Es una lástima que contando con un reparto tan bueno como el que posee este film su director no haya sabido realizar un trabajo de calidad, porque, seamos sinceros, "The Royal Tenenbaums" no es más que un mero ejercicio de presentación de personajes, una galería de tipos raros, que a medida que avanza va perdiendo fuelle; se torna repetitiva y poco ingeniosa. Tendrá sus puntos, sí, pero para que una película pueda considerarse buena hacen falta algo más que un par de situaciones graciosas.

Por cierto, los chandals rojos del personaje interpretado por Ben Stiller y sus dos hijos acaban hastiando. Lástima que se quedara en tan poco, porque el arranque era verdaderamente bueno, claro que si se pasa hora y media arrancando la cosa cambia radicalmente...