Bed of the Dead

¿No queríais una película de terror?, pues aquí la tenéis, en todo su esplendor, con todos los aditivos para los más adictos al género. El cine canadiense nos vuelve a regalar una joya, lo cual ya ha dejado de ser una sorpresa. Viene de la mano de Jeff Maher, que hace su primera incursión tras las cámaras en el mundo del largo. Su extensa carrera como director de fotografía contiene éxitos tan importantes como Bite de Chad Archibald y Antisocial de Cody Calahan.

Pero una cosa es formar parte del equipo técnico de un film y otra ser el máximo responsable. En Bed of the Dead no ha dudado en echar mano de todo un arsenal de recursos para ofrecernos una historia que pone los pelos de punta. Hay que mencionar el uso, sin abuso, del gore. Quizás esa mezcla del terror psicológico con el escatológico no satisfaga a todo el mundo. A los primeros no les gusta mucho la sangre y los segundos querrán más. En un amplio abanico andamos el resto, que solo queremos pasárnoslo bien y con Bed of the Dead lo logramos con creces.

Dos jóvenes parejas deciden acudir a un extraño lugar dónde el sexo tiene vital importancia. A punto de iniciar el juego amoroso entre ellos, se dan cuenta de que la cama donde pretenden efectuar esos gratificantes ejercicios, quiere ser la verdadera protagonista.

Gran debut de Jeff Maher en la dirección. Cuenta con la colaboración en el guion de Cody Calahan, consiguiendo ligar una historia que al principio parece que no llegará a buen puerto, pero a medida que avanzan los minutos, va captando nuestro interés con un ritmo bastante vivo, en parte debido a querer encajar una no muy sencilla historia en sus escasos 88 minutos. Hay que resaltar que gran parte de la cinta está rodada en un mismo escenario, que para más inri, es una cama, pero no os preocupéis, esto pasa desapercibido por la cantidad de situaciones que se suceden, entre ellas, algunas de alucinaciones muy acertadas.

Destacar la música de Steph Copeland, la cual nos acompaña en toda la cinta con momentos de gran belleza, junto con otros que nos harán saltar de la silla.

Ahora les toca a los actores. Empezamos con el televisivo Colin Price, que hace una gran mutación, alejándose poco a poco del estereotipo de policía guaperas. Seguimos con una impresionante Alysa King, la cual en sus orígenes iba para scream queen pero por lo que parece ha hecho otra mutación, esta vez en la vida real. Para finalizar nombrar al resto de los principales, Gwenlyn Cumyn, Dennis Andres y George Krissa, que cumplen sobradamente.

Y nos toca acabar. Lo haremos diciendo que Bed of the Dead es una gran película destinada a pasárselo bien. No busquéis mucha cosa más, tampoco es necesario.

http://www.terrorweekend.com/2016/09/bed-of-dead-review.html

Dos parejas en intercambio pasan una noche en la habitación número 18 de un antro, pero la noche no les va a salir como ellos esperan. En una ensalada de clichés del género la cinta engancha al espectador neófito y divierte al amante del mismo. Juega perfectamente con los puntos de vista delirantes de los protagonistas, las realidades y las dimensiones temporales. Multiples guiños a los clásicos fácilmente reconocibles. No falta de nada ni sobra. Bien dirigida. Recomendable para una noche palomitera.

Jeff Maher conocido por trabajar en el equipo de cinematografía de películas como «Bite» (2015), «Antisocial» o «Let her out» dirige y coescribe el guion de «La cama de la muerte», una película en la que un grupo de amigos que llegan a un motel para tener sexo se encuentran con más de lo que cabría esperar cuando una cama les tenga atrapados y les provoque una serie de alucinaciones. En los papeles protagonistas tenemos a Alysa King como una de las chicas y conocida por «Slasher» o «Holy hell» y a Dennis Andres como uno de los chicos y conocido por «The apostle Peter: redemption» o «Befall».

Se trata de una película de terror con elementos gore, suspense, ciencia ficción y algo de misterio al empezar. Me recuerda a varias películas entre otras a aquella llamada «The caller» (2011) porque en ambas se produce una conversación entre dos personas que están alejadas temporalmente, es decir, que se habla por teléfono con alguien que está en el pasado. Y también a «Oculus» porque tienen alucinaciones provocadas por un objeto aunque en este caso de primeras ya sabes que son alucinaciones y en la anteriormente mencionada nunca se sabe si lo que ves es verdad o no. Yo la verdad es que al principio me pensaba que iba a ver una película de zombis pero nada que ver, es mucho más interesante de lo que parece «a priori».

La parte de actores está bien nombro a esos dos porque son los primeros que he visto aunque mentiría si no digo que al segundo lo nombro porque para mí gusto estaba bastante buenorro y que era bastante «beefy» si usas el término en inglés —es que lo quería meter—.

No tiene metascore y tomatá tampoco aunque al momento de escribir esta crítica tiene una crítica positiva y otra negativa de las profesionales quiero decir aunque la negativa dice que «definitivamente estamos interesados en ver qué hace Maher después» de esta película. Yo opino que es una historia interesante que si has visto alguna del estilo y te gustó te va a resultar igualmente interesante. Para terminar decir que hace tiempo que empecé a ver muchas películas australianas de terror que al menos eran interesantes y ahora me pasa con las canadienses.

Película de serie B canadiense que es el único largometraje dirigido por su director, el cual sí ha hecho de director de fotografía en largometrajes como Vicious Fun (Cody Calahan, 2020), y que cuenta con un reparto con nombres como Colin Price (Colin, 2008), o Alysa King (Berkshire County, 2014).

Dos jóvenes parejas deciden acudir a un extraño lugar dónde el sexo tiene vital importancia. A punto de iniciar el juego amoroso entre ellos, se dan cuenta de que la cama donde pretenden efectuar esos gratificantes ejercicios quiere ser la verdadera protagonista.(FilmAffinity)

Cuando uno se acerca a ver una película de serie B, y más si trata sobre una cama asesina, al menos espera encontrar una propuesta que le divierta. Bed of The Dead peca de un tono demasiado lento, que junto unas muertes escasas para una película de este tipo, las que hay si que consiguen ser divertidas, termina por resultar algo pesada de terminar sobre un escaso metraje de tan solo 88 minutos. Las actuaciones están notables, en especial sus dos protagonistas, y consiguen rescatar, en parte, una película que trabaja con pocos elementos, y el tono es demasiado solemne para una película sobre camas asesinas, restando enteros al conjunto.

Bed of The Dead es una propuesta mediocre a todas luces, que sobre tener algunos elementos a rescatar, consigue aburrir en un metraje reducido, desaprovechando la oportunidad de hacer una película divertida.

Nota personal 4/10