Quisiera ser millonario

No es la mejor ni la película más brillante, pero sí la más mágica...la más bella y enternecedora cinta que visto desde hace mucho tiempo.
Además, me devolvió esa maravillosa sensación de viajar y soñar sin levantarme de la butaca del cine como si nada de lo que sucediera fuera de la sala de proyección existiera ¿Reconoceís esa sensación?

La primera parte de la película es...espectacular. Bueno, más que espectacular es dolorosamente realista. Describe la India más brutal de los suburbios, esa India que yo conozco en primera persona (he estado cinco veces) y que a veces me cuesta mirar a la cara porque "la realidad duele".

El guión es curioso y el desarrollo se disfruta con interés aunque sobre la mitad pierde un poco el ritmo.

Es una mezcla de película occidental y película típicamente de Bolliwood. ¡Éste es otro encanto añadido!
En esa misma butaca desde la que floté por la magia cinematográfica...en esa misma butaca lloré al final, cuando los personajes se entregaban a un ritmo divertido y frenético al estilo más boliwoodense. Lloré, digo, desbordada por las sensaciones y los recuerdos que la película me ofreció de la India en la que la dicha y la miseria, la belleza y el horror, el asco y la dulzura, todo se mezcla.
No sabes qué pensar.
Quizá no se puede describir la magia.

Danny Boyle es el típico director que jamás me pasa inadvertido. La peli puede ser mejor, peor, puede ser hasta una castaña, pero siempre tiene algo de sorpresa y digno de ver en sus planteamientos.

Yo no voy a decir lo que dice mi buen amigo Sersolo de que es uno de los grandes, pues creo que no lo es, ni mucho menos. Y no lo es por un tema de sensaciones. Boyle es como si hicieras el amor con una mujer, te lo pasas estupendamente durante el acto y jamás llegaras al clímax.

Está peli es buena, muy buena, pese a sus mediocres actores, la trama te engancha desde el principio, y llega un momento en que prácticamente estás alucinando por lo que ves.

Pero finalmente sale el Boyle malo, con un final precedible, tontuelo y acaramelado a más no poder, que contrasta con la dureza de gran parte del film.

La trama es bastante original ¿Cómo puede un chaval huérfano, criado en la calle, que sabe leer lo justo, llegar a la última pregunta de “¿Quiere usted ser Millonario?”. No digo nada, a verla porque merece la pena, pues es una película, pese a sus múltiples defectos, tremendamente entretenida y digna de pagar unos eurillos por su visión.

En cuanto a los Oscar, yo personalmente no le daría ninguno de los importantes, quizá a alguna de las cancioncillas, quizá la fotografía, el montaje, no sé. Pero me da, que conociendo a los del otro lado del charco, tan amantes de este tipo de historias, se puede inflar.

Para mí, siendo una buena película, está a años luz del Curioso caso de Benjamín Button, Frost contra Nixon y si me apuran hasta de la defenestrada Revolutionary Road.

En spoiler juego a guionista y sugiero lo que hubiese sido un final más lógico y más poderoso

Nominada a mejor película, director y guión en los próximos Globos de Oro, la refrescante nueva película del británico Danny Boyle (Trainspotting; La playa; 28 días después) sorprende por la claridad y perfección de su argumento: la historia dos hermanos de los barrios pobres de Bombay, Jamal y Salim, y su odisea para sobrevivir en un mundo atroz. (Como dice Grandine, existen paralelismos obvios con “Ciudad de Dios”).

Usando como MacGuffin el programa televisivo “Quién quiere ser millonario”, Boyle reconstruye la dura infancia de los hermanos a través de cada una de las respuestas de Jamal. Jugando hábilmente con las diferentes tramas (el concurso, la comisaría y los flashbacks) consigue dar a la cinta un ritmo trepidante no carente de interés y calidad cinematográfica. Nada que objetar a la planificación (que es brillante en encuadres sin perderse en florituras) ni a la fotografía (poderosísima) o a la música. Todo encaja, especialmente, durante los primeros 90 minutos (que son de enorme calidad).

Mucho se ha hablado de esta cinta, muchos son los premios que ha recaudado y esto genera muchas expectativas para el publico, pues bien, todas estas son cumplidas en Slumdog Millionaire dejándonos el mejor sabor de boca de la temporada con su formula, brillante y original de exponer el caso curioso de este pintoresco joven: “Jamal”. Desde “Trainspotting” no se veía a un Danny Boyle tan potente e incluso ante esta nueva producción, Boyle se disculpa por la inestabilidad en su pasado, y nos ofrece el mejor trabajo hasta la fecha de su carrera. Como es habitual, lo que más atrayente del film es la formula utilizada por Boyle para dirigir, una formula que consigue un ritmo impresionante, que no aburre, que no decae, que entretiene y sobre todo que aporta algo al espectador, un mensaje tan esperanzador tan positivo que de inmediato se ubica entre una de las mejores películas indies de la historia del cine.

Fabuloso el elenco actoral, la reconstrucción del personaje de “Jamal Mailk” es muy acertado, presentándonos la infancia de esté, de la mano de Ayush Mahesh Khedekar, no se sentía una ternura tan inolvidable con un personaje infantil desde “Toto” en Cinema Paradiso, Tanay Chheda se ocupa de la preadolescencia de Jamal y un Dev Patel sencillamente asombroso que equilibra el personaje. En Patel encontramos la gran revelación actoral del año. El resto del elenco seduce, con la belleza exótica de Freida Pinto “Latika” y el vigor de Rajendranath Zutshi “Director del famoso programa”.

Técnicamente una de las obras más solventes, Anthony Dod Mantle (fotografía) realiza un trabajo tan genuino como impresionante, no se veía una fuerza visual tan potente desde Ciudad de Dios, Chris Dickens (edición) diseña una formula tan efectiva que compacta a la perfección las escenas (tenemos ya un ganador) y la música (típica de Boyle) tan excitante que engrandece cada momento de la trama, simplemente genial el apartado técnico, y aun mas extraordinaria la idea de que este esté elaborados por supuestos desconocidos.


Slumdog Millionaire funciona en todos los aspectos: como obra moral con un poderoso mensaje de trasfondo, como un homenaje a la vida y la alegría, como un ritual sagrado al amor y sobre todo como un himno a la perseverancia. Señoras y señores Slumdog Millionaire es un rotundo éxito.

INGREDIENTES:

- .Escoja un tema que de mucha pena, a ser posible estilo
Cenicienta.

-.Si esta de moda mucho mejor, en este caso la India o Boliwood.

-.Añádale algo de Romeo o Julieta o la Princesa Encantada.

-.Asegúrese de que la mezcla tenga un final apoteósico.

-.No olvide ser todo lo cruel que pueda antes de hornear para que coja volumen.

-.Remuévalo todo con caldo de lagrima del de toda la vida y una pizca de culebrón

Venezolano.

-. Sírvase acompañado de mucho marketing para asegurar que sepa bien dulce.

-.Finalmente no olvide adornar la mesa con muchos colores.


Y ya esta , Felicidades por usar el comodín todo el rato y apostar a lo seguro.