Escándalo en el plató

Película que en un principio solo me he puesto a ver por los actores con los que cuenta la película sin esperar gran cosa pero que al final he acabado pasando el rato con ella sin aburrirme demasiado. La película de Michael Hoffman cumple con su labor de pasarratos a la que no hay que pedirle mucho salvo un par de situaciones exageradas y “Escándalo en el plató” cuenta con ellas especialmente en el trío que forman Kevin Kline, Sally Field y Elisabeth Sue, por no hablar de un salido Robert Downey Jr. esperando tirarse a Cathy Moriarty una y otra vez.

Así, el director sabe manejar los momentos exagerados y hacerlos divertidos sin que parezcan pasados de rosca como suele pasar muchas veces aunque, también es cierto que hay algunos que no están a la altura pero lo que importa es que los momentos disparatados los tiene y no dan vergüenza ajena. También hay que mencionar que los actores anteriormente citados están muy divertidos siendo Whoopy Goldberg, casi de manera impensable, la más seria de todo el reparto interpretando a la guionista de la telenovela.

Por lo tanto Michael Hoffman acaba dando lo que promete y que sin ser nada del otro mundo se puede ver y pasar una hora y media sin mirar el reloj.

El casting es excelente, sobre todo por la magnífica Sally Field, muy dotada para el humor (aunque normalmente se se la vea más en dramas) y el excelente Kevin Kline. Aunque la película tiene casi veinte años, resulta muy actual y aconsejable.

Como curiosidad, decir que está producida por Aaaron Spelling, como tantísimas series americanas.

Vamos a ver, ¿qué pasa? ¿qué si no es un pestiño "trascendental" de Tarkovsky, Antonioni o Pasoini, no es una obra seria y tampoco es cine? El cine son muchas cosas, cosas serias y profundas, pero también cosas simpáticas y divertidas. Y en tal sentido la película que nos ocupa cumple con creces: un buen guión, ágil y dinámico, unos excelentes actores y una duración perfecta puesto que apenas dura 90'. No les hagas caso a los pedantes sin sentido del humor. Si quieres pasar un buen rato, sobre todo si estás algo bajo(a) de ánimos, no te lo pienses y disfruta. La peli solo pretende eso: hacerte pasar un buen rato. A por cierto, está producida por Herbert Ross, casi ná.

Esta película es sobre todo divertida. Cuenta con un elenco de cómicos con experiencia y eso se nota en el resultado. La historia es sencilla, el rodaje de una interminable telenovela y las tribulaciones de sus actores para conseguir más cuota de pantalla. Y todo llevado al extremo narrativo en forma de parodia televisiva donde hay situaciones realmente esperpénticas, y dignas de mención, como el momento de las escaleras mecánicas, o el mensaje en el contestador. Todo llevado a un buen ritmo y sin grandes pretensiones.

Muy buena película en clave de humor y parodia, basada en el guión de Robert Harling y Andrew Bergman. Está dirigida por Michael Hoffman y se presenta con un cierto aire de comedia de situación. Además, cuenta con un excepcional reparto encabezado por Kevin Kline, Sally Field, Whoopi Goldberg, Robert Downey, Teri Hatcher y Carrie Fisher.

El argumento gira en torno a Celeste Talbert (Sally Field), la pacata protagonista de un famoso culebrón televisivo titulado “El sol también se pone”, serial que lleva en emisión más de veinte años y que cuenta con el respaldo de millones de espectadores en la pugna por las audiencias. Las intrigas y emociones de la serie tropiezan con las múltiples dificultades que se presentan durante el rodaje. Las luchas internas entre actores se suceden. Gracias a su papel en la serie, Celeste se ha convertido en una estrella consagrada, y no está dispuesta a dejar su personaje por nada del mundo. Además, tiene que luchar con la competencia para mantener su puesto cuando una nueva actriz, Montanna Moorehead (Cathy Moriarthy),pretende arrebatarle su papel. Por otra parte, el productor de la serie ha conseguido que vuelva Jeffrey (Kevin Kline), un actor con quien Celeste se lleva muy mal. Y es que la vida en el interior del plató no es la que muestran las cámaras.

En resumen, “Escándalo en el plató” (1991) resulta una comedia sobre el atribulado mundo de la televisión y sus entresijos, la lucha por las audiencias a cualquier precio y las ambiciones y miserias de quien trabajan en ese mundillo. Y, por cierto, el productor Edmund Edwards está interpretado por Garry Marshall, director de "Pretty woman" (1990). Curioso.

La he visionado dieciséis veces contadas y en cada nueva ocasión consigue arrancar sonrisas y alguna que otra carcajada. Es, aunque no lo parezca, una de esas películas que rejuvenecen con el paso de los años. Y es que el mundo de la telebasura sigue estando más de actualidad que nunca.