Ong Bak 3

Segunda entrega de la segunda parte de la precuela de la primera parte de la franquicie tailandés Ong Bak. Tien pierde sus habilidades para pelear y muere pero gracias a la ayuda de la meditación de los aldeanos vuelve a la vida para recuperar venganza.

Horrible tercera entrega, si estuviera incluso en tu lengua materna no entenderías nada. Guion no entendible, música no acorde, acciones decadentes e inconexiones entre películas.

Solo puedes disfrutar de las escenas y los golpes, porque de lo demás es poco entendible. Tony Jaa junto con Panna Rittikrai honestamente no sirven para dirigir. Prachya Pinkaew fue el único que supo darle vida a Tim y lo más honesto es que siempre este recuerdo se quede en la primera entrega.

Como es posible que un director este tan zumbado para crear esta historia, original es y tanto pero vaya originalidad más absurda con ritos indios espirituales con unos diálogos que parecen de otro mundo, allí vive un humano normal tres días y se pega un tiro.
No hay quien la entienda, es aburrida, tienes ganas de que se acabe y de olvidarla tan pronto como sea posible, le pongo un dos por las tres peleas que hay pero vamos... no vale nada la pena.
Aburrida, rara, absurda, insólita, una pedazo de basura.

De vez en cuando la vida nos obsequia con estas sorpresas, un foluto tan inefable que solo podemos quedarnos sentados y disfrutar atónitos de un espectáculo digno de Cañita Brava.

Esta película a pesar estar hecha con brotes de creatividad sugeridos por insolaciones y diálogos entre politoxicómanos, es un claro ejemplo de que el humor absurdo debe ser entendido como tal. A los amantes de los truños les aconsejo que vean el film ¡hasta los créditos finales! donde el director nos preparo un último "explotido" de pus neuronal.

Pónganse la peli, siéntense entre risas y disfruten de lo que sin duda será, el tema de conversación durante días, un cagarro hecho película.

Aprovechando el éxito residual de la primera entrega, el actor Tony Jaa (Ong Bak, Thai Dragon) se aventuró a dirigir la segunda y la tercera entrega de la saga, además de co-escribir el guión de la que nos toca hablar ahora. Y ciertamente el resultado no es el que se cabía esperar: la segunda entrega fue aceptable, pero este desenlace de la trilogía está falto de espíritu y de calidad. Se nota que el actor, luchador, director y ahora guionista no es capaz de escribir una trama envolvente y entretenida como ocurrió en el caso de la primera entrega. En esta, nos presenta una historia de venganza con más agujeros que un queso de Gruyere, con múltiples momentos en que la acción no está presente nos muestra escenas alargadas con música envolvente para darle más duración a una cinta que se podría contar en una hora y cuarto. Ese tedio se alterna con frases y diálogos simples, de personajes planos e incluso insultantes (el tonto del pueblo no lo puede ser más) y la frescura con que se nos presentó la primera entrega se transforma en un brote marchito con el trabajo tan al estilo me la cargué que han hecho Jaa y el otro director de nombre impronunciable. Para algo está el dicho de "Zapatero a tus zapatos".
Lo único bueno es el alarde técnico de las peleas y su coreografía, en esto sí que es para lo que vale el "zapatero" Tony Jaa. Repartir es lo suyo, y no escribir o dirigir.

Si la dos era mala ésta es mucho peor. La historia igual de mala, la trama peor, por lo menos la anterior tuvo una escena donde habían varias artes marciales. Meten y sacan a actores secundarios. Ponen a un tipo con la cara pintada medio hechizero y medio cuervo que no entendí qué función cumplía. La escenas de pelea son aburridas más de lo mismo y si no tienen contenido no tiene sentido. El guión super malo. Sosa, lenta, revirada, aburrida. En síntesis una pérdida total de tu tiempo. Creo que nos quedaremos con el bello recuerdo de la primera entrega y nada más.
NO RECOMENDADA.