Detective privado

Flojo remake con aires de telefime del clásico de Howard Hawks, un clásico que si le hizo justicia a la novela original del maestro Chandler. El primer fallo a mí juicio es situar la trama en Inglaterra, con un personaje tan netamente americano como Marlowe lo desdibuja un poco, luego la realizacion plana, sin brío ni tensión y una voz en off que molesta más que otra cosa. Eso si, Robert Mitchum está espléndido, siempre impecablemente bien vestido aunque le falta la esencia del auténtico Marlowe, el resto del reparto un poco irregular, un otoñal James Stewart correcto y poco más, Sara Miles un poco cargante y nada seductora la verdad, Harry Andrews como el fiel mayordomo de lo mejor de la función y Oliver Reed acartonado y poco convincente al igual que Edward Fox. Se deja ver y entretiene dentro de lo que cabe, pero con las expectativas que tenía yo, me he quedado un poco despagado, por cierto la de "adios muñeca" también con Mitchum si que cumplió con mis expectativas

Cuando decidí ver esta película lo primero que me pregunté fue que cual era el motivo por el que no la conocía cuando contaba con un reparto que llama la atención. La respuesta llegó al poco tiempo al descubrir que este film ha pasado sin pena ni gloria a lo largo de los años ya que no interesa.
La historia resulta poco atrayente en su desarrollo, aunque cualquier trama de detectives y asesinatos siempre llama la atención. Pero el planteamiento es solo lo que atrae, ya que conforme van pasando los minutos uno se va dando cuenta que el interés se desinfla hasta unos límites que son muy complicados de remontar. Una historia que se sostiene por pocos sitios y que no convence.
A ello no ayuda tampoco unas interpretaciones bastante decepcionantes (a excepción de Oliver Reed y James Stewart que salen poco pero aportan su talento). El resto de actores realizan un trabajo bastante mediocre; incluido Robert Mitchum. Él me ha sorprendido mucho ya que era un gran actor, y no puedo entender como hace un trabajo tan malo. Aunque el resto de sus compañeros no están muy alejados de su calidad en el trabajo, ofreciendo unos personajes muy sobreactuados y nada creíbles.
El director Michael Winner tampoco está a la altura de lo que se espera. Esas escenas de acción están cogidas tan débilmente con alfileres que no se sostienen. Todas esos momentos están montados realmente mal, y no consiguen causar esa sensación de tensión característicos de los thriller.
En fin, "Detective privado" es una película que tal vez en su fecha de estreno tuviera algo de interés (o tal vez no), pero lo que está claro es que hoy en día ha perdido toda esa supuesta calidad que tenía. Un film muy decepcionante que no atre en prácticamente nada, y que cuenta con una historia que no llega a interesar junto con unas actuaciones bastante decepcionantes.

Segunda película de Robert encarnando a Marlowe después de "Adiós, muñeca" (1975) y las impresiones no sé si son peores o mejores respecto a ésta última, ya que la primera me gustó poco, pues hace con el libro del genial Chandler lo que le da la gana, aunque eso sí, Mitchum es lo mejor. Siempre digo que si se hubieran planteado hacer pelis sobre Marlowe en los 50 y 60, nadie como él. Pero a finales de los 70 estaba ya sesentón y achacoso y ya no es lo mismo.

Encima ahora lo tenemos en Inglaterra, inventando otra vez. Aunque sea una producción cuidada y aparezcan grandes como Oliver Reed, Edward Fox, Richard Boone y Jim Stewart, lo cierto es que Marlowe no pega nada en Reino Unido, y la trama es entre confusa y apática. Tampoco ayuda, como repito, que Mitchum tuviera ya 61 años, se nota que le cuestan horrores ciertas cosas.

No llega al aprobado, lamentablemente.

Es mucho más sobria y fiel a la novela de lo que pudo y quiso ser la adaptación original, también más fría.
Es interesante ver a Marlowe de vuelta de todo, no como el de la novela, acá es un veterano de guerra desencantado. La película evita el romance pero también el noir, no lo es, más bien una película de misterio y hasta ahí, es más bien un melodrama con tintes policiales.
Lo peor: Acá evitan el romance entre Marlowe y Charlotte, que por la eviten falta de química entre Miles y Mitchum es todo un acierto, pero igual ella está mal casteada, debería haber intercambiado personaje con Joan Collins.
Los flashback si bien ayudan a entender mejor muchas cosas, resultan fallidos.
Meter una historia que transcurría en Los Ángeles de finales de los 30s al Londres de finales de los 70s e intentar cambiar lo menos posible no queda, se siete todo acartonado.
Oliver Reed no entendió su personaje, se la pasa todo el tiempo rígido como si tuviera un palo en el culo o fuera un muñeco ventrílocuo.
Se siente insulsa.
Lo mejor: Que adaptan a Marlowe a la edad de Mitchum. Que las cosas quedan claras, sabemos quien mató a cada uno, no como en la de Haws que la mitad de las muertes había que adivinarlas. También evitan recargar la películas de escenas donde los personajes se apuntan, acá habrá 2 o 3 como mucho.
Es delegaste y muestra la parte más linda del Lodres de los 70sd, casi un vídeo turístico en ese sentido.
Interesante ver a James Steward en uno de sus últimos roles.

Diversos y variados han sido los actores que encarnaron a Philip Marlowe. En el filme que comento ahora, este honor le cupo al gran actor hollywoodiense Robert Mitchum, en una obra por la que el tiempo no ha pasado en vano.

En la cinta un general rico que habita en Inglaterra contrata a Marlowe porque supuestamente una de sus dos hijas está siendo chantajeada. Pero Marlowe, que es muy listo, descubre que el chantaje tiene que ver con la desaparición del marido de la otra hija del ricachón. En realidad, las tales hijas mantienen unas peligrosas relaciones con mafiosos.

Aceptable dirección de Michael Winner con un guion que adapta la novela de Raymond Chandler; aceptable música de Jerry Fielding y fotografía de Robert Paynter.

Uno de los valores del filme es el reputado reparto encabezado por un circunspecto Robert Mitchum, al que le secundan una mediocre Sarah Miles, Richerd Boone, Candy Clark, James Steweart (nada menos), Edwaard Fox y Joan Collins, entre otros más.

Desde luego no es un clásico y a pesar de un entramado confuso, aunque coherente, a pesar de su puesta en escena, vestuario, decorados, localizaciones londinenses y todo eso, los actores no parecen muy comprometidos con la obra y el filme deviene gris.