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Maligno

Terror. Thriller Una madre preocupada por el comportamiento perturbador de su hijo, está convencida de que algo sobrenatural está transformando la vida del pequeño y de quienes lo rodean, poniéndolos en peligro. (FILMAFFINITY)
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Críticas 39
Críticas ordenadas por utilidad
7 de febrero de 2019
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un desarrollo convenientemente pausado

La película recupera una de las inquietudes más básicas del género de terror, el miedo a los niños. El miedo a dormirse sin saber si tu hijo esta bien debe ser una de las peores cosas que le pueden pasar a un progenitor. Mucho peor aún si hablamos de los padres de un hijo superdotado.

Con todo esto el director se toma con calma la evolución de Miles, presentándonos primero a la familia y el entorno en el que nos moveremos durante la película. The Prodigy muy fuerte para llevarnos a la vida cotidiana de la familia perfecta de Miles. McCarthy se guarda las cartas para el segundo y tercer acto de la película, dejando el primer acto para crear atmósfera.

La sobreprotección al hijo perfecto

The Prodigy nos presenta a la familia perfecta, con un niño muy listo y con unos padres que no quieren aceptar que su hijo necesita ayuda. Algo que hemos visto miles de veces pero que el guionista nos muestra muy bien. Eso sumado al gran problema de que nadie se atreve a matar a un niño es lo que llevará la trama a su extremo, dándonos algún que otro giro interesante que acaba sosteniendo toda la película.

Niños terroríficos de la historia del cine

Sin querer desvelar mucho se nota que el personaje de Miles es un refrito de todos esos niños míticos del cine de terror. Empezando por Damien de La profecía, veremos a Miles haciendo de Michael Myers y hasta en algún momento nos va a recordar a las gemelas Grady de El resplandor. Si algo consigue hacer la película, gracias al actor, es transmitir la sensación de que Miles es realmente peligroso.

Gran parte del acierto de la película es la actuación del joven Jackson Robert Scott, que no puede sonar porque es el pequeño Georgie del remake de It. En The Prodigy el actor consigue hacer dos papeles distintos. Las escenas más terroríficas no solo están protagonizadas por él, sino que son simplemente del niño hablando, pese a lo que piensen el director y el compositor.

No todo puede ser el tren de la bruja

La película consigue crear una atmósfera malsana, pero como se lleva demostrando hace tiempo, es mejor saber asustar que desear asustar. Ejemplos claros los tenemos en las recientes Hereditary o en las dos películas de Expediente Warren. En The Prodigy no encontraremos este tipo de terror, excepto en algunas escenas concretas.

Hay que saber sobre qué se esta rodando para saber cómo asustar y en este caso la película falla. El guion y las interpretaciones del primer acto nos presentan una situación suficientemente espeluznante por sí sola. El problema que tiene la película es que se apoya en la banda sonora para querer asustarte. Tanto el director como el compositor se empeñan en hacerte saltar de la butaca. Parece que no se den cuenta que da más miedo lo que te están contando que como te lo están contando. Es cierto que hay películas hechas para hacer constantes “jump scares” y mantener a la audiencia en constante tensión, pero este no es el caso. Como ya he dicho anteriormente, la película funciona mejor en su planteamiento y en sus diálogos que en el susto por el susto.

Pero aunque en su mayoría The Prodigy utiliza el recurso facilón del “jump scare” hay que señalar que cuando no lo hace consigue sacar escenas para el recuerdo. Aprovechándose de los tiempos de la corrección política en los que vivimos la película utiliza al niño para poner a un personaje adulto en una situación muy peliaguda.

Conclusión

Es una película de terror con un guion suficientemente sólido para dar mal rollo pero que se ve empeñada a que el espectador salte de su butaca. A pesar de eso The Prodigy nos habla de temas tan interesantes como la sobreprotección de los padres a los hijos y la corrección política.

Escrito por Daniel Buron
https://cinemagavia.es/the-prodigy-pelicula-critica/
Cinemagavia
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23 de febrero de 2019
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La presencia de infantes como protagonistas de una película de terror es casi un subgénero en si mismo, en una tradición que incluye títulos que van desde películas como ‘La profecía’ o ‘El exorcista’, hasta algunas más recientes como ‘El legado del diablo’, ‘El orfanato’ y otras menores donde la figura a temer está representada por un menor, como es el caso de ‘Maligno’.

Sarah y John (Taylor Schillin y Peter Mooney) son un joven matrimonio que tras algunas dificultades han logrado ser padres, trayendo al mundo a Miles (Jackson Robert Scott), un chico con una agilidad mental sorprendente.

Conforme Miles va creciendo, su comportamiento se va volviendo cada vez más intolerable y violento, por lo que su madre decide llevarlo a que lo revisen especialistas, sin sospechar que algo sobrenatural incide en este cambio de conducta de su hijo.

El arranque de la nueva película de Nicholas McCarthy promete gracias a la atmósfera bien creada en torno a la figura del menor y, sobre todo, ante la consabida promesa de lo que sucederá conforme va creciendo y el mal toma completo control de su ser.

Sin embargo, apenas transcurrida la mitad del metraje, tanto la trama como el personaje del chico detienen su desarrollo, disminuyendo las posibilidades del relato y recurriendo solo a escenas donde personajes que aparecen de repente y el alto nivel del sonido serán los responsables de tratar de generar los sustos entre los espectadores.

Así, las buenas ideas se agotan pronto, dando paso a un último tramo que cae por completo en lo ordinario, donde apenas se salva gracias a algunos momentos que rozan la incorrección política y donde se ha extinguido por completo la tensión antes conseguida, consiguiendo llegar apenas a ser medianamente inquietante.

https://tantocine.com/maligno-de-nicholas-mccarthy/
Quique Mex
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19 de mayo de 2019
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curtido en el cine de terror, McCarthy viene ofreciéndonos varios títulos que, con mayor o menor fortuna, ocupan un hueco en el actual cine de género. Alejándose de alguno de sus contemporáneos, que suelen otorgan ese discurso pseudo intelectual a sus películas, mirando al terror por encima del hombro y esperando de arrasar en premio y crítica en los diferentes festivales donde se proyectan, el director propone obras honestas que participan de todos aquellos recursos propios del horror.

Tras adentrase en el cine de fantasmas con la terrorífica "El Pacto" (al menos hasta que descubre el pastel), en el cine slasher con su episodio en el conglomerado "Holidays" o en el terror demoniaco en la fallida "At the Devil's Door", vuelve a terrenos de sobras conocidos para contemplar una historia de posesiones a la vieja usanza. Niño malrollero, madre psicótica superada por las circunstancias, y la presencia de algo oscuro que se oculta detrás de la cotidianidad se dan la mano en este film, que aunque produce cierta inquietud, juega en su contra la obviedad con la que se desarrolla.

Nada nuevo en el horizonte pues, tampoco nada nuevo en su realización (con su correcta fotografía pero plana realización) y un argumento que se agota en los primeros compases. Pero, como nos encontramos ante un director de detalles, éste sabe sacar partido de lo poco que puede brindarnos. Juega con acierto esos momentos en los que desaparecen los signos de cansancio que imperan en la mayoría del metraje, consiguiendo inquietar con pequeñas píldoras que salvan al conjunto del más absoluto desastre (la tensión que destilan madre e hijo en algunos momentos del film, esa mirada bicolor fusionándose con su otro yo, la oscura presencia en las sombras del pasillo, y la explícita conversación con el psiquiatra son buen ejemplo de su capacidad). También propone un interesante debate sobre la maternidad en el conflicto que se establecen en el último tramo, estropeado por su mala exposición, se vuelve del todo irrelevante para el espectador, quedando diluido en su evidente desarrollo.

En conclusión, el previsible final, que un espectador avispado ya conoce desde la introducción del dvd en el reproductor, el mostrar de antemano todas sus cartas antes de iniciar el juego y lo desaprovechado que está personaje del padre con su oscuro pasado, imposibilitan que todos aquellos recursos terroríficos que tan bien maneja McCarthy no eliminen esa sensación agridulce que deja el film tras su visionado.

Lo mejor; Lo bien que se mueve el director entre las sombras y la sugestión.

Lo peor; Carece de la tensión que requería un film de estas características, además de ser demasiado obvia en su exposición (solo hay que ver observar el plano en el prólogo que ya da respuesta al resto del film, donde dos imágenes se complementan)
did79
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3 de septiembre de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una cinta de terror psicológico muy bien conseguida. Hay ciertos tintes que me recuerdan a Babadook y otros a la reciente Bosque Maldito. La relación entre madre e hijo es fundamental.
Una representación original de la posesión que me ha recordado hasta a Chucky.
No está nada mal. Asusta cuando tiene que asustar sin caer en facilidades ni en subidas de volumen innecesarias.
Seeker
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7 de mayo de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La trama se centra en la pareja Sarah (Taylor Schilling) y John (Peter Mooney) que deciden tener un hijo. Miles (Jackson Robert Scott) que nace con grandes rasgos de inteligencia pronto empezará a dar muestras de que algo malvado le perturba y afecta a la convivencia familiar. La gente que le rodea se encontrará en constante peligro y sus padres buscan la ayuda de un terapeuta, Arthur (Colm Feore).
Con notables influencias a títulos como “La Profecía”, “La Huérfana”, “El Buen Hijo” y otras tantas con el denominador común de niños con mala rebaba se mueve “The Prodigy”, la cinta de Nicholas McCarthy, el cual es un habitual del género de terror. Sus anteriores trabajos así lo demuestran “El Pacto”, “Home” (2014) o su participación en la colección de relatos en “Holidays” (2016) corroboran la trayectoria del cineasta.
“The Prodigy” se acerca con gran astucia al género melodramático que nos muestra el sufrimiento que viven unos padres ante el miedo que les ocasiona su hijo de 8 años.
Cuenta con escenas tan perturbadoras y que causan fuerte impacto como la de la sesión de hipnosis en la que el cuellicorto demoníaco le pone los h..de corbata al terapeuta o el momento en el que Miles le dice a su madre –¿seguro que me querrás siempre haga las cosas que haga?- que hace que se te ericen los pelos.
Según avanza la película da claras muestras de similitud con “Muñeco Diabólico” (1988) de Tom Holland y nos causa la sensación que en cualquier momento el niño va a decir –Hola, soy Chucky seré tú amigo hasta el fin-.
Aunque no estamos ante nada nuevo, ni original, su director utiliza las antiguas fórmulas de terror como la de un niño poseído por el mal y las hace muy efectivas para conseguir hacer pasar un mal rato al espectador.
Es de agradecer el gran aporte en la composición musical de Joseph Bishara, también habitual en títulos de terror como “Expediente Warren”, “Annabelle” o “Insidious”.
JUANJO
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