Shanghai

Fundamentalmente, este film dirigido por el sueco sueco Mikael Håfström es bueno en términos de la intriga bien diseñada en el guión. Su ambientación de los años cuarentas, pone de relieve a unos personajes creíbles. En este contexto, las caracterizaciones a mi juicio sobresalen: John Cusack como Paul Soames, Li Gong como Anna Lang Tin, amén de los personajes de los actores Yun-Fat y Ken Watanabe.

Y como el punto de partida de la intriga es la misteriosa muerte de un americano en Shanghai, los dispositivos (de la trama) resultan a la larga un destino irrevocable tras las investigaciones del señor Soames y ese fatum que caracteriza a los personajes en el sendero hacia la muerte —momento en el que se descubre la verdad. Además, día en que Japón ataca a Pearl Harbor—.

Sin lugar a dudas, este film también supone un grato reencuentro con el “cine negro” de siempre y que no es otra cosa que un estilo visual. Vemos entonces una Shanghai cuyas calles están cubiertas por la lluvia, con sus luces y sombras, las luces de neón; la música de jazz, el crimen, esos grises personajes y sus acciones, y esas “mujeres fatales” para una atmósfera angustiosa.

Gonzalo Restrepo Sánchez (Film critic. Barranquilla, Colombia)

Me ha gustado mucho esta película. Mejor dicho: me lo he pasado muy bien con esta película. Tenemos un guión de hierro, bien articulado, bien escrito, con diálogos contundentes sin caer en la autoparodia. Tenemos un puñado de actores entregados a la causa, conscientes de que están construyendo un pequeño clásico al estilo de los clásicos antiguos. Tenemos guerra, amor, espionaje, pérfidos orientales, sensibles orientales, una resistencia armada contra el invasor, Pearl Harbour, microfilms, cabarets con bailarinas bellísimas, tiroteos, matanzas, la invasión de Shangai por los japoneses. Shangai es una ciudad abierta, como lo era Casablanca, y nace un amor imposible entre una hermosa mujer (impresionante Gong Li) casada con un gangster (eficaz Chow Yun-Fat), y un espía norteamericano (esforzado John Cusack), que intenta descubrir al asesino de su mejor amigo. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto ante una gran pantalla. Aires de superproducción para una cinta menos ambiciosa en ese sentido, que sin duda está consiguiendo más espectadores de los que imaginaba. El mejor trabajo de Hafström hasta el momento.

Mikael Hafström, realizador todoterreno donde los haya. Lo mismo te hace un film de terror que uno de acción o un thriller de espías, como es el caso de "Shanghái". Casi podemos considerar a Hafström como un artesano del cine, y el problema que les encuentro a este tipo de directores es que muchas de las cintas que realizan las hacen más con la cabeza que con el corazón. Ese es el principal inconveniente de "Shanghái", es una película de una notable factura técnica y visual a la que por desgracia le falta espíritu. El film sufre de un tremendo déficit de emoción, en ningún momento terminaron de engancharme ni su historia ni sus personajes. En general "Shanghái" es un film tan frio que corre el peligro de dejar al espectador indiferente ante lo que en el sucede.
También tengo que admitir que para ser un thriller de espionaje, la trama aporta pocas sorpresas. Todo lo que acontece en la película es bastante previsible. Los espías siempre juegan a las medias verdades entre ellos, pues el guionista de "Shanghái" más bien juega a las verdades enteras.
Sumar todo lo anterior da como resultado un film que se consume con el piloto automático puesto, para luego ir olvidándolo poco a poco.

Personalmente en este tipo de películas me pierdo un poco con los personajes, con la trama, nunca sé por donde va. En ésta no. Me gustó todo: la ambientación, los personajes, ta trama con su final en barco coincidiendo con el ataque japonés a Pearl Harbor.
Todo empieza con el amigo que no aparece a la cita en el casino. A partir de este momento toda una serie de acontecimientos se precipitan, y como en todo cine negro de calidad, de aventuras o de espias hay intriga, persecuciones, muertes violentas, secuestro, una mujer bella misteriosa e inaccesible... y el final con el barco alejándose de Shanghai.
La ambientación muy buena, con sus personajes, vestidos, fiestas,su atmósfera retro, la casa de opio, los japoneses (el capitán, tan digno él), los chinos, los occidentales...
En resumen, película recomendable para todo el que le guste el cine clásico negro, con su recuperación del blanco y negro en ciertos momentos del metraje para volver rápidamente y sin estridencias al color.

Esta producción es una película de espías más, donde durante el desarrollo van apareciendo cada vez más personajes, sin estar claro quién es espía, quién no, quién es un contraespía, quién es amigo y quién enemigo. A mi edad, la verdad, no me gusta pensar mucho cuando de ocio se trata, así que estas marañas de personajes espiados unos por otros y asesinados unos por otros, me aburre mortalmente. Ni siquiera el exotismo de Shanghai y la belleza de las asiáticas de la película hacen que mi atención se centre.

No es que la película sea mala, porque las actuaciones están bien, la ambientación es muy buena, y la trama es correcta. Es sólo que no casa con mis gustos personales.