Charlie Chan at the Olympics

Con una trama realmente enrevesada, más próxima a los seriales cinematográficos de aquella época, Charlie Chan deambula desde Honolulú a Berlin para resolver un caso, con varios sospechosos evidentes y otros no tanto. Tanto lío, idas y venidas, consigue confundir, y hasta agotar, al espectador. Por otro lado, ampliaremos el conocimiento de la familia del detective y conoceremos a uno de sus vástagos menores, junto al encarnado por Keye Luke.

Es interesante ver la imagen que ofrece Hollywood de un Berlín nacionalsocialista, ya que la película se rodó en 1937, con Hitler en plena efervescencia. Veremos correr a Jesse Owens en el equipo de 4 x 100 estadounidense, un equipo compuesto por anglosajones, afroamericanos y de ascendencia china. No se aprecia, en la recreación de Berlin, ninguna simbología o referencia al nacionalsocialismo, de hecho, los policías alemanes son de lo más neutro, con un uniforme como tantos otros.

Entretenido filme, con interés social añadido.

Durante unas olimpiadas se comete un crimen. Charlie Chan intentará averiguar que se esconde detrás del robo de un avión y varias muertes que le rodean.

Yo vi esta película porque en «Un cadáver a los postres» Peter Sellers interpreta a este personaje al que no conocía y es por eso que la agregué a mi lista de películas de comedia que quería ver. Hace unos días tocó y me puse a verla. Un poco decepcionante porque el personaje en la ya citada parodia es mucho más divertido que este. Aquí el el hijo, no lo recuerdo bien, es el que da casi la contrapartida graciosa a todos sus comentarios.

Por lo demás es una película de investigación policial que no tiene demasiada chicha aunque no se hace aburrida y se puede ver entera sin problemas pero también es verdad que no creo que vea ninguna más salvo que por darle otra oportunidad me vea la mejor valorada del susodicho personaje Charlie Chan.

(Ni una película sin crítica).