Camino de la horca

Arranque fulminante con el intento de linchamiento de un cuatrero, Tim “Pop” Keith (Brennan), acusado del asesinato del hijo predilecto del ranchero poderoso, Ned Roden (Ankrum). Nada nuevo bajo el sol, pero ahí está la maestría de Walsh para hacer de una sencilla historia una gran obra. También un marshall, Len Merrick (Douglas), con un profundo sentido del deber y de la justicia que no está dispuesto a tolerarlo.
Y será el largo camino hasta Santa Loma a través del desierto, el verdadero escenario de la trama. Las dificultades que se encuentran sirven para medir muy pronto el verdadero apoyo de los ayudantes de la autoridad, su debilidad ante las promesas del hacendado, pero también la verdadera culpabilidad del acusado que muestra siempre un aspecto huidizo y dubitativo, viejos recuerdos de parecidas situaciones que ya ha sufrido en sus propias carnes Merrick quien, a su vez, experimenta la atracción amorosa de la hija del acusado, una bellísima Anne Keith (Mayo), que se debate entre la fidelidad filial y la que le dicta su corazón. Y aquí está una de las grandes virtudes de la cinta, el análisis de los personajes, pues nos encontramos en lo que bien podemos llamar un western psicológico.
La tensión que se va acumulando a lo largo de la trama culmina con la escena del juicio y del veredicto. La ley se impone finalmente, pero ¿se hace justicia? Se hace, aunque para ello el guionista tenga que forzar un poco las cosas sacándose de la manga la prueba definitiva que, aunque el espectador la barrunte, queda un poco postiza.
Obra en la que destaca el guión, dirección, fotografía, paisajes, música y, sobre todo, la interpretación del trío central de protagonistas (Douglas, Mayo y Brennan).
En lo sanitario se cita el empleo de un desinfectante para las heridas de caballos y mulos que no duda en aplicar el marshall a Anne, o los lógicos espejismos e insolaciones propias de las correrías por el desierto.
En conjunto una obra notable que muestra a un Douglas en plenas facultades consciente de su responsabilidad como representante de la ley: "Un sheriff siempre está dispuesto a morir de un balazo".

Lo primero que quiero destacar de esta película es la excelente fotografía en blanco y negro, tanto en exteriores, donde trascurre la mayor parte del film, como en interiores de estudio. Hay planos que son de una belleza fotográfica fuera de serie. Por otro lado la maestría de Raoul Walsh queda demostrada una vez más junto a un guión muy bien trazado, donde el estudio de los personajes y los cambios que en ellos se van produciendo se nos muestra con gran habilidad.
Con respecto a la interpretación todos quedan a gran altura, pero especialmente Kirk Douglas y Walter Brennan dan una lección de saber donde están y como se han de hacer los personajes.
No se puede pedir más en un Western fuera de serie. No le hace falta ni el color ni el cinemascope.
Deseo destacar la versión española (doblaje) que también brilla a gran altura y realizada en España con un reparto de lujo.


José Antonio ZG

El título de esta crítica refleja bien lo que es esta película, un western a la vieja usanza, por lo tanto un buen western.
¿ Motivos ? Un desarrollo lineal, una buena composición de exteriores, tanto de localizaciones como de fotografía, amen de una dirección correcta pero siempre ferrea, al más puro estilo Walsh, confieren a este film la categoría de clásico del género.
A estas aseveraciones hay que añadir la trama en sí, con su situación injusta e incluso con el toque femenino y de seducción imbuido por Virginia Mayo.
Las interpretaciones buenas, concisas, ajustadas. Douglas se mueve como pez en el agua en su primer film del oeste....y que decir del gran Walter Brennan que poco después nos maravillaría con su gran caracterización en el legendario western " Río bravo ".
En fin para pasar un rato expectantes y paladear un más que correcto western les recomiendo vean esta película.
Un saludo, Efelson.

Raoul walsh era como mínimo un delicado artesano. “Camino de la horca” es capaz de atestiguarlo.

Y es que algo se respira en este Western, no sé si será el talento de Douglas, que él solito es capaz de darle peso e interés a la cinta, o quizá es ese mítico paso por el desierto, en el que el personaje de Douglas habrá de vérselas con todo, o el talento de Walsh para mantener el ritmo de una película que nunca decae.

Y eso que realmente en teoría el film no ofrece nada nuevo, todo está muy visto (hasta para la época), la historia sin imágenes no gozaría de un gran interés (es decir, si fuera un libro o el guión), porque es la misma historia de toda la vida, el personaje de Douglas habrá de recordar parte de su pasado, hacer frente al enemigo (que está por todas partes). La historia de venganza que está prácticamente en todos los westerns. Es muy prototípico, conflictos entre familias y diferentes clases, tiroteos de por medio, una relación de por medio etc..

Los personajes secundarios están bien construidos aunque sin brillantez (quizá el presunto culpable sí que tiene algo más de miga). Eso sí, el personaje de Virgina Mayo me parece totalmente sobrante, metido con calzador (pese a que no es culpa suya, que ella aparece inmejorable). Pero uno de los culpables de que el film no se convierta en uno más es el todo lo relacionado con el sheriff. Todo en él es casi perfecto, un héroe con remordimientos, con un buen perfil psicológico, pero no sólo eso, sino que también Douglas lo sigue haciendo igualmente bien.

Los mejores momentos sin duda suceden por el paso del desierto, en la que todo se pone en contra del grupo y en la que el film entretiene, la esencia queda patente, entre los diferentes juegos de relaciones que suceden entre los personajes.

Además como muchas otras obras también hace un planteamiento ético (aunque no sea de los mejores tiene su cosa) sobre la justicia, más en concreto sobre si es una buena idea tomarse la justicia por la mano (como pretende hacer el padre del hijo asesinado) o si realmente merece la pena arriesgar la vida por una persona presuntamente culpable. Y como no, con juicio incluido, que eso parece que siempre les ha gustado a los americanos.

Y aunque todo este ya muy mascado la película logra salir del paso. Gracias en parte también a Walsh, con un saber hacer y llevar el film, que se ventila en un momento (aunque es un film con un metraje de poca duración).

Impresionante western dirigido por Raoul Walsh sobre un sheriff que debe escoltar a un hombre acusado de un crimen y a su hija hasta el pueblo donde debe ser juzgado intentando evitar que sea linchado durante el trayecto. La película es un típico western mezclado con altas dosis de acción, drama y romance rodado con una excelente fotografía en blanco y negro muy al estilo de Walsh, sin duda uno de los mejores directores de su época, autor entre otras películas míticas de "Tambores lejanos", "Al rojo vivo", "Murieron con las botas puestas" o "La pasión ciega". El otro gran acierto de la película director a parte es el brillante reparto, Kirk Douglas interpreta al intransigente sheriff en el que fue su primer western, un genero del que se convertiría en asiduo, Virginia Mayo está esplendida como la hija del acusado y Walter Brennan vuelve a demostrarnos porqué fue uno de los mejores actores del Hollywood clásico, ganador de tres Oscar siempre será recordado por su participación en grandes westerns como "Río rojo", "Río bravo", "El pistolero" o "Camino de la horca", un impresionante western de los mejores que se recuerdan.