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Raging Grace

Terror Una inmigrante filipina indocumentada consigue un trabajo como cuidadora de un anciano terminal, asegurando una vida mejor para ella y su hija. Pero un oscuro descubrimiento amenaza con destruir todo por lo que se ha esforzado y que tanto aprecia. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
24 de noviembre de 2023
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Raging Grace es una película que habla, principalmente, de una mujer intentando salir adelante con una niña pequeña, sin papeles y sin dinero. A pesar de que aquí somos fans del terror, pienso que la cinta funciona mejor cuando es un simple drama, como si de una de Ken Loach se tratara, que cuando intenta flirtear con el género de terror. Y es que en su primera mitad Raging Grace no está mal, pero a partir de cierto punto y giro argumental, se vuelve insulsa y olvidable.

Joy es una mujer filipina intentando salir adelante en el Reino Unido con una hija a cargo. Su falta de medios la obliga a pernoctar en las casas en las que limpia, intentando no ser vista por los dueños.

En la película se tratan varios temas y con lenguajes narrativos distintos. En primer lugar, como ya exponía en la introducción, está la madre coraje sin recursos contado al estilo drama. En su segunda parte, su encontronazo con una familia de la clase acomodada en cuya casa sucede algo extraño está contado con las herramientas del lenguaje del terror, pero sin desarrollarlas o explotarlas bien del todo. Es decir, lo que tiene de terror es tan poco original como una casa grande con muebles cubiertos por sábanas, retratos extraños, habitaciones cerradas a cal y canto… y quizás lo único un tanto original que aporta es el señor mayor del que no quiero decir nada, pero que al final se hace grotesco y mal resuelto. Con lo cual, herramientas del género muy trilladas, que, aunque no nos moleste que las machaquen una y otra vez, necesitamos que se hagan con algo más de mojo.

París Zarcilla dirige una cinta parecida a otras que hemos visto sobre el mismo tema, como las recientes Nanny o Nocebo (review), igual de insulsas en mi opinión. En todas se plantea a una familia de burgueses incapaces de freírse un huevo o de cuidar de sus hijos que nos despiertan toda la antipatía, necesitados de una cuidadora como la protagonista que nos produce orgullo de clase. Esperamos venganzas hacia la familia pija sin que le tiemble el pulso a la prota, pero siento decir que tampoco hay mucho de eso aquí. No hay festival de sangre ni de justicia poética ni de tortura psicológica ni de nada. Además, Zarcilla, que también escribe el guion, toca tal vez demasiados asuntos. Desde la inmigración pasando por la maternidad o por las casas encantadas… quizás hay tantos puntos que nada acaba de casar.

Realmente, nada está demasiado mal en esta película que además se ha alzado con algún premio como en SXSW, pero tiene el dudoso poder de dejarme anestesiada e indiferente.

https://www.terrorweekend.com/2023/11/raging-grace-review.html
TerrorWeekend
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2 de diciembre de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La no persona

El concepto de no persona (del inglés unperson) fue acuñado por George Orwell en su libro 1984. Hace referencia a aquellas personas que, por motivos políticos, han sido desaparecidas no solo físicamente, sino también su existencia al completo. No queda rastro de que hayan vivido.

Desde los años 90, se está viendo un sobrepaso de la emigración femenina frente a la masculina debido a la domesticación de la oferta de mano de obra. Zarcilla toma este dato como antecedente para asentar a sus personajes en su historia, que además contiene un componente autobiográfico muy importante.

La inmigración femenina filipina está estrechamente vinculada al trabajo como empleadas domésticas. Son mujeres que dejan atrás sus vidas para buscar algo mejor. Y en ese lugar mejor lo que encuentran es una exclusión a un espacio doméstico ajeno. No se les permite formar un hogar propio, y tampoco pueden cruzar la línea invisible que las separa de las familias empleadoras, con las que sí llegan a establecer relaciones de familiaridad aunque desde un paternalismo latente.

Joy (Max Eigenmann), la protagonista, agradece cada mínimo detalle que su jefa (Leanne Best) le ofrece. Esas dádivas, a simple vista, son un simpático acercamiento entre ambas. Más adelante, con los mordaces comentarios racistas y la actitud de la mujer se podrá ver que esa caridad viene de la supremacía y no del entendimiento. Como si Joy debiese estar agradecida con ella, un sentimiento estrechamente vinculado al pensamiento de Kipling, que veía a los nativos de los países colonizados como bárbaros sin cultura ni voluntad más allá de aceptar lo que ellos (los colonizadores) les otorgaban.

Joy ya no puede ser quien era. En parte, porque ha abandonado sus raíces en otro lugar. Pero también porque no se le permite crear un arraigo a su nueva tierra puesto que se percibe como forastera, como extranjera. Es despojada de toda identidad. De repente, en realidad, no es nadie. No tiene nada. Y ahí es donde entra Grace (Jaeden Boadilla).

Grace, a diferencia de Joy, es parte de las nuevas generaciones de inmigrantes, ya asentadas en el país de residencia actual. Ella, por su situación, comprende la problemática en la que están inmiscuidas madre e hija. Mas no se conforma con el estatus de inferioridad que su madre —probablemente por su edad adulta y por ser completamente consciente de sus responsabilidades— ha aceptado y abrazado para sacar el máximo partido de él. No, Grace continuamente pelea por su libertad. Su libertad a no tener que pedir permiso a nadie y a no tener que esconderse como forma de vida.

*Del terror gótico a la crítica social

Todo este entretejido social que presenta Raging Grace, tanto de manera implícita como explícita, se enmascara parcialmente tras la estructura de una película de género tradicional.

Una mansión gigante, vacía, encantada. Habitaciones oscuras con sombras que se mueven de un rincón a otro, pasillos laberínticos y una familia de lo más críptica. La frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se desdibuja, dando lugar a las imaginaciones infantiles de Grace y el recuerdo de un pasado no tan lejano que todavía las amenaza.

*Spoiler (1)

Para acrecentar esta atmósfera inquietante que predomina en todo el filme, se establece una clara diferencia entre opulencia y pobreza: de la magnitud de la mansión al cuartucho en el que guardan todas sus pertenencias, del poder a la nada absoluta.

*Spoiler (2)

Puede parecer que se trata de una película de horror al uso, pero Paris Zarcilla se encarga de cimentar una crítica social increíblemente potente sobre ella. Todos los elementos que constituyen el imaginario del terror están al servicio de la narrativa, que hace un especial hincapié en la condición de inmigrantes de las protagonistas y sus consecuencias.

Resulta de lo más interesante poder explorar un comentario social de tal calibre de una manera tan distendida. Llegado el momento de la resolución, Raging Grace se torna un tanto histriónica en su tramo final. Sin embargo, no lo suficiente como para desmerecer la obra en su conjunto.

*Conclusión

Paris Zarcilla presenta con Raging Grace una ópera prima de la que sentirse orgulloso. Pese a que a veces peque de fantasiosa y explicite demasiado sus conclusiones, es una clara evidencia de que lo político y el terror pueden ir de la mano. Y de que quedan muchísimas voces por descubrir escondidas durmiendo en armarios.

Escrito por Ana Aliaga Díaz
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cinemagavia
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8 de mayo de 2024
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Loable film británico, que une varios géneros como la intriga, el terror y el social.

Es el debut de Paris Zarcilla, que hasta ahora había hecho dos cortometrajes. Y consigue una cinta entretenida, vistosa, con tensión medida y buen ritmo.

Las interpretaciones son excelentes y se sigue con interés dado que el guion avanza firme en todo momento. Además, hay humor, a veces negro, con esas "bromitas" que se gasta la niña protagonista.

Aspectos sociales como la forma de "integrar" a los inmigrantes por parte de familias pudientes, se muestran, en este caso de forma inquietante, pero la injusticia, esclavitud moderna y racismo, quedan claras, manifiestas, no perdiendo la cara al género de horror, en este caso no tanto dando miedo, pero sí agitando y turbando al espectador.

Está bien y siempre va al grano, no perdiéndose en implicaciones psicológicas "modernas", sino mostrando sentimientos universales, donde al fin y al cabo se nos cuenta los ingentes esfuerzos de una madre por conseguir una vida mejor para ella y su hija.

Entretenida siempre, además invita a la reflexión.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Baraka1958
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