Guerra de herederos

A veces me pregunto, cuando veo interpretes de la talla de Toni Collette (el sexto sentido, Hereditary) en productos como el que nos atañe hoy, cómo es posible que se hayan prestado a participar en ellos después de leer el guion. Aún entendiendo que esto es una industria – y un trabajo-, y que obviamente hay que ganar dinero entre proyectos “más importantes” y reputados es curioso ver como una actriz nominada a los Oscar y con un globo de oro se presta a participar en una comedia tan insulsa. Y lo que es peor, en una comedia que se empeña en desaprovechar, constantemente, el talento de la actriz australiana.
Y es que, si algo hay que achacarle principalmente a “una herencia de muerte” que llega a nuestra cartelera el 20 de enero es, precisamente, su incapacidad para acabar de aprovechar bien al reparto que tiene y sacarles el talento que la mayoría llevan dentro.

La película nos narra la historia de cuatro primos que, atraídos por la enfermedad terminal de su tía -muy cascarrabias y faltona-, deciden trasladarse todos a su casa en los últimos días de vida de la mujer para intentar ganarse su favor y un hueco en la posterior herencia multimillonaria. A raíz de este hecho la cinta arranca y se mueve en todo momento en los términos de la comedia, con bastantes pinceladas de comedia negra, y huyendo de cualquier potencial dramático que podría tener esta historia. La intención es siempre la de hacer reír -aunque muchas veces no lo consigue por retorcer excesivamente los gags- y moverse en las absolutas estupideces que son capaces de idear este cuarteto de descerebrados en la búsqueda de ganarse el favor familiar.

Reconozco que la película tiene algunos momentos en que si funciona bien. Especialmente todos los que tienen que ver con Kathleen Turner, que es el miembro de reparto que mejor funciona, y cuya función es básicamente la de atizar mediante insultos y comentarios sarcásticos a esta cuadrilla cada vez que puede y se le ocurre. Como espectador creo que si precisamente es el personaje que mejor funciona es porque hace “nuestro papel”. Yo viéndola también pensaba en insultar a la pantalla de lo absurdamente idiotas que pueden llegar a ser en algunos momentos estos descerebrados.
Huelga decir que, en ocasiones, la película también aprovecha al personaje de David Duchovny para hacer una mezcla entre el humor negro y el surrealista que funciona correctamente. El resto del reparto, entre los que se incluye Anna Faris y la ya mencionada Collette, hace lo que puede con lo que le dan, pero no le llega para destacar en ningún punto.

Es una pena que productos como este, que tiene un buen reparto y un ritmo bueno -ayudado, eso sí, por los apenas noventa minutos que dura la película- se vean condenados a ser productos de pasar el rato y poco más. Creo, sinceramente, que había potencial para hacer algo mejor con los mimbres que tenemos aquí, pero ni el guion ni la dirección han sabido, en ningún momento, aprovecharlos correctamente.

Al final del día, nos encontramos ante una película que es floja en multitud de apartados, que consigue hacer reír en momentos concretos gracias a algunos chispazos de su reparto y que, eso sí, consigue ser lo suficientemente entretenida para que el espectador no se aburra en ningún punto. Típica película “amable” y previsible que se suele decir y que sirve para ver en familia.

Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv

Una herencia de muerte funciona como comedia, no de la forma más eficaz, pero funciona. Los mejores chascarrillos que ofrece la obra de Dean Craig son los chistes fáciles, que parecen estancados en la década anterior, y las situaciones extremadamente forzadas e incómodas que viven los propios actores.

El elenco protagonista, aunque tampoco es que haya una gran cantidad de roles, hace lo que puede con lo que tiene. La temática no es la más original, pero daba pie a hacer una comedia en condiciones donde el humor intrafamiliar y las típicas broncas entre parientes están más que presentes. Aunque ambas premisas se cumplen, no se desarrollan de la manera esperada. Los gags entre Richard y Macey se centran en propuestas incestuosas del primero, que se supone que deben ser graciosas, pero que quedan muy fuera de lugar. Los personajes son bastante planos a la vez que arquetípicos, incluso se puede llegar a pensar que Anna Faris no está interpretando ningún papel, sino que es ella misma. Por otra parte, puede chocar un poco ver a Toni Colette en un papel que deja tanto que desear, después de haber visto sus actuaciones anteriores.

Y aun con todos estos aspectos negativos, Una herencia de muerte es ligera, sencilla y entretenida. Cumple con su función distrayendo al espectador sin argumentos complejos, acercándolo más a un estilo similar a las sitcoms que puede ver uno a la hora de merendar.

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Es una película regulera. La historia está vista una y mil veces. Y aunque tiene algunas situaciones graciosas, no son nada del otro mundo. Típica historia de herencia y a ver quién se la lleva. Muy light todo. Podrían haber aprovechado para hacer algunas situaciones más radicales. Creo que habría funcionado mejor.
Es una película para pasar un rato, entretiene algo y divierte algo. También cansa un poco en ocasiones.
Nada en especial.

Pues qué queréis que os diga, aunque la sensación final con la que me quedo es la de que me ha entretenido un rato, me he llevado un pequeño chasco con ‘Una herencia de muerte’ por varias razones.

La primera de todas, es que viene apadrinada por Dean Craig, el autor del que considero una de las mejores comedias recientes del cine: ‘Un funeral de muerte’. Aquí, recurre a muchos elementos que intentar acercarnos a su obra original, pero con mucho menos atino y gracia. Lo cierto es que podría contar con los dedos de la mano los gags que me han hecho reír.

La segunda es que tiene un gran reparto que podría ser capaz de sacar esto adelante, pero que no termina de despuntar. Está bien que cambie de registro Toni Collette, pero aquí la veo completamente desubicada. Además, el director no saca todo el partido posible a Anna Faris, que podría estar en su terreno, o a David Duchovny, que ya demostró en ‘Evolution’ que en este género se puede mover bien, o mismamente a Kathleen Turner.

La tercera es que es una película demasiado descompensada. Como en ‘Un funeral de muerte’, aquí también tenemos una familia con sus más y sus menos y sus rollos internos que debemos ir descubriendo a lo largo del metraje pero, a diferencia de aquella, estas diferencias apenas las descubrimos o, ni tan siquiera importan a lo largo del film.

Os entretendrá y sacará alguna sonrisa, pero podría haber dado mucho más de sí.

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*¿Qué harías por cobrar una herencia familiar?

Está claro que hay quién haría lo que fuera por poder pillar una herencia de algún familiar, aunque haga años que no sepa de esa persona. El mundo se mueve egoístamente, y el cine a lo largo de las décadas lo ha sabido reflejar muy bien en muchas ocasiones. Ahora nos llega esta nueva propuesta que viene dirigida por el director inglés Dean Craig. Una herencia de muerte, nos cuenta como una acaudalada tía que está en fase terminal, recibirá la visita de algunos parientes interesados en heredar. Las protagonistas principales son dos hermanas que regentan una cafetería con no demasiada clientela. La madre de estas, es la que las motiva a que le haga una visita a su tía, todo por el interés de poder sacar tajada. El problema es que el mismo pensamiento han tenido varios de sus primos.

Estamos ante un guion que en tono de comedia, nos trae los tejemanejes que harán todos ellos por tener el pastel entero, o por lo menos el mayor trozo posible. La película entona una sucesión de situaciones, donde los protagonistas tendrán que competir unos con otros por ver quién se lleva su tía al agua.

*Un reparto coral que es lo mejor de este film

El reparto de Una herencia de muerte, es sin duda para mi el plato fuerte de esta comedia. La vena cómica que siempre ha destilado Kathleen Turner, pese a su ya envejecido aspecto, sigue estando latente. Solo hay que recordar una comedia negrísima como es Los asesinatos de mamá (1994), del siempre divertido director John Waters. Pues esa virtud sigue igual de punzante cuando el guion se le presta a ello. Si a eso sumamos una actriz todo terreno como Toni Collette, donde puede hacer de todo, la ya curtida también Ana Faris, que hacen de hermanas aquí, pues la cinta debe de tener un guion horrendo para que ellas no funcionen.

Los demás actores veteranos también en diferentes roles y géneros, hacen que la cosa transcurra con buena mano. La cinta consigue momentos muy divertidos, una yincana de enfrentamientos entre todos ellos que solo hacen que crezcan mutuamente en sus interpretaciones.

*Un guion con más altos que bajos

Por suerte, en el aspecto del guion, la película lo salva con solvencia, pero con algún altibajo que otro, siendo justos por mí parte. El director Dean Craig (que escribe el guion también), sabe sacar lo mejor de los actores, ahí está su punto fuerte. La trama sencilla, tiene picos de altos y bajos, que hace algo irregular el acabado final. Pero no llega a estropear pasar una agradable velada quién vaya a verla a partir del día 20.

*Conclusión

Ni estamos ante la comedia del año (bueno, estamos empezando así que eso es apresurarse mucho), ni tampoco creo yo que sea un pequeño desastre como ya estoy leyendo por ahí. Una herencia de muerte es una muy solvente comedia, que juega con la codicia del ser humano. Despoja a los protagonistas de sus convicciones, para tirarlos a los leones por un pedazo de carne. Los actores están muy bien, saben sus roles, y los manejan con soltura.

Como resultado global, Una herencia de muerte puede pecar de ser algo excéntrico, pasarse un poco de rosca e incluso de ser algo manido. Pese a ello, por mí parte solo puedo recomendarla, pues su ajustado minutaje (bueno, lo ideal para mí) hora y media, se pasa en un suspiro. Una divertida película que es cierto no llega a aquella otra de su director, y que juega casi con el mismo título (Un funeral de muerte 2007), pero que consigue distraer y ofrecer lo que el nombre del cartel propone.

Escrito por Víctor Vega Cuervo