Love, Death + Robots. Vol. 3: La noche de los minimuertos (C)

165/25(20/05/22) He comenzado la visión de esta fascinante serie antológica de animación en diferentes estilos, cortometrajes producidos por David Fincher y Tim Miller, que en su amalgama de géneros y animaciones no siempre es genial, pero en su tónica general sus dos primeras temporada me fueron magnéticas, generando mi entusiasmo la llegada de la tercera temporada que he comenzado a ver por este episodio, el más corto de la sesión con 7 minutos cautivadores. Dirigido por Roberto Bisi & Andy Lyon, bajo un guión del primero que adapta una historia corta de Jeff Fowler y Tim Miller. Un delirante corto a cámara (descacharrante) rápida , y con una visión en la distancia que hace que se vea cual miniaturas.

Nos cuenta el Apocalipsis Zombi, que comienza de modo descojonante con una pareja calenturienta que decide pasar un rato lujurioso de fornicio en un cementerio junto a una desvencijada iglesia, comienzo cargado de imaginación, que prosigue de modo crescente por como el efecto bola de nieve va arrollando con la plaga multiplicadora zombi por todo el planeta, ello siempre con una cámara en plano general, cual Ojo de Dios observando el absurdo de nuestro mundo, pasando por París, un templo sintoísta, Manhattan, el Kremlin, a Plaza de San pedro (delirante ver desde el PapaMovil como disparan a los zombis), la frontera USA-México, o la Casa Blanca, donde el caos se va apoderando del planeta inexorablemente, con explosiones, aplastamientos, lanzallamas, descarrilamientos de trenes, con intentos de detener lo inevitable con armas cada vez más potentes, hasta que la naturaleza autodestructiva de la Condición Humana se hace patente desde los confines de nuestra galaxia.

Surtido todo de una animación muy divertida con la visión de unos humanos pequeñitos en la distancia, cual casi hormigas, donde nunca hay elementos gore, más allá de verse sangre a lo lejos, pero todo de forma impersonal. Los humanos que oímos son cual animales en medio de aullidos ininteligibles (excepto alguna comunicación desde la Casa Blanca). Todo de una gran simpleza, pero explotado con gran vis cómica (maravillosamente imaginativo como hacen que en una gasolinera el cartel de SHELL derive por mor de que se cayó la 'S' en HELL, en clara metáfora del Infierno de los zombis).

Muy jocosa entrada a la tercera temporada. Gloria Ucrania!!!

No hay mucho más que decir, es simplemente sentarse y disfrutar con esas miniaturas.

En todo momento ocurre algo, la situación va creciendo tan rápido que no puedes pestañear. A eso sumar la cantidad de referencias que tiene a los clásicos del cine zombie.

Lo más curioso es el final, donde aunque parezca mentira deja un mensaje sin necesidad de dar más explicaciones de lo que estás viendo en pantalla.

Sencillo, rápido y entretenido.

EL mundo se va a acabar y vemos como en este micro mundo de animación con voces muy minions, en una historia breve pero divertida con una gran banda sonora y digo GRAN en grande ya que cogen temazos de la música clásica para crear este cortometraje
Nos puede recordar a un juego de móvil y a otras historias vistas recientemente pero en poco mas de cinco minutos nos dan lo que queremos , algo divertido con lo que no tenemos que comernos el coco como en anteriores cortometrajes, lo necesitaba
Veremos como siguen los cortometrajes, esta vez alguno está siendo bastante largo y necesitaba algo corto para ver mejor.

El habitual apocalipisis zombie como lo conocemos pero desde una versión de stop motion , es una parodia/sátira muy divertida hecha en stop motion y desde un estilo nunca antes visto, no hay mucho que decir más, es ver y disfrutar .

Simpático cortometraje en el que asistimos al fin de la humanidad, un apocalipsis zombi en toda regla, pero a pequeña escala. Mediante maquetas el espectador asiste a un fin del mundo exprés, partiendo de un arranque muy divertido que no voy a desvelar. En cuestión de pocos minutos, vemos como todo se propaga, por todo el mundo, como en las mejores producciones catastróficas, no faltan referencias a la Torre Eiffel de París o la Casablanca. Sus directores lo llevan todo hasta el extremo consiguiendo un corto divertido.

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