Camino de la horca

Notable western realizado por Raoul Walsh (1889-1981). El guión, original de Walter Doniger, escrito con la colaboración de Lewis Meltzer (“El hombre del brazo de oro”, Preminger, 1955), desarrolla un argumento del propio W. Doniger. Se rueda en Alabama Hills (Lone Pine, CA) y en los platós de Warner Studios. Producido por Anthony Veiller para la Warner, se estrena el 16-V-1951 (NYC).

La acción dramática tiene lugar en el desierto Divide, las orillas del río Guadalupe y la localidad fronteriza con Méjico de Santa Loma, situada al Sur de Texas, entre 1865 y 1870. El nuevo sheriff federal de Santa Loma, Len Merrick (Douglas) impide el linchamiento del cuatrero (ladrón de caballos o ganado) acusado por el poderoso ranchero Ned Roden (Ankrum) y los suyos del asesinato por la espalda de Ed Roden, su hijo predilecto. Para evitar el hostigamiento de los Roden, Len conduce al acusado, Tim “Pop” Keith (Brennan), a través del desierto. Durante el viaje se une a ellos Anne Keith (Mayo), hija de Tim. Len es duro, seco, insobornable, de pocas palabras e individualista. Arrastra un problema psicológico de remordimientos en busca de expiación. Tim es locuaz, experimentado y embrollón. Ann es guapa, desenvuelta y de carácter independiente. Tiene el corazón dividido entre la devoción al padre y el amor que siente por Len.

El film suma western, acción, drama y romance. Lo dirige el especialista Raoul Walsh, que desde 1939 trabaja para la Warner. Kirk Douglas interpreta su primer papel en un western, trámite necesario entonces para poder aspirar a papeles dramáticos de cierta entidad. Se cuenta una historia sencilla, sin complicaciones, cuyo desarrollo se presenta lleno de matices, tensión, giros, lances de interés, sorpresas y una sucesión ininterrumpida de brillantes y vibrantes secuencias de acción. Como tiene por costumbre, Walsh focaliza la atención en el héroe y presta especial atención al análisis psicológico de su mundo interior.

El estilo es sobrio, austero, equilibrado y clasicista. La obra se divide en las tres partes clásicas: planteamiento (presentación de los personajes, tema y situaciones), desarrollo (travesía del desierto) y desenlace (juicio en Santa Loma, veredicto y final). Añade un excelente estudio de caracteres, que da profundidad al relato y densidad al drama. Deja constancia de su gusto por los detalles (desinfectante para caballos, pañuelos de cuello, reloj de bolsillo, etc.). Hace uso de un humor abundante, rico en sutilezas y no exento de picardía (baño de Ann en el arroyo, historia del sheriff ahogado en él, lucha de sexos entre Len y Ann, apunte sobre inversión de roles...). El interés del relato sigue un crescendo que corre paralelo a la progresiva pérdida de apoyos del sheriff.

(Sigue sin “spoilers”)

Un western espléndido, que dura lo justo y se sigue con pasión. Walsh aplica su tono enérgico y tenso en la dirección, sacando partido de los paisajes y exteriores por dónde transita la acción, logrando practicamente una obra maestra.
Kirk Douglas está perfecto en su papel, Virginia Mayo está guapísima y Walter Brennan demuestra por enésima vez ser el mejor secundario de westerns de la Historia del Cine.
Obra limpia, dinámica, enormemente interesante, incluso muy superior a títulos legendarios de su gran director. Magnífica fotografía de Sid Hickox.

El peligroso camino que encabeza el sheriff comprende la esencia de la que nos apetece atiborrarnos quienes gustamos del género. La presencia de un Douglas enorme es ya una razón a priori, una vez nos metemos en la película, desde el primer minuto, desde su primera aparición, su presencia se convierte en garantía de calidad. A mí lo que me parece es que Raoul Walsh sabía lo que hacía y lo hacía bien. En menos de 90 minutos, más no le hacen falta, usa los elementos de los que dispone de forma inmejorable, con unos exteriores excelentemente escogidos y el reparto del que no sólo destaca Douglas, todos están a su misma altura. Pero es que la historia, por simple y sencilla que parezca, está llevada con tensión y posee algo, un cebo difícil de describir, que ha hecho que pasara como un rayo por delante mío.

Puede que la gracia de un Western, cuando se afirma que es bueno, sea su linealidad, su sencillez. Walsh atrapa una idea que serviría para escribir cuatro lineas pero la rellena de acción y consigue entretener. Para eso, es evidente, ha de ser de gusto personal, de agrado suficiente y afinidad cinéfila, cosas como el desierto, los rifles y pistolas, la chulería típica del personaje típico del género, el polvo, los caballos... Y si además sale Virginia Mayo y no hay excesivas estupideces, sólo hace falta poner la cuerda de una horca por en medio, como aquí, y ya tenemos un western como una casa.

Western en blanco y negro. De buena calidad.

Incluye sheriff cumplidor de su deber por encima de cualquier otro sentimiento (K. Douglas). Acusado de crimen que hasta el final del filme no logramos descubrir si en verdad es culpable o es inocente (Walter Brennan). Mujer atractiva y de armas tomar, hija del acusado y enamorada del sheriff (Virginia Mayo).

Todo esto entremezclado con momentos de arrojo, de confrontaciones, de huida, de amor, de juicio, de justicia, de humorismo, etc.

Un clásico digno de verse y tomar nota.

La Ley en el salvaje Oeste era muy clara, el que a hierro mata a hierro muere, y allí el que asesinaba era ahorcado, bien por los que le atrapaban y sin juicio previo le linchaban, o bien tras un juicio con jurado, algo más justo donde el sujeto al menos contaba con la oportunidad de defenderse.

Un sheriff impide el linchamiento de un hombre por una partida de paisanos que le acusan de haber matado al hijo de uno de ellos, y se encamina con el acusado en dirección a un pueblo lejano donde se imparte la justicia de ese territorio. Exiguo guión, sin duda.

Pero la maestría de Raoul Walsh consigue que el desplazamiento y sus dificultades sean otro protagonista más, así como las circunstancias que se van produciendo.

Reparto encabezado por el gran Walter Brennan y su voz de cuervo cantando machaconamente una canción, junto con su hija, la siempre atractiva Virginia Mayo con un pelo corto que aún la hace más sensual, y el duro sheriff con remordimientos, interpretado por Kirk Douglas dan mucho empaque a este western menor que gracias a Walsh se convierte en una más que interesante joya.

Notable, 8.